Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 

Tema: Humildad, confianza en Dios


El limonero


Doña Jacira vivía en una ciudad pequeña del interior. Su casa tenía un enorme patio donde ella plantó un huerto con diferentes árboles que producían frutas deliciosas.

El huerto era muy bien cuidado por doña Jacira y por el jardinero que venía de vez en cuando para podar y hacer la limpieza del patio.

Las frutas producidas ahí eran apreciadas por todos. Todas las tardes doña Jacira iba a su pomar a comer algunas de ellas. Sus hijos también lo aprovechaban mucho. Incluso traían a sus amigos. Ellos subían a las ramas y comían allí mismo las guayabas, los guapurús, las acerolas, las mandarinas...

Los árboles vivían allí contentos, cumpliendo lo que la vida les proponía. Usaban los recursos que habían recibido para producir los mejores frutos que podían y se sentían realizados porque contribuían a la alimentación y la salud de esa familia.

Solo uno de los árboles no se sentía realizado. Era el limonero. Él notaba la alegría de la gente y los elogios que daban a las frutas que comían allí en el huerto y se entristecía porque nadie comía sus frutos. Nunca, nadie había probado siquiera uno de sus limones.

Se sentía inútil.

- ¡No sirvo para nada! ¡Nadie come mis limones! No sé por qué sigo todavía plantado en este huerto – era los que él pensaba.

A veces hasta se avergonzaba, porque siempre lo trataban muy bien. Doña Jacira siempre recogía sus frutos con delicadeza para no dañar sus ramas, regaba sus raíces con abundante agua cuando tardaba mucho en llover y llamaba periódicamente al jardinero para que lo abonara y lo podara según fuera necesario.

A pesar de la decepción que sentía, creyendo que su desempeño no era bueno, el limonero no desistía en tratar de dar siempre lo mejor de sí.

- ¡Hago mi parte y eso es todo lo que me toca hacer! - pensaba. – No puedo obligar a nadie a que le gusten mis limones, ¡pero al menos tengo mi conciencia tranquila!

Y así pasaron los días...

El limonero, con humildad, produjo hermosos limones, pero ni los pájaros los picoteaban.

Cada dos o tres días venía doña Jacira con una bolsita y recogía varios limones. Nadie entendía por qué.

– Creo que las recoge para tirarlas a la basura, para que no se caigan aquí. Parece que no quiere ni esas frutas en el suelo del huerto – pensaban algunos.

Un día, sin embargo, sucedió algo diferente: Doña Jacira llegó a la huerta con su vecina Doña Cida.

Vinieron con varias bolsitas y doña Jacira dijo:

– Cida, amiga mía, siéntete libre, recoge la fruta que quieras. Nuestros árboles han producido mucho y son frutas deliciosas. Pero quiero sugerirte algo: no dejes de recoger limones. Son espectaculares, llenos de jugo y sabor. ¡No puedo prescindir de mis limones en mi cocina! Ya me acostumbré a usarlos para todo. En verano hago limonadas para refrescarme y, en invierno, infusiones con limón para ahuyentar la gripe. Aprendí recetas deliciosas, como esa tarta de limón que sirvo siempre que tengo invitados. Sin mencionar que uso limón para sazonar ensaladas y frituras. Sobre todo, este maravilloso limón es la mejor medicina cuando mi estómago no se siente bien, para ayudar con la digestión. Puedes recoger varios, Cida, porque este árbol produce muchos. ¡Es una bendición! Este limonero merece mis mejores cuidados.

El limonero no podía creer lo que acababa de escuchar. De repente, todo tuvo sentido. Comprendió que sus frutos no se comían allí, sino que se usaban de muchas maneras en la cocina y que doña Jacira dependía mucho de ellos. El limonero se sintió útil y feliz y pensó:

“¡Qué bueno que nunca dejé de hacer mi trabajo! No tenía que haber dudado. Si me cuidaba era porque me quería bien”.

Nada cambió en la rutina del huerto, en los tiempos que siguieron, excepto el aprendizaje que tuvieron el limonero y los demás árboles: nuestra parte en la vida es siempre servir, dando lo mejor de nosotros. Dios es el responsable del resto y si nosotros cumplimos con nuestra parte, Él también cumplirá con la Suya.

 

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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