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Entrevista Português Inglês    
Año 5 246 – 5 de Febrero de 2012 
GUARACI LIMA SILVEIRA  
glimasil@hotmail.com   
Juiz de Fora, MG (Brasil)
Traducción:
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org  

 
Sandrelena da Silva Monteiro:

“Los jóvenes desean construir
un presente y un futuro mejor
de lo que están viviendo”

Con larga experiencia en la conducción de jóvenes espíritas, la compañera minera habla sobre las dudas y las expectativas de la juventud de nuestro tiempo

 

Sandrelena de Silva Monteiro (foto)  nació en Cipotânea (MG), pero actualmente reside en Juiz de Fora (MG). Conoció el Espiritismo en 1991 y a partir de ahí se hizo orientadora de Juventudes espíritas, función que ejerce desde aquella época. Hoy trabaja en el Instituto de Difusión Espírita de Juiz de Fora (ID), donde fue coordinadora, hasta el año pasado, del área de Juventud. Colabora

actualmente en un grupo de apoyo a médiums y debe coordinar el próximo grupo del COEM – Curso de Orientación y Educación Mediúmnica, además de participar   de un grupo mediúmnico.

Pedagoga, Maestra en Educación y profesora en el curso de Pedagogía del Instituto Superior de Educación de Três Rios (RJ), Sandrelena conversó con nosotros sobre sus experiencias con los jóvenes espíritas, dándonos importantes informaciones sobre el asunto.

En su visión, ¿cuáles son las expectativas de los jóvenes en la actualidad?

Sinceramente, creo que ellos desean construir un presente y un futuro mejor de lo que están viendo y viviendo, pero muchos se encuentran perdidos, no saben qué camino seguir, pues los modelos presentados por la sociedad, particularmente por los medios, no han sido un referente a ser seguido. Ellos niegan lo que se les presenta, pero aún no saben hacer diferente, lo que los acaba llevando a cometer errores semejantes.

¿La propuesta académica es una búsqueda consciente del joven o sólo un medio necesario a su supervivencia en cuanto a futuro agente en el mercado?

Infelizmente, veo que gran parte de los jóvenes busca una formación académica más por imposición y exigencias sociales que por ideal de vida.  Saben que la formación académica no es garantía de constituirse una persona mejor en el mundo. Pienso que el joven hoy está más preocupado con su constitución como persona que necesariamente profesional. Por otro lado, la sociedad ha obligado a adolescentes de 17 años a escoger una formación profesional para el resto de la vida.

¿Actualmente, cuáles los segmentos más buscados por los jóvenes en tratándose de adquirir conocimientos?

Depende mucho del conocimiento. Pero, en el medio en que vivo, veo que los jóvenes han echado mano principalmente de las redes de comunicación (internet). Allí ellos tienen posibilidades de lecturas superficiales hasta la participación en grupos de discusión profundizados sobre determinado asunto. Sin embargo, percibo también que, cuando el joven encuentra un profesor o profesora (en el espacio escolar) que le corresponde a las expectativas de atención y posibilidad de diálogo, este se hace una referencia.

¿Cómo llega la propuesta espírita para los jóvenes que no tuvieron un nacimiento espírita?

En nuestro grupo, la mayor parte de los jóvenes no-espíritas llega atendiendo a invitación de amigos espíritas. Algunos por curiosidad, otros por querer conocer un poco más sobre los espíritus. Normalmente, cuando la curiosidad de los primeros es atendida, se van y no vuelven más. Ya los segundos permanecen.

Se sabe que las sociedades actuales no cobran mucho los valores éticos y morales que deben regir una vida saludable. ¿Hay entre los jóvenes de la actualidad movimientos pro y contra esta liberalidad?

No concuerdo con la idea de que la sociedad actual no cubre valores éticos y morales que deben regir una vida saludable. Pienso que lo que ocurre es que estamos viviendo un momento en que los valores están siendo cuestionados, reevaluados, y que permanecerán aquellos que sean necesarios a las nuevas generaciones. Veo entre los jóvenes una búsqueda por una vida mejor, sin embargo, la forma como han buscado esto ha sido tumultuosa. Pienso que este “estado de crisis de valores” no será permanente.

¿En sus experiencias como líder de juventudes espíritas qué es lo que más la preocupa con relación a esa actividad en las casas espíritas?

La no preparación de muchos dirigentes espíritas, que insisten en no entender la actual generación de jóvenes espíritas, lo que acaba configurando una falta de respeto a su modo de constituirse en el mundo actual y con negligencia en su forma de trabajo en el bien.

¿Nuestros jóvenes poseen material adecuado a sus desarrollos cognitivos y morales dentro de la didáctica espírita hoy utilizada?

Veo que lo que usted está denominando “didáctica espírita” no es uniforme en todos los grupos espíritas. Y pienso que no debe ser igual. Pienso que, no hiriendo los principios doctrinarios y evangélicos, la didáctica de trabajo debe ser adecuado a cada grupo. En cuanto al “material adecuado”, la base del Espiritismo es su vasta literatura. En ese sentido, necesitamos dar la oportunidad a los jóvenes de un aprendizaje crítico. La base debe ser siempre las obras kardecistas, las cuales, bien estudiadas, darán a los jóvenes recursos para una mirada crítica frente a las demás.

¿Hay una diferencia entre los adolescentes con relación al asimilar espírita, tales como clases sociales, etnias, sexo y escolaridad?

No. El aprendizaje de la doctrina espírita está más para las condiciones del Espíritu que para las condiciones actuales de su encarnación.

¿Cómo las Casas Espíritas deben actuar para mejor adecuar a nuestros niños y niñas a un aprendizaje de punta como es el Espiritismo?

No pienso que las Casas Espíritas deban preocuparse en “adecuar” a las personas. Deben, sí, estar abiertas a todos, buscando ofrecer las mejores condiciones a su alcance para que todos tengan acceso al conocimiento adecuado a su franja etária y condiciones de aprendizaje. Cada uno hará uso del conocimiento (independiente de cuál sea) de acuerdo con sus condiciones espirituales. El mucho saber teórico no es garantía de vivencia espírita-cristiana.

¿Qué hacer para animarlos convenientemente para que, cuando sean académicos, no pierdan la esencia del aprendizaje obtenido en las Casas Espíritas en las fases de la infancia y adolescencia?

Si los niños y adolescentes fueran evangelizados teniendo como referencia el esfuerzo familiar de vivir los principios evangélicos, si fueran educados dentro de los principios espíritas en una situación de criterio y libertad de elección, y no simple acondicionamiento de fórmulas, no temo que el conocimiento científico-académico pueda hacer que “pierdan la esencia de las enseñanzas espíritas-cristianas”.

¿Hay muchas diferencias entre las juventudes espíritas de los años 90 y las actuales? ¿Puede discurrir sobre ellas, si existen?

Los años 90, además de coordinadora de juventud, aún era mucho más joven, luego, también participante del movimiento de juventudes espíritas. Parece que éramos más actuantes en cuestiones prácticas. No teníamos internet, entonces nuestros encuentros eran siempre presénciales (y no virtuales como ocurre mucho hoy – MSN, facebook y otros), nuestras fotos eran reveladas y nos encontrábamos para verlas, hoy disponibles en la red, cada uno las ve en su casa. Nos encontrábamos los domingos para la “campaña del kilo” y las personas abrían las puertas, hoy es decir más raro, preferimos hacer la campaña sólo en el edificio, con los familiares o en la propia casa espírita. Pienso que las relaciones se establecen de forma diferente, pero no necesariamente mejores o peores.

¿Cuáles propuestas deberían, en su opinión, formar parte de los curriculums de las juventudes?

Prefiero decir sobre lo que no puede faltar: los principios de la doctrina espírita (con base en el Pentateuco kardecista), principios evangélicos y apertura para la relación entre estos y el vivir la vida en la actualidad.

¿El joven espírita puede frecuentar bares o lugares de ocio comúnmente utilizados por los demás jóvenes en la sociedad?

Sí. Pienso que nuestro papel de educadores espíritas es orientarlos a cómo se comporta en esos lugares y no aislarlos “fuera del mundo”.

Estamos viniendo de periodos infelices donde la castración religiosa nos impidió  desarrollar conocimientos más adecuados sobre la religión y Dios. ¿Cuáles son los riesgos que los Centros Espíritas corren en este sentido?

No sé responder cierto esta cuestión. En el Grupo Espírita donde participo, no prohibimos a ninguna pregunta y las preguntas no quedan sin respuestas. A veces necesitamos estudiar bastante para encontrarlas o construirlas, pero no quedamos sin acceso al conocimiento. Una respuesta posible aquí tal vez fuera la de que los Dirigentes de Centros espíritas necesitan seguir la máxima ya apuntada por el Espíritu de la Verdad en El Evangelio según el Espiritismo: “Espíritas, amaos, he ahí el primer mandamiento. Instruiros, he ahí el segundo”. Así, no tendrá miedo o inseguridad delante de los nuevos acontecimientos.

¿Cómo deben actuar los líderes de juventudes espíritas ante los jóvenes, buscando un mejor aprovechamiento del factor educativo espírita?

Con seguridad, respeto y comportamiento positivo y participativo en la casa espírita. Deben ser ejemplo, no de perfección (pues aún no lo somos), sino de esfuerzo continuo en el bien.

¿Un niño o niña que esté perturbando el aula deben ser retirados de las salas y enviados para la directoria del Centro?

Nunca. Si no fueran aceptados, jamás podrán ser educados. Tal vez lo que necesite ser revisado es la forma cómo la clase” está siendo ofrecida. Creo que merece la pena parar todo y conversar sobre el comportamiento. Persistir. No expulsamos un Espíritu sufridor de la reunión mediúmnica sólo porque no superó su dolor en una primera conversación.

¿Debería existir en los Centros Espíritas una atención fraterna dirigida únicamente para los jóvenes frecuentadores o no de las aulas espíritas?

La atención fraterna debe ser para todos. Exclusivo, tal vez no sea necesario. Sin embargo, una de las características que el coordinador de las juventudes espíritas debe desarrollar es la capacidad de observar a los participantes, conocer cada uno a punto de poder percibir cambios en su comportamiento. Estar presente siempre, abierto y cariñoso, para que pueda hacerse accesible a todos los participantes y estos, cuando es necesario, buscar en él una orientación segura para sus dudas y conflictos. Por otro lado, los trabajadores de la atención fraterna necesitan estar disponibles a atender estos participantes cómo a cualquier otros siempre que necesiten de atención especial individualizada.

¿Cómo luchar con jóvenes frecuentadores de juventudes espíritas, pero que adoptan el uso de drogas tales como alcohol, tabaco y alucinógenos?

Son jóvenes como otros cualquiera. No debemos excluirlos, sino acogerlos. Conversaciones seguras individuales y con el grupo pueden ser auxilios para que él revea su comportamiento. El coordinador debe cuidar para que él no sea blanco de exclusión o malos-tratos y ni que ejerza estas conductas con los otros participantes. La actitud positiva del coordinador será siempre la mejor a ser adoptada. Cuando es necesario, deberá buscar el auxilio de los dirigentes de la casa y otras personas más expertas, que puedan auxiliarlo a luchar con la situación.

¿El arte espírita debería ser más utilizado entre los jóvenes y perfeccionada constantemente, dejando de lado las superadas presentaciones de poco valor artístico, teniendo en cuenta que desde niño el joven convive con producciones de alto nivel?

Pienso que sí. El arte puede ser una forma de comunicación, expresión y educación de más alto valor espiritual.  Sin embargo, hay que tener una buena conducta, de modo que no se de más valor a la forma que al contenido.

¿Los Centros Espíritas deberían crear locales y circunstancias en los cuales los jóvenes puedan sociabilizarse entre sí, capacitando para una convivencia feliz y sana en la sociedad o cada cuál debe buscar sus propios caminos y opciones?

En nuestra Casa Espírita tenemos espacios-tiempos de socialización, confraternización y trabajo. Hacemos fiestas, promovemos encuentros, pic-nic, eventos deportivos y otros, pero siempre primando por la conducta espírita-cristiana. Buscamos dar la oportunidad que los adolescentes tengan espacios-tiempos de diversión sin la presencia de alcohol u otras drogas, sin la exaltación de la sensualidad, en clima de respeto en el cual incluso el noviazgo es permitido. Creemos que el joven espírita es, antes de nada, un Espíritu inmortal que en la condición existencial actual es adolescente, que debe vivir mientras tal y, principalmente, aprender a vivir como un adolescente espírita-cristiano. Sin aislarse del “mundo allá fuera”, sino aprender a saber vivir en el mundo.

Sus palabras finales.

Agradezco la oportunidad que me fue ofrecida de reflexión sobre la Juventud Espírita y sobre el joven espírita. Acostumbramos a decir en nuestro grupo que salimos de la Juventud, pero que la Juventud jamás sale de nosotros.



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita