Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 

Tema: Optimismo


¡Hoy va a ser un gran día!


Carlos se despertó con el ruido del despertador. Por la ventana no había luz, parecía que todavía era de noche.

Eran las 6 de la mañana y Carlos tenía sueño. Le gustaría dormir más, pero tenía que despertar para llevar a su mamá al doctor. Ella ya estaba muy anciana, tenía problemas de salud y había agendado sus exámenes para esa mañana.

Carlos se levantó, miró por la ventana y vio que había tantas nubes oscuras en el cielo, que el amanecer estaba cubierto. El viento balanceaba las plantas y una lluvia fuerte no iba a tardar en caer.

- ¡Dios mío! ¡Qué día difícil va a ser hoy! – dijo Carlos, refunfuñando.

A pesar de estar desanimado, se arregló y fue hasta el cuarto de su madre para despertarla.

Para su sorpresa, Doña Cida ya estaba de pie, ya se había cambiado y dijo animada cuando lo vio:

- ¡Buenos días, hijo! ¡Buenos, no, grandioso! ¡Porque hoy va a ser un gran día!

A Carlos le extrañó el ánimo de su viejita. Le pareció que ella no recordaba que era el día de sus exámenes. O quizás, que no se había dado cuenta de que ellos debían salir de casa con ese clima tan horrible.

- Mamá, ¿te estás acordando que hoy no podrás tomar tu desayuno, que tanto te gusta? ¿Qué hoy es el día de tus exámenes y tienes que hacerlos en ayunas, sin comer nada?

- Claro que me acuerdo, Carlos, ¡estoy vieja, pero no acabada! – dijo ella, dando una risotada encantadora.

Carlos, todavía malhumorado, continuó preguntando:

- ¿Sabes que además de no tomar tu desayuno, vas a tener que quedarte en el laboratorio esperando tu turno? ¿Y que tenemos que llegar allá temprano, y que te van a aplicar una inyección antes del examen?

Doña Cida, dándose cuenta de que Carlos solo estaba viendo el lado malo de las cosas, respondió:

- Sí, Carlos, claro que lo sé. Yo escuché muy bien lo que explicó el doctor.

Y Carlos, pareciendo querer poner a prueba el buen ánimo de su madre, dijo:

- Y para empeorar, el día comenzó con un clima horrible, con frío, viento y lluvia. ¿Todavía piensas que va a ser un gran día, mamá?

Doña Cida tenía muchos años de vida y muchas experiencias bien vividas, que le habían enseñado lecciones importantes. Entonces, con calma, le dijo:

- Querido mío, tú mismo lo acabas de decir, entonces sabes muy bien de los desafíos que tendremos hoy. ¿Qué piensas que es mejor? ¿Pasar por ellos con optimismo, con buen humor, con confianza en Dios, o con pesimismo y mal humor?

- Estoy preparándome para tener hoy el mejor día posible - continuó doña Cida. – ¡Hoy sí va a ser un gran día! Tengo tu apoyo para acompañarme, tengo la oportunidad de cuidarme, tengo un abrigo y un paraguas para protegerme y voy acercándome más a Dios, porque estoy rezando mucho para que Él me bendiga y todo salga bien. Si yo comienzo el día mal, va a ser mucho más difícil, pero si yo pongo en mi mente y en mi corazón que hoy va a ser un gran día, seguramente voy a tener un día mucho mejor, ¿no crees? – preguntó la señora, con una sonrisa.

Carlos escuchó con atención lo que su madre le dijo y no pudo dejar de reconocer que doña Cida tenía razón. Entonces, le dio un abrazo y dijo sonriendo:

- ¡Tienes razón, mamá! ¡Hoy va a ser un gran día, estoy seguro!

 

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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