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Año 6 296 – 27 de Enero de 2013
Traducción
Elza Ferreira Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 

Alone Again, letra pobre
para una linda canción


Hace 40 años que el cantante y compositor Gilbert O’Sullivan alcanzó enorme suceso en varios lugares del mundo, incluso en Brasil, con la canción Alone Again, cuya melodía es, indudablemente, encantadora. Pulsando en este Link, el lector podrá oírla y, al mismo tiempo, cotejar su letra en inglés y en portugués:http://www.vagalume.com.br/gilbert-osullivan/alone-again-naturally-traducao.html  

La letra no hace, sin embargo, justicia a la belleza de la música, por pasar una idea negativa a propósito de los sinsabores de la vida y de las vicisitudes que las personas en general enfrentan en su pasaje por la experiencia reencarnatoria en el mundo donde vivimos.

Pensamiento suicida, duda sobre la bondad de Dios, demostración de impotencia delante de las dificultades de la vida y desesperación con el fallecimiento de la madre, he aquí, en síntesis, lo que dice el autor de la canción, lo que demuestra como la filosofía y la religión dominantes poco enseñan a respecto de la existencia humana y de sus superiores finalidades. 

El hecho es lamentable pero no nos causa, en verdad, sorpresa alguna.

Al fin y al cabo, ni el actual papa logró amortiguar sus dudas con relación a Dios cuando, años atrás, luego que asumió la dirección de la Iglesia, fue a Auschwitz (Polonia), para una visita al antiguo campo de concentración de tan funesto recuerdo, donde murieron más de un millón de personas, la gran mayoría de origen judía.

“¿Por qué, Dios, el señor permaneció en silencio? ¿Cómo pudo tolerar todo eso?”, he aquí las palabras de Bento XVI dichas en aquel local, comportándose delante de una tragedia como generalmente se comportan las personas que ignoran las leyes de Dios y la finalidad de nuestra presencia en el mundo.

¿Tendría el papa vacilado en su fe?

La repercusión de las dudas papales fue inmediata. En la revista VEJA, en que la declaración del Sumo Pontífice fue noticiada en la pág. 106 de la edición de 7 de Junio de 2006, lectores varios se manifestaron.

Uno de ellos dice “que el Dios que busco no es el mismo que él conoce”. “¡Mi Dios, magnánimo y justo, habla al hombre a través de sus leyes, expresas en todo lo que Él creó”. Según el mismo lector, Bento XVI parecía ignorar lo que Homero intuyó hace 3.000 años, o sea, que las desventuras que asolan la Humanidad son consecuencia de nuestros propios errores, de las faltas e imprudencias que nosotros mismos cometimos.

Días después, VEJA transcribió una carta enviada por Suzel Tunes, asesor de comunicación de la Iglesia Metodista, el cual, basando sus ideas en el pensamiento del teólogo inglés John Wesley, fundador del movimiento que dio origen a la mencionada iglesia, dice que cabe al hombre restaurar la armonía divina por medio del relacionamiento responsable y amoroso con la naturaleza y con su semejante. Así, en la perspectiva wesleyana, en la tragedia de  Auschwitz, “era el hombre que estaba distante de Dios en Auschwitz, y no lo contrario”. 

                                                        * 

Delante de lo que acabamos de exponer, no nos cuesta recordar que, siendo la Tierra un mundo destinado a pruebas y expiaciones, no admira que en ella ocurran tantas tragedias y tantos sufrimientos, para lo que Jesús nos advirtió, hace más de dos mil años, con impresionante clareza:

·         “¡Ay del mundo, por causa de los escándalos; porque es necesario que vengan los escándalos, pero ay de aquel hombre por quien el escándalo viene!” (Mateos, 18:7.)

·         “Jesús entonces le dice: Meta en su lugar su espada; porque todos los que lancen mano de la espada, por la espada morirán.” (Mateos, 26:52.).    



 


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