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Editorial Português   Inglês    
Año 6 257 – 22 de Abril de 2012             


 

Traducción
Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com
 

 

El aborto de los anencefálicos en la visión de la Suprema Corte
 

Luego de dos días de debate, el Supremo Tribunal Federal decidió el día 12 de abril, que las embarazadas con fetos sin cerebro podrán optar por interrumpir la gestación, con derecho a asistencia médica. Por 8 votos contra 2, los ministros definieron que el aborto en casos de anencefalia no es un crimen.

Los argumentos del relator, ministro Marco Aurelio Mello, fueron expresado en los siguientes términos:

“El aborto es un crimen contra la vida. Se tutela la vida en potencia. En el caso del anencefálico, no existe vida posible. El feto anencéfalo esta biológicamente vivo, por estar conformado por células vivas, y jurídicamente muerto, no gozando de protección estatal (...) El anencefálico jamás se volverá una persona. En síntesis, no se cuida de una vida en potencia, sino de una muerte segura. La anencefalia es incompatible con la vida.”

Se observa desde luego que el noble relator incidió en un error que, aunque generalizado, no podría ser cometido por un miembro de la Corte Suprema. La anencefalia consiste en una malformación rara del tubo neural caracterizado por la ausencia parcial del encéfalo y de la calota craneana, proveniente del defecto del cierre del tubo neural durante la formación embrionaria. Pero, a diferencia de lo que el término pueda sugerir, la anencefalia no caracteriza sólo los casos de ausencia total del encéfalo, sino sobre todo los casos en los que se observan variados grados de daños encefálicos.

En la práctica la palabra anencefalia se utiliza generalmente para caracterizar una malformación del cerebro del feto. En esos casos, el bebe puede presentar algunas partes del tronco cerebral funcionando, garantizando algunas funciones vitales del organismo, lo que explica el hecho, varias veces comprobado, de anencefálicos que vivieron uno o más años.

Los bebes con anencefalia poseen, es verdad, una expectativa de vida muy corta, pero no se puede establecer con exactitud el tiempo de vida que tendrá luego de su nacimiento con vida. Es el caso de la niña Vitoria de Cristo, hoy con dos años de edad, que sorprende al mundo científico por su insistencia en vivir, como lo muestra un reportaje producido por la TV Canção Nova, que el lector puede ver clicando el siguiente link  http://www.youtube.com/watch?v=bvfIja0yDZ4TV

Las personas en favor del aborto en los casos de anencefalia alegan que, aun cuando viva algunos años, la criatura tendrá sólo una vida vegetativa. Ahora bien, muchos adultos víctimas de accidentes automovilísticos, así como por derrames, pasan también a tener sólo una vida vegetativa. ¿Debemos entonces matarlos? No es difícil percibir que la aceptación del aborto para estos casos, constituye un largo paso en dirección a la legalización de la eutanasia, como ya se ha dado, por ejemplo, en Holanda. Pero los médicos no podrían, en sana conciencia, aliarse a conductas de ese nivel, porque su misión es salvar vidas, no exterminarlas.

¿Porqué nacen personas con lesionas tan serias?

Entrevistado en cierta ocasión, en la ciudad de Goiania, Chico Xavier atribuyó  a Emmanuel la información de que el hombre o la mujer que se da un tiro en la cabeza necesitará de dos o más encarnaciones para reparar el cerebro periespiritual dañado. Esa persona reencarnará, entonces, con problemas pertinentes a la zona del cerebro – retardo mental, parálisis, mudez, ceguera, etc.- según la lesión producida por su acto. La reencarnación funcionaría así, como una especia de cirugía reparadora exigiendo, como sabemos, sacrificio, resignación, paciencia, abnegación, y todo eso por causa de un acto impensado que ciertamente podría ser evitado.

En el medio espírita se entiende que los casos anencefalia se encuadran en la situación descrita por Emmanuel. El Espíritu de la criatura que ahora vuelve a la escena terrestre ya estaría en esas misma condiciones en el plano espiritual, constituyendo una falta de caridad impedir que él viva entre nosotros algunos días o algunos años, solamente porque estaría destinado a una vida vegetativa, sin posibilidad de estudiar, trabajar, casarse y tener hijos.

Estas son, entonces, las razones por las cuales los espíritas no aprueban la práctica del aborto en ninguna circunstancia – inclusive los casos de anancefalia -, con excepción del aborto practicado para salvar la vida de la gestante, puesta en peligro si continuase la gestación.




 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita