Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

Tema: Buena conducta; esfuerzo


Todos por un Mundo Mejor


Érase una vez, en un poblado distante, una niña que vivía en una casita pobre con sus padres. La familia no tenía muchos recursos y la niña sabía que, para mejorar de vida, necesitaba estudiar. Tenía ganas de conocer todo, de aprender a hacer las cosas. Quería prepararse para tener una profesión y hacer cosas buenas con su trabajo. Por eso, pidió muchas veces a sus padres que la matricularan en una escuela.

Después, durante los primeros días, la profesora se dio cuenta de cuánto se esforzaba la niña. Prestaba atención a sus clases. Cuidaba sus materiales. Era educada con las personas. Estaba siempre arreglada, limpia y con el cabello peinado, a pesar de no tener ninguna ropa bonita.

La profesora, dándose cuenta del buen comportamiento de la niña, siempre la elogiaba.

Un día, la profesora pensó:

- ¡Qué pena! Ella es tan buena, pero su apariencia es siempre fea debido a la ropa que usa. ¡Voy a darle de regalo un vestido muy bonito!

La niña quedó linda con el vestido azul que le regaló la profesora. Y se sintió tan bien con él que empezó a arreglarse aún más.
Tomaba un baño antes de ir a la escuela, se peinaba
bien el cabello y lo
amarraba con una cinta.

Al ver que su hija quedaba muy bonita con el vestido nuevo, su madre decidió ahorrar dinero para comprar telas y hacerle otras prendas bonitas.

La niña pasó a andar siempre con una apariencia agradable, además de continuar siendo estudiosa y educada, encantando a todos los que convivían con ella.

Después de algunas semanas, el padre, orgulloso de su hija, de quien solo recibía elogios, dijo a su esposa:

- Querida, nuestra hija merece vivir en una casa más bonita. En mi tiempo libre voy a pintar las paredes, arreglar la cerca y plantar flores en el jardín.

Así lo hizo. Después de cierto tiempo, la casa estaba tan bonita que era la más llamativa de la calle.

Los vecinos, entonces, siguieron el ejemplo del padre de la niña. Comenzaron a arreglar sus casas y, después de algunos meses, toda la calle estaba bonita, con macetas floridas, árboles frondosos y lindas casas.

Entonces, esa calle pasó a ser la más agradable del barrio. Los habitantes de las otras calles, al ver eso, también quisieron arreglar sus casas. Poco a poco, todo el barrio estaba mejorando.

Un día, un representante de la prefectura pasó por ahí. Ante las bonitas casas, jardines y árboles, pensó que ese barrio tan bonito mecería mejorar.

Poco después, comenzaron las obras. Las calles fueron pavimentadas, la iluminación mejorada, la recolección de basura regularizada y la plaza reformada.

La niña, que quería estudiar y mejorar su vida y la de su familia, no tenía idea de que ella había comenzado toda esa transformación.

Ninguna de las personas de esta historia sabía que, cuando hicieron lo mejor a su alcance, estaban influenciando a alguien. Pero es eso lo que sucede cuando cada uno se esfuerza para hacer el bien: el mundo entero mejora.

 

Texto adaptado de la historia “El Vestido Azul”.
  

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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