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Entrevista Português Inglês    
Año 6 286 – 11 de Noviembre de 2012
GUARACI LIMA SILVEIRA   
glimasil@hotmail.com 
Juiz de Fora, MG (Brasil)
 
Traducción:
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com
  

 
Denis Gleyce Moreira:

“Jesús está con nosotros, pero ¿estamos ayudando?

El autor del libro La Gran Transición de la Tierra: el sentido de urgencia dice que es necesario liberar al hombre de la mentira que el sistema nos impone al asociar felicidad con consumo

 

Denis Gleyce Pinto Moreira (foto) nos dice que tuvo la bendición de haber nacido en la ciudad de Belém do Pará, donde reside actualmente y ejerce el cargo Abogado de la Unión. En los últimos años ha enfocado su actuación profesional en el área socio- ambiental.
 

Espírita hace 20 años aproximadamente, no llegó al Espiritismo como un proceso de conversión sino de descubrimiento. Se adecuó rápidamente a sus postulados, entendiendo que ya los conocía de otro tiempo y lugar. Participa en el centro Espirita Jesús de Nazareth y del Grupo Amor y Caridad, ambos de Belén.


Recientemente lanzó a través de la Editora Lumen la excelente obra La Gran Transición de la Tierra: el sentido de urgencia. En uno de sus viajes de presentación de la obra, conversó con  nosotros de manera gentil y amigable. 

¿Cómo fue su iniciación en el Movimiento Espírita?

Dos libros me conectaron con el Espiritismo. Exiliados de Capela, de Edgar Armond, y Después de la Muerte, de León Denis. Este último me atrapó y su elocuente espiritualidad me apasionó y me arrastró al estudio del Espiritismo. Fue una división de mi identidad personal, una persona antes y otra después.

¿Cómo ve la gran transición de la Tierra, de acuerdo al título de su libro, recientemente lanzado por la Editorial Lumen?

Desde el punto de vista general, la Gran Transición es la sinergia de un conjunto de hechos y fenómenos que funcionan como un eslabón entre el final de un ciclo evolutivo  y el inicio de otro, viabilizando no sólo un proceso simultáneo de progreso del planeta, de la humanidad y de la espiritualidad, sino también un proceso selectivo que envuelve una amplia migración de Espíritus entre planetas, readecuando el cuadro general de las poblaciones espirituales y humanas involucradas. Bajo el punto de vista íntimo de cada ser, la Gran Transición es un estado del espíritu, afectado profundamente por los acontecimientos de este período que promueven una transición de lo íntimo de lo que somos y de lo que seremos. 

¿Cómo construir un ser ético en estos tiempos de transición?

La respuesta es compleja, porque somos seres complejos. Mientras tanto, puedo resumir afirmando que la Doctrina Espírita provee elementos suficientes para una vida ética. Lo que he resaltado es que un aspecto relevante de esa ética es nuestra actitud ante el planeta. En ese objetivo, permítame motivar al lector: ¿ser indiferente ante la destrucción que está ocurriendo en la Tierra es ético?   

¿Cuál sería la transición individual?

El filósofo pre-socrático Heráclito destaca la importancia el cambio. Nadie pisa el mismo río dos veces, porque el río y la persona cambian. Es decir, el cambio es parte de la dinámica del universo y de la vida. Necesitamos del cambio, del movimiento, de la transformación. Así como el planeta atraviesa por grandes cambios, nosotros también debemos sintonizar con dichos cambios, tenemos que hacer nuestra propia transición individual. Si la transición planetaria exige más cuidado con la naturaleza tenemos que promover ese cambio en nuestras vidas. Si la transición planetaria exige más paz, tenemos que promover ese valor en nuestra conducta. Si la transición planetaria exige que pensemos más en el colectivo tenemos que transitar del individualismo a la solidaridad. En suma, la transición individual es el cambio de nuestro modelo mental individualista, materialista e insustentable hacia un modelo colectivo, espiritualizado y sustentable. 

Actualmente estamos verificando un aumento muy grande de las enfermedades psiquiátricas. ¿Qué nos puede comentar sobre este hecho?

Es un fenómeno que ha llamado la atención de muchos estudiosos. Dentro de las explicaciones posibles está la constatación de que nuestra mente se  está enfermando más. Otra hipótesis es que el aumento de situaciones caracterizadas como enfermedades psiquiátricas atiende a intereses del mercado de la industria farmacéutica. Más allá de los estudios psiquiátricos, otras áreas del conocimiento confirman que vivimos un momento de malestar de la civilización. Las personas sienten que hay algo que está equivocado. 

¿Cómo se involucró en las propuestas ecológicas? ¿Cuál es su objetivo?

Vivir en la Amazonia permite un compromiso natural con esa temática. Cada día que nace tenemos noticias de los graves problemas ambientales que ocurren, algunos nos afectan directamente, otros de rebote. Por otro lado, aquí viven grandes pensadores, activistas y líderes de la causa ambiental y muchos son espíritas. Por lo tanto, tenemos un ambiente intelectual, cultural y espiritual que propicia la interacción del activismo ambiental con la espiritualidad. Mi objetivo es mostrar la relación de la naturaleza con la espiritualidad, mostrar el poder de la actuación individual y en red. Demostrar la complejidad del desafío,  el sentido de urgencia y que hace la diferencia con la participación de cada uno. Como autor, intento viabilizar al lector la triada de oro: reflexionar, prepararse y actuar. 

En su opinión, ¿cómo los espíritas pueden participar con eficacia en esos debates?

No hay duda sobre eso. No solo pueden. Es un deber ético, sobre todo porque tenemos conciencia de que el planeta está pasando por un período turbulento de transición. Y no debe quedarse sólo en debates. Necesitamos actuar como ciudadanos,  exigir cambios y adquirir nuevos hábitos como consumidores, evitando el consumismo, el materialismo y el desperdicio, como país, educando a nuestros hijos, como hijos de Dios, defendiendo este maravilloso planeta, como espíritas, aplicando el evangelio y los conocimientos espíritas en nuestra relación con la naturaleza. 

En una reciente conferencia usted dijo que si todas las naciones  consumiesen como los Estados Unidos lo hacen actualmente, serian necesarios cinco planetas Tierra para cubrir tremendos consumos. ¿Qué es lo que propone, entonces?

En necesario no confundir consumo con consumismo. Nuestra vida en la materia exige un consumo para cubrir, por ejemplo, necesidades de alimentación. Tenemos que consumir. Pero no necesitamos ser consumistas. Eso es consumir con exageración, impulsivamente. Por otro lado, debemos combatir el desperdicio. ¿Podemos considerar como una actitud espiritualizada arrojar comida en un mundo con cerca de 1 billón de personas pasando hambre? Tenemos que consumir sólo lo necesario, reinventar usos y tener otra mirada a lo que consideramos basura. Es el trípode: reducir, reutilizar y reciclar. En el 2008, la ONG World Wildlife Fund concluyó que la huella ecológica mundial excede en cerca del 30% la capacidad de regeneración natural del planeta. Desde entonces el ritmo no ha disminuido. A ese ritmo, para el 2030 necesitaremos dos planetas para mantener nuestro estilo de vida. Y si toda la Humanidad consumiese lo que norteamericanos consumen, entonces necesitaremos cinco planetas. En varias regiones de la Tierra, los estragos de ese ritmo de consumo están sometiendo a millares de seres humanos a una vida degradante y miserable. Ese escenario es parte de la Gran Transición, pero es un deber ético-espiritual de cada uno de nosotros luchar para cambiar ese cuadro. 

Otro tema presentado allí es que cada año perdemos cerca del 1% de tierra fértil mundial. ¿Cómo participar positivamente en el sentido de aminorar esa realidad?

La pérdida de suelo fértil tiene relación directa con la capacidad de producción de alimentar a la Humanidad en el futuro. Per, en realidad, tenemos que posicionar ese desafío en un contexto más amplio, que englobe la degradación y la destrucción de varios ecosistemas. Infelizmente muchas personas no perciben que son parte del problema. Es importante tener conciencia de que construir una casa sobre un manglar, comprar un mueble hecho de madera ilegal, ser consumidor de alimentos que fueron producidos destruyendo el suelo y los bosques, es ser parte del problema. Si cambiamos, el sistema cambia y el mundo cambiará conjuntamente. 

En el capitulo II de su libro usted trata el tema: El Sentido de urgencia; ¿exageración o realidad? ¿En qué punto estamos hoy en la cuestión de sustentabilidad planetaria?

En los últimos años tuvimos avances significativos. Pero la pregunta principal es: ¿estamos haciendo lo suficiente, considerando que la destrucción también es continúa y el tiempo para algunos problemas graves es cada vez menor? El capítulo II trae una inmensa colección de datos, estudios y opiniones que demuestran inequívocamente el sentido de urgencia que, además, fue uno de los temas mas resaltantes en Rio + 20. 

¿Piensa que vivimos en una Matrix verdadera?

Es una metáfora muy apropiada y explico esa lógica en el capítulo III del libro. No podemos negar que vivimos en un sistema que impone un modelo mental individualista, materialista e insustentable. Tenemos que despertar y tener una nueva óptica para el mundo y la realidad y, en ese camino, el Espiritismo tiene contribuciones inestimables para dar. 

En su opinión los debates del reciente encuentro llamado Rio +20 ¿nos deja más confiados del compromiso de los líderes mundiales en relación a la preservación del planeta?

Haber participado de Rio +20 fue una experiencia fantástica. Había un clima de movilización de personas de todo el planeta. Una verdadera fraternidad universal. Pudimos sentirnos vibrando la red de la vida. Pero es necesario entender que la aceleración del ritmo de cambios positivos es promovida con más fuerza por la sociedad civil, por las personas comunes.  Las autoridades oficiales de los países tiene un ritmo más lento, más reticente, pues es más complejo hablar en nombre de una nación entera que congrega varias visiones del mundo tan dispares e intereses tan contradictorios, algunos de los cuales representan sectores históricamente ligados a la destrucción de los recursos naturales del planeta. Pero hay esperanza, no podemos abdicar de ella, pero no puede ser una esperanza pasiva. Tenemos que involucrarnos. 

¿Jesús está a la cabeza?

Muy pertinente su pregunta. Sí, Jesús está a la cabeza del navío terrestre. No estamos solos, ni cautivos de las fuerzas del azar. La espiritualidad está trabajando muy fuerte con nosotros.  Pero recordemos que hay leyes que rigen la vida y estamos dotados del libre albedrio. No sirve ser destructivo y optimista. No habrá magia. Si plantamos pimienta, no cosecharemos fresas. Toda transición exige una travesía del antes al después. Y las travesías tienen sus riesgos. Nuestras decisiones diarias, en el uso del libre albedrio, determinarán nuestra llegada a este punto actual y determinarán como será la travesía hacia el mundo de regeneración. La mayoría de los investigadores ambientales no considera la hipótesis de un mar sereno. En realidad, ya estamos enfrentando tempestades, pero podemos evitar los tsunamis. Jesús está con  nosotros, pero ¿estamos ayudando? 

En su opinión, ¿cuál debe ser hoy la esencia del debate Ecología x Espiritismo?

Son propuestas de vida entrelazadas umbilicalmente. Ambas amplían nuestra percepción de la vida y nos enseñan el respeto a lo sagrado, sea a la naturaleza, sea a la espiritualidad. En este momento es importante debatir aspectos prácticos de la Gran Transición, tales como la necesidad del cambio de hábitos destructivos, los riesgos reales de este momento, la preparación para el cómo lidiar con algunos escenarios y eventos. El proceso de espiritualización del ser pasa por volvernos mejores en todos los cuadrantes de la vida, lo que incluye el perfeccionar nuestra ética de relación con el planeta donde estamos encarnados. Creo que sólo la espiritualización del ser humano puede liberarlo de la mentira que el sistema nos impone al asociar felicidad con consumo. La felicidad no depende de consumir más. Es un estado del espíritu. 

¿Qué es la huella ecológica?

Es un indicador sustentabilidad ambiental. Es el término fue primero utilizado por el ecologista William Reis en 1992. La expresión se refiere a la cantidad recursos naturales necesarios para sustentar nuestro estilo de vida, considerando todos los recursos materiales y energéticos gastados por una determinada persona o población. También ha sido utilizado para medir la sustentabilidad del estilo de vida de productos, servicios y organizaciones. 

¿Nos puede hablar sobre la Teoría de Medea y la Teoría de Gaia?

La teoría de Medea, del paleontólogo norteamericanos Peter Ward, afirma que la naturaleza hace de todo para destruirnos. Se aproxima a la visión del mundo del biólogo evolucionista ateo Richard Dawkins que afirma que el universo es indiferente, sin propósito. La teoría de Gaia, del científico inglés James Lovelock, afirma que la tierra se comporta como un organismo vivo, con capacidad de autorregulación y autoregeneración. Esta teoría fue un avance en relación a la visión cartesiana de que el planeta y el universo eran como máquinas. Pero la teoría de Gaia está incompleta, ya que descarta la noción del propósito del Universo. Por eso, presenté la teoría de Matergaia en el capítulo VIII, donde muestro con base en el Espiritismo y la nueva Cosmología que el universo es inteligente, que tiene un propósito y que la Tierra es sólo uno entre muchos planetas en evolución. 

Le agradecemos y pedimos sus palabras finales.

Hay personas que prefieren no ir al médico para no descubrir las enfermedades que afectan su cuerpo. El Libro  La Gran Transición de la Tierra: el sentido de urgencia, es, digámoslo así, un chequeo del organismo planetario. Algunos lectores se sorprenderán con ciertos datos, estudios y previsiones científicas y espirituales que demuestran cuál es la situación de salud del planeta. También yo me sorprendí. Pero el choque nos puede ayudar a despertar. Y por los relatos que recibo, muchos están despertando. Espero que muchos más despierten hacia los inmensos desafíos que envuelven la Gran Transición y sumen fuerzas para seguir juntos, firmes y con esperanza rumbo al futuro.




 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita