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Estudio Metódico del Pentateuco Kardeciano Português   Inglês

Año 6 261 – 20 de Mayo de 2012  

ASTOLFO O. DE OLIVEIRA FILHO                    
aoofilho@gmail.com
                                      
Londrina,
Paraná (Brasil)  
Traducción
Maria Reyna - mreyna.morante@gmail.com
 

 
 

El Libro de los Médiums 

Allan Kardec 

 (Parte 11)
 

Continuamos con el estudio metódico de “El Libro de los Médiums”, de Allan Kardec, la segunda de las obras que componen el Pentateuco Kardeciano, cuya primera edición fue publicada en 1861. Las respuestas a las preguntas sugeridas para debatir se encuentran al final del texto.

Preguntas para debatir 

A. ¿En qué consiste el fenómeno de transporte o aporte?

B. ¿Un objeto puede ser transportado a un local cerrado?

C. ¿Cómo el Espíritu transporta el objeto?

D. ¿Cuáles son las manifestaciones espíritas más interesantes?

Texto para la lectura

101. Los Espíritus que se aparecen ante nosotros son, en su estado normal, inaprensibles al tacto, pero pueden ser capaces de producir impresión al tacto, dejar huellas de su presencia e incluso, en ciertos casos, volverse momentáneamente tangibles. (Ítem 100, 24ª pregunta)

102. Durante el sueño, todas las personas tienen aptitud para ver a los Espíritus; en estado de vigilia, no. Durante el sueño el alma ve sin intermediarios, y en el estado de vigilia se encuentra siempre más o menos influenciada por los órganos. (Ítem 100, 25ª pregunta)

103. La facultad de la videncia en estado de vigilia depende de la organización física y reside en la mayor o menor facilidad que tenga el fluido del vidente para combinarse con el del Espíritu. Así, no basta que el Espíritu quiera mostrarse; es preciso que encuentre la aptitud necesaria en la persona ante quien desea hacerse visible. (Ítem 100, 26ª pregunta)

104. Los Espíritus se hacen visibles presentándose, normalmente, bajo la forma humana. También pueden producir llamas, resplandores u otros efectos para atestiguar su presencia. Muchas veces, la llama no pasa de ser un espejismo o una emanación del periespíritu. Nunca es más que una parte de éste. Es que el periespíritu no se muestra en forma íntegra sino en las visiones. (Fue así que el Señor se apareció a Moisés la primera vez, en el monte Horeb, como se ve en Éxodo, 3:2.) (Ítem 100, pregunta 28; ver también la 30ª pregunta)

105. Las manifestaciones aparentes más comunes se dan mientras dormimos, por medio de los sueños: son las visiones. (Ítem 101)

106. Los sueños pueden ser: una visión actual de las cosas presentes o ausentes; una visión retrospectiva del pasado y, en algunos casos excepcionales, un presentimiento del futuro. También, muchas veces son cuadros alegóricos que los Espíritus ponen ante nuestra mirada, para darnos advertencias útiles y saludables consejos, si son Espíritus buenos, o para inducirnos al error y lisonjear nuestras pasiones, si son Espíritus imperfectos. (Ítem 101)

107. El Espíritu puede, en las apariciones, tomar la apariencia que mejor lo haga reconocible. Así, aunque como Espíritu no tenga ningún defecto corporal, puede mostrarse lisiado, cojo, jorobado, herido, con cicatrices, si eso fuera necesario para su identificación. (Ítem 102)

108. Es algo natural que, salvo casos especiales, los miembros inferiores no estén siempre claramente definidos. Es por eso que los Espíritus casi nunca son vistos caminando, sino deslizándose como sombras. En cuanto a la vestimenta, ésta se compone comúnmente de un traje de mucha tela, terminando en largos pliegues flotantes. Los Espíritus comunes suelen aparecer con las ropas que usaron en el último período de su existencia. (Ítem 102)

109. Los Espíritus superiores tienen una figura bella, noble y serena; los más inferiores denotan algo de feroz y bestial, no siendo raro que revelen incluso las huellas de los crímenes cometidos o de los suplicios que padecieron. (Ítem 102)

110. El Espíritu reviste a veces una forma más nítida, con todas las apariencias de un cuerpo sólido, hasta el punto de causar una ilusión completa y hacer creer, a los que observan la aparición, que tienen delante a un ser corpóreo. En algunos casos, también, la tangibilidad puede volverse real, esto es, es posible tocar, palpar, sentir en la aparición la misma resistencia, el mismo calor que en un cuerpo vivo. (Lea en El Libro de Tobías el relato sobre la aparición del Ángel Rafael.) (Ítem 104)

Respuestas a las preguntas propuestas

A. ¿En qué consiste el fenómeno de transporte o aporte?

Este fenómeno difiere de las manifestaciones en las que ocurre el movimiento de objetos inertes, sólo por la intención benévola del Espíritu que lo ejecuta, por la naturaleza de los objetos casi siempre graciosos y por la manera dulce y muchas veces delicada con la que son traídos. Consiste en el transporte espontáneo de objetos que no existen en el lugar donde se está; con frecuencia son flores, a veces frutos, bombones, joyas, etc. Para obtener fenómenos de ese orden, es necesario contar con médiums sensitivos, esto es, dotados del más alto grado de las facultades mediúmnicas de expansión y de penetrabilidad, porque el sistema nervioso de esos médiums, fácilmente excitable, les permite por medio de ciertas vibraciones, proyectar a su alrededor con profusión, su fluido animalizado. No todos los Espíritus pueden producirlos, porque es necesario que entre el médium y ellos exista una cierta afinidad, una cierta analogía, una cierta semejanza que permita a la parte expansible del fluido periespiritual del encarnado mezclarse, unirse, combinarse con el del Espíritu que quiere ejecutar el transporte (aporte). Entonces, éste puede, por medio de ciertas propiedades del ambiente terrestre, desconocidas para nosotros, aislar, hacer invisibles y mover ciertos objetos materiales y a los mismos encarnados. (Ítems 96 a 98).

B. ¿Un objeto puede ser transportado a un local cerrado?

El Espíritu puede hacer invisibles los objetos a ser transportados (aportados), pero no hacerlos penetrables, ni romper la agregación de la materia, lo que significaría la destrucción del objeto. Volviendo invisible el objeto, puede transportarlo cuando quiera y lo desenvuelve en el momento conveniente para hacerlo aparecer. Sin embargo, el caso es diferente cuando los objetos son compuestos por el Espíritu. Como éste sólo introdujo en el recinto los elementos de la materia que son esencialmente penetrables, puede introducir un objeto en un lugar, por muy cerrado que esté, pero es solamente en este caso. Los Espíritus tienen la facultad de penetrar y atravesar  los cuerpos más condensados con la misma facilidad con que los rayos solares atraviesan los cristales de una vidriera. (Ítem 99, pregunta nº 20)

C. ¿Cómo el Espíritu transporta el objeto?

Lo envuelve con un fluido extraído en parte del periespíritu del médium y, en parte, de él mismo y es en ésta combinación que oculta y transporta el objeto sujeto del transporte (aporte). Una vez introducido el objeto en el recinto, el Espíritu lo desenvuelve, esto es, quita el elemento fluídico que lo envuelve, volviéndolo nuevamente visible. (Ítem 99, preguntas nº 13 y 19)

D. ¿Cuáles son las manifestaciones espíritas más interesantes?

De todas las manifestaciones espíritas, las más interesantes, sin contradicción, son aquellas por las cuales los Espíritus pueden hacerse visibles. Además, este fenómeno no es más sobrenatural que los demás, puesto que los Espíritus pueden volverse visibles durante el sueño y también durante la vigilia, aunque esto es más raro. (Ítem 100) 

 

 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita