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Estudio de las Obras de Allan Kardec Português   Inglês

Año 10 - N° 461 - 17 de Abril de 2016

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
 
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 
 

Obras Póstumas

Allan Kardec

(Parte 7)

Continuamos en esta edición el estudio del libro Obras Póstumas, publicado después de la desencarnación de Allan Kardec, pero compuesto con textos de su autoría. El presente estudio se basa en la traducción hecha por el Dr. Guillon Ribeiro, publicada por la editorial de la Federación Espírita Brasileña.

Preguntas para debatir

60. ¿Qué son los médiums?

61. ¿En qué consiste el desarrollo de la facultad mediúmnica?

62. ¿Cómo se establecen las relaciones entre los Espíritus y los médiums?

63. ¿La voluntad del médium es siempre necesaria para que se dé la manifestación? 

64. Entre las diferentes variedades de médiums, ¿cuáles son las principales?

65. ¿Qué son los médiums escribientes o psicógrafos?

66. ¿Qué diferencias hay entre esas variedades?

67. ¿Qué son los médiums curativos?

68. ¿En la acción fluídica es importante la confianza del enfermo? 

Respuestas a las preguntas propuestas

60. ¿Qué son los médiums?

Los médiums son personas aptas para sentir la influencia de los Espíritus y transmitir sus pensamientos. Toda persona que siente, en cualquier grado, la influencia de los Espíritus es, por eso mismo, médium. Esa facultad es inherente al hombre y, por lo tanto, no es de ningún modo un privilegio exclusivo y asimismo son pocos los que no presentan algún rudimento de ella. Se puede decir, pues, que todas las personas, con pocas excepciones, son médiums; sin embargo, usualmente esa calificación sólo se aplica a aquellos en quienes la facultad mediúmnica se manifiesta por efectos ostensivos y de una cierta intensidad. (Obras Póstumas, Los Médiums.)

61. ¿En qué consiste el desarrollo de la facultad mediúmnica?

La facultad mediúmnica depende de la naturaleza más o menos expansible del periespíritu del médium y de la mayor o menor facilidad de su asimilación con el periespíritu de los Espíritus; depende, en consecuencia, del organismo, y puede ser desarrollada cuando el principio existe, pero no puede ser adquirida cuando ese principio no existe. La predisposición mediúmnica es independiente del sexo, de la edad y del temperamento. Existen médiums en todas las categorías de individuos, desde la más tierna edad hasta la más avanzada. (Obras Póstumas, Los Médiums.) 

62. ¿Cómo se establecen las relaciones entre los Espíritus y los médiums?

Se establecen por medio de sus periespíritus. La facilidad de esas relaciones depende del grado de afinidad que existe entre los dos fluidos; hay algunos que se asimilan fácilmente y otros que se repelen; de donde se deduce que no basta con ser médium para comunicarse indistintamente con todos los Espíritus; hay médiums que sólo pueden comunicarse con ciertos Espíritus, o con Espíritus de ciertas categorías, y otros que sólo pueden hacerlo mediante la transmisión del pensamiento, sin ninguna manifestación exterior.

Por la asimilación de los fluidos periespirituales, el Espíritu se identifica, por así decirlo, con la persona que quiere influenciar; no sólo le transmite su pensamiento, sino que puede ejercer sobre ella una acción física, hacerla actuar o hablar según su voluntad, hacerla decir lo que no quiere; en una palabra, servirse de los órganos del médium como si fuesen suyos; puede, en fin, neutralizar la acción del propio Espíritu del médium y paralizar su libre albedrío. Los buenos Espíritus se sirven de esa influencia para el bien, y los malos Espíritus para el mal. (Obras Póstumas, Los Médiums.)

63. ¿La voluntad del médium es siempre necesaria para que se dé la manifestación? 

No. El Espíritu que quiere manifestarse busca al individuo apto para recibir su impresión, y con frecuencia se sirve de él, sin que éste lo sepa; otras personas, por el contrario, teniendo conciencia de su facultad, pueden provocar ciertas manifestaciones. De allí resultan dos categorías de médiums: los médiums inconscientes y los médiums facultativos. En el primer caso, la iniciativa viene del Espíritu: en el segundo, viene del médium. Los médiums facultativos se encuentran entre las personas que tienen un conocimiento más o menos completo de los medios de comunicación con los Espíritus, y pueden así servirse de sus facultades por su propia voluntad; los médiums inconscientes, por el contrario, se encuentran entre aquellos que no tienen ninguna idea ni del Espiritismo ni de los Espíritus, incluso entre los más incrédulos, y que sirven de instrumento sin saberlo y sin quererlo. (Obras Póstumas, Los Médiums.)  

64. Entre las diferentes variedades de médiums, ¿cuáles son las principales?

Médiums de efectos físicos; médiums sensitivos o impresionables; médiums auditivos, parlantes, videntes, inspirados, sonámbulos, curativos, escribientes o psicógrafos. (Obras Póstumas, Los Médiums.)

65. ¿Qué son los médiums escribientes o psicógrafos?

Se designa con ese nombre a la persona que escribe bajo la influencia de los Espíritus. Del mismo modo que un Espíritu puede obrar sobre los órganos vocales de un médium parlante, para hacer que pronuncie palabras, puede servirse de su mano para hacerle escribir. La mediumnidad psicográfica presenta tres variedades muy distintas: médiums mecánicos, intuitivos y semimecánicos. (Obras Póstumas, Los Médiums.)

66. ¿Qué diferencias hay entre esas variedades?

En el médium mecánico, el Espíritu obra directamente sobre la mano a la cual da el impulso. Lo que caracteriza este género de mediumnidad es la inconsciencia absoluta de lo que escribe; el movimiento de la mano es independiente de la voluntad; la mano sigue sin interrupción, a pesar del médium, mientras el Espíritu tenga algo que decir, y se detiene cuando él termina. En el médium intuitivo la transmisión del pensamiento se hace por intermedio del alma o Espíritu del médium. El Espíritu extraño, en ese caso, no actúa sobre la mano para dirigirla, sino actúa sobre el alma, con la cual se identifica y a la cual imprime su voluntad y sus ideas; el médium recibe el pensamiento extraño y lo transcribe. En esa situación, el médium escribe voluntariamente y tiene conciencia de lo que escribe, aunque  no sea su propio pensamiento. 

Con frecuencia, es muy difícil distinguir entre el pensamiento propio del médium y el que le es sugerido, lo que lleva a muchos médiums de ese género a dudar de su facultad. Se puede reconocer el pensamiento sugerido en el hecho de que éste nunca es preconcebido; que surge a medida que se escribe y, a menudo, es contrario a la idea anterior que se tenía; puede incluso estar fuera de los conocimientos y de las capacidades del médium.

Hay una gran analogía entre la mediumnidad intuitiva y la inspiración; la diferencia consiste en que la primera está restringida, más frecuentemente, a las cuestiones de actualidad; y puede aplicarse a lo que esté fuera de las capacidades intelectuales del médium; un médium puede tratar por intuición un asunto que le resulte completamente extraño. La inspiración se extiende a un campo más amplio y generalmente vienen en ayuda de las capacidades y preocupaciones del Espíritu encarnado. Las señales de la mediumnidad son allí, en general, menos evidentes.

El médium semimecánico o semiintuitivo participa de las otras dos variedades. En el médium puramente mecánico, el movimiento de la mano es independiente de su voluntad; en el médium intuitivo, el movimiento es voluntario y facultativo. El médium semimecánico siente que su mano recibe un impulso, a pesar suyo, pero al mismo tiempo tiene conciencia de lo que escribe a medida que las palabras se forman. En el primero, el pensamiento sigue al acto de la escritura; en el segundo, lo precede; en el tercero, lo acompaña. (Obras Póstumas, Los Médiums.)

67. ¿Qué son los médiums curativos?

Este género de mediumnidad consiste en la facultad que poseen ciertas personas de curar mediante un simple toque, por la imposición de las manos, la mirada e incluso con un gesto, sin la ayuda de ningún medicamento. Esta facultad tiene su principio en el poder magnético; pero se diferencia de él por la energía y la instantaneidad de la acción, mientras que las curas magnéticas exigen un tratamiento metódico más o menos largo.

Todos los magnetizadores son casi aptos para curar si saben involucrarse con esto convenientemente; tienen la ciencia adquirida. En los médiums curativos la facultad es espontánea y algunos la poseen sin jamás haber oído de magnetismo.

La facultad de curar mediante la imposición de las manos tiene, evidentemente, su principio en un poder excepcional de expansión, pero es aumentada por diversas causas, entre las cuales es necesario colocar en primera línea la pureza de los sentimientos, el desinterés, la benevolencia, el deseo ardiente de aliviar, la plegaria ferviente y la confianza en Dios; en una palabra, todas las cualidades morales. (Obras Póstumas, Los Médiums.)

68. ¿En la acción fluídica es importante la confianza del enfermo?

Sí. La acción fluídica es poderosamente secundada por la confianza del enfermo, y a menudo Dios recompensa su fe con el éxito. (Obras Póstumas, Los Médiums.) 

 
 

 


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