civilizaciones
antiguas? Y, en
su opinión, ¿qué
es lo que más le
hizo crecer, en
sus actividades
profesionales y
doctrinarias,
ese gusto por la
investigación de
este tema? |
Siempre fui un
apasionado de la
Historia Antigua
y Medieval. Mi
formación en
periodismo me
posibilitó
transitar con
cuestionamientos
libres esas
áreas del
conocimiento.
Cuando recuerdo
los libros del
Sr. Ernesto
Bozzano sobre
los pueblos
primitivos y del
extraordinario
Herminio de
Miranda sobre el
cristianismo
primitivo, que
comencé a leer
siendo todavía
un adolescente,
no puedo negar
su influencia.
Al mismo
tiempo, soy un
alma inquieta y
cuestionadora.
Cuando,
entonces, unimos
el ayer con el
hoy, podemos
hasta
comprendernos
mejor.
¿Cómo situar la
investigación de
la cultura y
civilizaciones
antiguas con el
pensamiento de
Jesús y con el
advenimiento
mismo de la
Doctrina
Espírita?
Cuando hablamos
de nuestras
investigaciones,
podemos hacer
conexiones más
acertadas entre
la Historia
Antigua y la
sociedad en la
que vivió Jesús,
(o como me gusta
llamarlo con su
nombre original,
Yenoshú’a)
dominada por
Roma. Jesús, a
pesar de ser
galileo fue
influenciado por
el judaísmo y
era practicante
de esa religión.
El pensamiento
judaico a su vez
fue estructurado
en la mitología
y en las leyes
egipcias. Cuando
voy al medioevo
se abre un
abanico de
informaciones no
sólo del
Cristianismo,
sino también del
nacimiento del
Protestantismo y
de los hechos
que colaboraron
para el
surgimiento de
la Ciencia
Positivista, de
la Revolución
Francesa, del
imperialismo
napoleónico,
hechos que
antecedieron a
la Doctrina
Espírita.
¿Y por qué la
conexión entre
la psicología,
la psiquiatría y
las
civilizaciones
antiguas?
Es posible, con
estas ciencias,
entender mejor
el
comportamiento
de ciertos
líderes como
Julio César,
Augusto, el
perturbado
Tiberio, que
para mayor seña
fue el
responsable de
introducir a
Calígula en
las perversiones
sexuales siendo
su tutor, la
inteligencia
político-administrativa
y la sociopatía
de Nerón que
supo aprovechar
la propaganda
contra los
cristianos, que
era antigua,
para culparlos
del incendio en
Roma. Y cuando
empezamos a
entender el
discurso de
Jesús, vemos a
un individuo
altamente
conectado con
todos estos
procesos
culturales que
no sólo sufrió
su pueblo, sino
también los
galos, los
bretones, los
bárbaros, y
cuando estudio
el Imperio
Romano esto me
lleva a
comprender el
movimiento de
los cristianos.
Sin embargo,
hago una llamada
de alerta: no es
posible entender
a Jesús por la
Psicología, sin
antes descubrir
al Jesús
histórico.
¿Cómo esa
conexión influyó
en el progreso
del pensamiento
y del movimiento
espírita?
Los Espíritus
afirmaron en El
Libro de los
Espíritus “que
el Espiritismo
tendría un lugar
en los
acontecimientos
humanos”. No
dijeron que
tomaría el lugar
de...., sino que
también tendría
su espacio
(cuidado con el
fanatismo). El
hombre que no
conoce su
pasado, no sabe
el valor de su
presente y no
puede vivirlo en
profundidad, así
como jamás
comprenderá que
también estamos
haciendo la
historia. Como
bien hizo
hincapié el Sr.
Kardec: “El día
en que la
ciencia
demuestre que el
Espiritismo está
equivocado en un
punto, abandone
la Doctrina en
ese punto y siga
a la ciencia”.
El Espiritismo
es progresista y
no hay manera de
aislarlo
como una secta
debido a
nuestro
límite de
comprensión.
¿Qué sentido
tiene el
movimiento
espírita en
relación a tales
enfoques?
Nosotros, que
tenemos al
Espiritismo como
filosofía de
vida,
comprendemos que
todo espírita
bueno y sincero,
aun con su carga
de
imperfecciones,
es un filósofo;
cuando no, el
Espiritismo lo
vuelve al menos
un cuestionador.
Estos espíritas
comprenden muy
bien el objetivo
de nuestras
investigaciones,
pero, como aún
tenemos los
paradigmas
intelectuales
enyesados por
las creencias
católicas, otros
piensan que
redescubrir a
Jesús es inútil,
pero yo los
entiendo: tienen
miedo, tal como
yo tuve un día,
de descubrir que
lo que afirmamos
puede estar
equivocado y más
aún: que algunos
Espíritus pueden
haber colocado
opiniones
personales en
sus
informaciones, y
por ello estas
exposiciones
resultan
superadas por la
Arqueología y
por la historia.
¿Y las
investigaciones
sobre Jesús,
considerado
históricamente?
Jesús es un gran
desconocido y su
mensaje aún nos
resulta extraño.
Recientemente,
algunos exegetas
al lado de
historiadores y
críticos
textuales
revelaron, luego
de 12 años de
investigaciones,
que de todo lo
que hay en los
Evangelios como
mensaje
atribuido a
Jesús y los
hechos que lo
envolvieron,
menos del 10%
pertenece al
hombre de
Nazareth.
Entonces, ¿cómo
seguir a un
hombre que
desconocemos y
un mensaje que
en la mayor
parte nunca le
perteneció? ¿No
estaría allí
también una de
las causas para
la dificultad
que vivenciemos
este mensaje?
De todas esas
investigaciones,
¿a qué
conclusión llega
en la etapa
actual en que se
encuentran?
Jesús, hoy en
día, no está más
en los círculos
religiosos. De
hecho, creo que
nunca estuvo. El
hombre de
Nazareth está
siendo
investigado en
grandes
universidades y,
a los que aún
hoy piensan que
no pasó de ser
una leyenda,
tengo que darles
esta noticia:
“¡Él existió! No
fue lo que
dijeron de él.
Algunas veces
fue menos, y
otras fue más”
Cuando hablé en
El Cairo,
Egipto, para 62
jóvenes
estudiantes
sobre el Jesús
histórico, uno
de ellos me
dijo: “Nosotros
siempre
admiramos a
Jesús, pero
nunca entendimos
cómo fue usado
para la guerra.
Este Jesús
histórico que
conocemos hoy no
está en la
Biblia de los
cristianos”.
Sus
conferencias,
repletas de
conocimiento e
intensa
motivación al
asistente,
generan un
intenso interés
para el público.
¿Qué sentido
tienen las
principales
necesidades y
reacciones del
ser humano
frente a los
desafíos
del crecimiento
intelectual y
moral?
Primero, mirarse
a uno mismo.
Después
deconstruir
muchas creencias
centrales que
nos sujetan a la
culpa que muchas
veces ni
siquiera
teníamos, pero
que dejamos que
otro o que la
religión nos
diera. Aún
percibo una gran
búsqueda debido
a la necesidad
de paz interior,
pero la estamos
buscando en la
autoayuda
superficial, y
no en la idea
fija de la
obsesión o en
las ilusiones de
una paz
estática, sin
dolor que
enfrentar, sin
deudas que pagar
y con derecho al
pleno disfrute.
¡La plenitud
también es una
ilusión! Vivir
es un riesgo.
Acertar o
equivocarse, más
allá de vivir,
es tener
experiencia y
esto tiene
valor, ¡nos hace
diferentes!
¿Y la
experiencia con
el MIEP?
Fue una
experiencia
excelente.
Aprendí mucho
con el contacto
intelectual o
simplemente
afectivo con los
otros
compañeros. Por
otra parte,
siento la falta
de afecto en el
movimiento,
siento sed de
fraternidad, la
misma soñada por
Kardec que,
según él, nos
definiría como
miembros de una
familia
espírita.
Sentimos
fraternidad y
atención en el
MIEP.
(1)
¿Le gustaría
añadir algo más?
Sí, me gustaría
decir que es
gratificante
participar en
una edición de
O Consolador.
Deseo, aclarar
que, cuando
buscamos a
Jesús, también
tuvimos miedo de
lo que iríamos a
descubrir, pero
la búsqueda fue
más fuerte. Vale
la pena el
esfuerzo por
buscar a este
hombre. Estoy
llegando a la
conclusión de
que para
reencontrarlo
necesitamos ser
menos cristianos
y más adeptos a
su pensamiento
libre.
(1)
MIEP -
Movimiento de
Integración
Espirita
de Paraíba.
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