Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 

Tema: Libre albedrío, lazos de familia, auxilio


La decisión de Ploc


El sapo Ploc vivía en un lindo lago con agua limpia y mucha vegetación alrededor. Como era un lugar agradable, muchos sapos vivían ahí. Por eso, también era un lugar muy agitado.

Queriendo un poco de tranquilidad, un día Ploc encontró en los alrededores otro lago, más pequeño y sin nadie.

Ploc entró al pequeño lago y le gustó. Pensó que ese era su día de suerte, pues había encontrado un lugar solo para él. Pero, en realidad, el agua de ese pequeño lago recibía, por debajo de la tierra, la influencia de un volcán extinguido. Por eso, de tiempo en tiempo, su agua se ponía muy caliente. Pero Ploc no sabía eso.

Cuando sus familiares y amigos lo encontraron, le explicaron a Ploc que corría riesgo al vivir ahí y le pidieron que volviera a casa.

Pero Ploc no veía ningún peligro y no los quiso escuchar, pensando: “Cuando no esté bien aquí, me voy”. Por eso, se peleó con los otros sapos y los botó lejos, diciéndoles que sabía cuidar de sí mismo.

Sucedió que el agua fue realmente calentándose más y más. Pero Ploc no se daba cuenta, pues la temperatura subía muy lento.

Los otros sapos fueron nuevamente al pequeño lago y vieron que la situación no era buena. Intentaron una vez más convencer a Ploc, pero él todavía no les creía.

Los hermanos de Ploc, muy preocupados, no querían que nada malo le pasara y, por eso, decidieron sacarlo de ahí a la fuerza. Saltaron encima de él y lo arrastraron fuera del pequeño lago.

- ¿Qué están haciendo? ¡Déjenme en paz! ¡Yo quiero quedarme aquí! ¡No se entrometan en mi vida! – gritaba Ploc, nervioso. Para él, ese lugar todavía era bueno y tranquilo.

Tanto gritó y pateó Ploc que los otros sapos decidieron soltarlo. Su hermano mayor se dio cuenta de que no ganaban nada con forzarlo. No era de esa manera que lograrían ayudar a su hermano.

- ¡Muy bien, Ploc! Aunque no estemos de acuerdo, nosotros vamos a respetar tu decisión. Quédate ahí cuanto quieras – dijo el sapo, desanimado.  

Y entonces, muy tristes, se fueron y Ploc saltó de nuevo a su pequeño lago.

Pasó algún tiempo y todos continuaban preocupados por Ploc, esperando que volviera a casa.

Un día, el hermano mayor, que sentía nostalgia, llamó a los otros sapos para hacerle una visita a Ploc.

Cuando llegaron al pequeño lago, se llevaron un gran susto. Ploc estaba todo rojo y casi desmayado. El agua ya estaba muy caliente y Ploc estaba muy mal, sin fuerzas para moverse.

Cuando escuchó la voz de su hermano, Ploc, desesperado, comenzó a pedir casi sin voz:

- ¡Ayúdenme! ¡Por favor, ayúdenme! ¡Sáquenme de aquí!

Los sapos inmediatamente se dieron cuenta de que había llegado el momento de ayudar a Ploc. Finalmente, él había reconocido que ese lugar no le hacía bien. Aun sintiendo el malestar del agua caliente, los sapos entraron al pequeño lago y arrastraron a Ploc hacia fuera. Después, lo llevaron cargado a casa.

Cuando Ploc fue colocado de vuelta en el antiguo lago, sintió la deliciosa agua fresca enfriando su cuerpo y aliviando su malestar. Se dio cuenta de cuán engañado estuvo y quedó muy agradecido con los que lo ayudaron.

A pesar de haber hecho una mala decisión, con el cariño de su familia y de sus amigos, Ploc, felizmente, logró salvarse y tener una vida feliz.


Texto inspirado en la historia El Sapo en la Olla.


  

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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