Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada
 

 

Tema: Equilibrio


Los deseos de las hijas


Un padre tenía dos hijas. A la primera le gustaba pasear bajo el sol y escuchar a los pájaros cantar. A la segunda, cuidar con mucho cariño su huerta. 

Un día, conversando con su hija más joven, el padre le preguntó cuál era su mayor deseo.

Ella respondió:

- Soy muy feliz con lo que tengo, pero si pudiera pedir una cosa especial, sería que lloviera bastante todos los días para que las plantas crezcan muy verdecitas.

Al día siguiente, el padre conversó con su hija mayor y también le preguntó cuál era su mayor deseo.

Y ella le respondió:

- No tengo de qué quejarme, pero, si fuera posible, querría que todos los días tuviéramos un cielo limpio, sin nubes, con el sol brillante para que todos pudiéramos disfrutar.

El padre se dio cuenta de que sus hijas tenían buenos motivos detrás de sus deseos, pero ambas se estaban olvidando de algo muy importante. Al día siguiente, por la mañana, llamó a las niñas y dijo:

- Si lloviera todo el tiempo, la tierra se mojaría demasiado. Las plantas no podrían fijar sus raíces y sería difícil caminar por el lodo. Pero, si siempre hiciera sol, sería demasiado caliente para disfrutar el día. ¡Pero escuchen! Las plantas también necesitan de luz, y los animales necesitan de agua y frescor. El secreto para una buena vida es el equilibrio.

Las hijas comprendieron la enseñanza del padre. Y los tres observaron, entonces, las nubes pasar, la lluvia fina que caía y, cuando, el sol apareció, el lindo arcoíris que surgió.


(Adaptación de la fábula “El padre y las dos hijas”, del sitio web. br.guiainfantil.com, por Lívia Seneda.)


Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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