Especial

por Paulo Hayashi Jr.

El emblema del trabajo del Creador

En la obra básica del Espiritismo, El Libro de los Espíritus, hay un sensillo pasaje inicial llamado Prolegómenos. El término deriva del griego prolegomenon y significa “lo que precisa ser dicho antes1”. Se trata de las nociones o principios básicos que auxilian en la presentación e interpretación de una obra mayor. Dentro de este valioso texto introductorio se destaca el emblema del trabajo del Creador. Sigue el referido trecho, tanto en el original como en la traducción en portugués:

«Tu mettras en tête du livre le cep de vigne que nous t'avons dessiné, parce qu'il est l'emblème du travail du Créateur ; tous les principes matériels qui peuvent le mieux représenter le corps et l'esprit s'y trouvent réunis : le corps, c'est le cep ; l'esprit, c'est la liqueur ; l'âme, ou l'esprit unis à la matière, c'est le grain. L'homme quintessencie l'esprit par le travail, et tu sais que ce n'est que par le travail du corps que l'esprit acquiert des connaissances[3].» - Prolegomenes, p. 30.

“Pondrás en la cabecera del libro la cepa que te diseñamos, porque es el emblema del trabajo del Creador. Ahí se encuentran reunidos todos los principios materiales que mejor pueden representar el cuerpo y el espíritu. El cuerpo es la cepa; el espíritu es el licor; el alma o espíritu ligada a la materia es el grano. El hombre quintaesencia el espíritu por el trabajo y tu sabes que sólo mediante el trabajo del cuerpo el Espíritu adquire conocimientos 4”. - Prolegómenos, p. 50.

Inicialmente, es esencial fijar que la palabra utilizada es emblema y no símbolo. Tal palabra viene del griego “μβλημα - émblema”, «algo para incluir dentro 4»” o aun «ornamento sobre jarrones 5», y se refiere a la señal distintiva o ilustración que auxilia en el entendimiento y fijación de una composición moral. Tener o no una ilustración representa la diferencia entre un emblema y otras piezas morales, tales como los proverbios, los dichos y expresiones sapienciales. Además, en el emblema, texto y figura se auxilian en la comprensión global del asunto6. Diferente del símbolo, que es una ilustración, pero que no precisa estar necesariamente vinculado a alguna información o contenido moral.

El emblema del trabajo del Creador es la vid y algunos comentarios pueden ser hechos sobre la cuestión. Los informes son en la intuición de explorar las ideas incluidas en el ítem para una mejor comprensión de aspectos del Espiritismo y de sus prácticas. No se tiene la intención de agotar el tema, tampoco de cuestionamientos. El entendimiento y asimilación del emblema puede auxiliarnos en nuestro trabajo y caminata en las viñas de Dios.

La vid presenta algunas características ímpares sobre superacción, resistencia, capacidad de fructificación y expansión que merecen atención y reflexión. Para la producción de vinos íconos, solos poco dotados y carentes de materia orgánica propician condiciones especiales para el desenvolvimiento de la planta. La parra cuando es plantada en terreno con suelo fértil y rico en materia orgánica propicia una planta con sistema radicular menos profundo del que cuando es cultivada en suelo pedregoso, por ejemplo. Muchas regiones productoras de vinos de cuidado acostumbran a ser áreas con suelos parcos, lo que obliga a la vid a desenvolver raíces más profundas para alcanzar los nutrientes necesarios en el subsuelo. En otras palabras, las dificultades configuran el camino para la planta desenvolverse de modo a potencializar sus resultados con excelencia. Además, señaliza la importancia de Dios y de los antepasados para que se tenga un sistema radicular mejor desenvuelto. Es la búsqueda del Creador en el interior profundo para suplir los nutrientes justos para la vida, así como la gratitud y celo a los espíritus afines. Otra manera posible de contemplar el sistema radicular es vincularlo a la educación moral de la infancia debido al periodo inicial de formación del individuo7.

Otro hecho sobre la vid es su capacidad de adaptarse a las condiciones climáticas extremas y a su velocidad de regeneración, floración y fructificación. En regiones vitivinícolas, hay la nítida percepción de diferentes escenarios conforme las estaciones y épocas del año. Vale destacar que, tradicionalmente, la cultura viene de regiones de clima templado y la capacidad de resistencia y superación de las dificultades es notoria. En lenguaje artístico, se puede decir que la vid vence la nieve, el desierto y las intemperies ambientales para fructificar con loor la misión de la planta. Ciertamente la tarea de la vendimia o de la cosecha configura punto simbólico importante, aun que existan trabajos silenciosos del mosto hasta la producción final del vinho.

Otro elemento esencial para la producción de la planta es la incidencia solar. Por medio de la fotosíntesis el vegetal tiene la capacidad de producir energía para vencer las adversidades externas y de fructificar de modo adecuado. Por eso, las vides que tienen alta incidencia solar tienden a producir frutos más dulces. Lo que permitirá en el futuro la fabricación de vinos de referencia. Así, “amarrad las cepas, para que no caigan y se mantengan erguidas, y sus ramas subirán al cielo8”.

La ascensión y fototaxia es facilitada por medio de ls zarcillos presentes en la vid y que la auxilian en el apoyo para su crecimiento. Estos zarcillos se asemejan a pequeños “resortes” y ayudan en la fijación y adaptación de la planta para avanzar en el crecimiento ascensional para la luz.  Se cuenta en el emblema reproducido en El Libro de los Espíritus, tres zarcillos y cuatro hojas para apenas un único racimo de uva. El racimo perfecto no es compuesto apenas de un único grano excepcional, sino de todos. Es la importancia de la familia y del grupo de espíritus afines. Todavía, si en un único grano podemos saber la cantidad de simientes, en cada simiente no podemos determinar cuantas vides existen. Así, tanto la cualidad individual como colectiva cuentan para el progreso general.

Pero, apenas la planta en sí no genera buenos vinos. Es esencial también la interacción con el ser humano y con aquello que se denomina de terruño. El terruño es la interacción de factores naturales con los tecnológicos y humanos que permite la creación de áreas con identidad propia y características definidas, tanto en cuestiones organolépticas, como económico-sociales. En este sentido, las áreas de Champagne en Francia, Priorat o La Rioja en España, Douro en Portugal son regiones con características de vinos definidos debido a la interacción de esos multifactores. Diferente del vino fermentado en proceso natural al acaso, el vino producido por el ser humano, a partir del momento que dominó su técnica de producción, tiende a valorar ciertos patrones y gustos en vez de otros. Así, sea por factores históricos, sea por elementos naturale, las regiones productoras de vino se organizarán y se diferencian una de las otras por medio de sus terruños.

De estas regiones con excelentes terruños son producidos vinos de renombre mundial. Esos vinos tintos de guarda son conocidos por maduración y ganar características notorias adicionales. O aun, corregir sus fallos iniciales para mostrarse como producto superior que mejoró con el tiempo. Es la exhuberancia del vino que se presenta excepcional no más por la apariencia externa jovial, mas por el brillo sutil y apurado de matices imperceptibles para la gran mayoría de las personas. Es preciso ser un legítimo connoisseur para apreciar todos los matices envueltos de un vino superior. Es la sofisticación de los sentidos de modo a superar lo tradicional y que envuelve educación y prácticas, esfuerzos y conquistas para organizar el aparato biológico y mental para captar y diferenciar tales microtonos. De cierto modo, en muchos puntos se asemeja con el desempeño de la mediumnidad.

Sobre el correcto perfeccionamiento del ser humano en conjunto con el tiempo, tambiém es una propuesta del Espiritismo, en especial con la reencarnación. De esta manera, el contenido es mejorado a cada cambio de barrica. En las consideraciones expuestas por el Evangelista Lucas 9: “Y nadie echa vino nuevo en odres viejos; de otra suerte el vino nuevo romperá los odres, y se derramará el vino, y los odres se estropearán”. Pasaje similar es encontrado en otros Evangelistas 10 también. Por medio de la reencarnación, el vino que antes parecía de menor calidad va depurándose al punto de no precisar más de la barrica 11.

La parra es una planta de exhuberante producción de frutos y, en el caso de los vinos comerciales modernos, es necesario que el productor realize podas planeadas de las resinas. Lo que permite disminuir el número de racimos para que se produzcan frutos de mejor calidad. Además, cortes regulares en la propia planta son fundamentales para su renovación y continua producción. Las podas son maneras de equilibrar la materia seca de la planta con la parte verde, lo que posibilita mejor rendimiento y aprovechamiento de la vid. Retirar los tocones y ramas secas permite também evitar problemas con hongos y otros micro-organismos que estropean la salud de la vid como un todo.

Por medio de las podas se prepara el futuro, al mismo tiempo que dirige el presente, los recursos de la parra y sus condiciones. Es estar atento y no descuidarse como legítimo jardinero fiel.

Y en las recomendaciones de San Agustín: “Para trabajar en la viña es preciso ser robusto y poderoso; el hombre debe tener el vigor que Dios le dio. Él no creó la Humanidad para transformarla en raza bastarda y macilenta; él la hizo como manifestación de su gloria y de su poder 12”. Es dar su testimonio a Dios para volver sacra la vida por medio de su protagonismo y también iniciativa en las obras de realización. Por eso, el jardinero próspero también es cocreador en el jardín del mundo.

Más allá de eso, por medio de las podas, las modificaciones son elaboradas para expansión del viñedo. En las recomendaciones del autor espiritual: “Cortad los brotes y plantarlos en otro campo; ellos producirán nuevas viñas y otros brotes en todos los países del mundo 13”. Y San Agustín nos presenta de forma magistral: “Esa viña espléndida que debe erguirse para Dios es el Espiritismo 14”. Una auténtica oda al futuro del Espiritismo.

Más alla del aspecto de la vid, se destaca también que el vino es bebida presente en diversos pasajes de la Biblia. Se cita, por ejemplo, el desembarco de Noé: “Y comenzó Noé a ser labrador de la tierra, y plantó una viña 15”. Se Suma también el primer milagro de Jesús en las bodas de Caná con la transformación del agua en vino 16, además de los valiosos pasajes sobre los diferentes trabajadores en las viñas del Señor 16.

Entre tanto, en los Prolegómenos, no es citado directamente la palabra vino “vin”, sino licor “liqueur”. Esta es una bebida dulce realizada por medio del contacto prolongado de la fruta con el medio, en el caso con el alcohol, lo que posibilita la transformación del contenido que antes eran dos elementos separados en apenas uno. Diferente del vino que pasa por un proceso de fermentación natural, el licor simboliza el refinamiento del trabajo humano en conjunto con Dios. Y como nos es recordado en el texto, apenas con el trabajo puede el individuo traer la quintaesencia al espíritu. 

De este modo, la vid como emblema del trabajo del Creador sirve como fuente de inspiración y ejemplo moral para llevar adelante nuestras luchas diarias. De agradecer y resistir las dificultades para cumplir nuestra misión con celo y dedicación. De obrar en pro de la evolución presente y futura, y no quedar limitado a lo que ocurre en nível de superficie. Tener la confianza y la fe de la perfectibilidad incluso que los eventos ocurran de modo sutil, invisible y silencioso. Además, precisamos apoyar y auxiliar a nuestros semejantes en la caminata también. Es esencial que las uvas estén próximas del punto de madurar unas de las otras. Caso contrario, la falta de una dulzura general no permitirá la producción adecuada de vinos. La abundancia no viene de apenas un único racimo, sino de todo el conjunto.

Por tanto, agradecemos a Dios por las oportunidades de estar en la viña y a Jesús por el camino y ejemplo de dulcificación de nuestro ser por medio del trabajo con tolerancia, de la solidariedad con paciencia y de la inteligencia con amor. En las palabras finales de San Agustín: “Orad, amad y haced la caridad, mis hermanos. La viña es grande, el campo del Seño es inmenso. Venid, venid: Dios y el Cristo os chaman y yo os bendigo 18”. 

 

[1] Link-1

[2] Allan Kardec. Le Livre des Esprits. Nouvelle Edition Conforme A La Seconde Edition Originale De 1860. Union Spirite Française Et Francophone. Link-2

[3] Allan Kardec. Le Livre des Esprits. Nouvelle Edition Conforme A La Seconde Edition Originale De 1860. Union Spirite Française Et Francophone. Link-3

[4] Link-4

[5] Link-5

[6] Saunders, A. (1993). Is it a proverb or is it an emblem? french manuscript predecessors of the emblem book. Bibliothèque d’Humanisme et Renaissance, 55(1), 83–111. Link-6

[7] Ver “Obras póstumas”, Allan Kardec, Item: Credo Espírita, educação e instrução.

[8] Santo Agostinho. “A Vinha do Senhor”. Revista Espírita: Jornal de Estudos Psicológicos - 1862. Brasília: FEB, 2004, p. 136.

[9] Lucas 5:37

[10] Marcos 2:22; Mateus 9:17

[11] O Livro dos Espíritos, pergunta 168.

[12]Santo Agostinho. “A Vinha do Senhor”. Revista Espírita: Jornal de Estudos Psicológicos - 1862. Brasília: FEB, 2004,  p. 137.

[13] Santo Agostinho. “A Vinha do Senhor”. Revista Espírita: Jornal de Estudos Psicológicos - 1862. Brasília: FEB, 2004,  p. 136.

[14] Santo Agostinho. “A Vinha do Senhor”. Revista Espírita: Jornal de Estudos Psicológicos - 1862. Brasília: FEB, 2004, p. 136.

[15] Gênesis 9:20

[16] João 2:11

[17] Mateus 20:1-16; Lucas 20:9-19; Marcos 12:1-11.

[18] Santo Agostinho. “A Vinha do Senhor”. Revista Espírita: Jornal de Estudos Psicológicos - 1862. Brasília: FEB, 2004, p. 137.


 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

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