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Entrevista Português Inglês    
Año 5 239 – 11 de Diciembre de 2011 
GUARACI LIMA SILVEIRA    
glimasil@hotmail.com  
Juiz de Fora, MG (Brasil)
Traducción:
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org  

 
 

Jáder Sampaio:

“Vivimos en una sociedad cada vez menos cristiana”

El conocido estudioso y escritor espírita analiza el actual estado del movimiento espírita brasileño y dice que la actuación espírita en el campo social demarca una contribución concreta de mejora del mundo en que vivimos

 

Jáder Sampaio (foto) nació en la ciudad de Belo Horizonte-MG, habiendo ya residido en Montes Claros-MG y São Paulo. Oriundo de un hogar espírita, asumió el Espiritismo aún en la adolescencia. Actúa en la Asociación Espírita Célia Xavier (AECX) de Belo Horizonte, siendo aún miembro de la Liga de Investigadores del Espiritismo (LIHPE), que es una organización en red. Mantiene el blog Espiritismo Comentado. Es profesor-colaborador del programa de pos-graduación en psicología de la Universidad Federal de Minas Gerais, coordinador de la Cámara de Asesoramiento del  Programa de Capaci-

tación de Recursos Humanos de la Fundación de Amparo a la Investigación del Estado de Minas Gerais y Psicólogo del trabajo. Autor de decenas de libros espíritas y obras relacionadas a la profesión que ejerce, tradujo recientemente el libro “Diálogo con los Escépticos”, de Alfred Russel Wallace, y organizó con Jeferson Betarello el libro “El Espiritismo visto por las áreas de conocimiento actuales”. Jader conversó con nosotros sobre varios asuntos que envuelven el Espiritismo y el movimiento espírita, ofreciéndonos su experiencia.

¿Cómo ve el avance de los estudios espíritas dentro de las universidades brasileñas en los días actuales?

Con la ampliación acentuada de los cursos de pos-graduación y la actual política de publicaciones nacionales e internacionales de las universidades y agencias de fomento a la investigación, el tema Espiritismo viene creciendo acentuadamente. Tiago Paz Albuquerque (2011) nos mostró el registro de 171 tesis de doctorado y disertaciones de master en los años entre 1989 y 2009, con una tendencia de ampliación. Los temas estudiados más comunes, asociados al Espiritismo, son salud, instituciones espíritas, personalidades espíritas y religiones en relación al universo literario. Aún citando Albuquerque (2011), las universidades donde más se defendieron tesis y disertaciones relacionados al Espiritismo son la UNICAMP, la PUC-SP, la USP, la UFRJ, la Universidad Federal de Juiz de Fora y la Universidad Estatal Paulista. Los investigadores no son necesariamente espíritas o simpatizantes. Ellos percibieron la necesidad de estudiar el Espiritismo o el movimiento espírita al profundizarse en sus respectivas áreas de conocimiento, e identificaron ausencia de estudios o lagunas del conocimiento oficial.

El joven académico y el Evangelio de Jesús. ¿Puede discurrir algo sobre esto?

Vivimos en una sociedad cada vez menos cristiana y menos católica, en Brasil, en especial en los segmentos de la población que tuvieron más acceso a la enseñanza superior. Hace medio siglo, gran parte de la población brasileña, sea en las capitales o en el interior, tenía acceso a las catequesis, a la iglesias, a los cultos y a la evangelización espírita. El cristianismo estaba más presente en los medios que alcanzaba al gran público, y era más discutido en Brasil. Yo cursé un curso superior en el área de ciencias humanas (psicología), en la década de los 80, en el cual prácticamente no tuve la oportunidad de estudiar filósofos cristianos, aunque haya estudiado filósofos naturalistas, escépticos, existencialistas y, como mucho, humanistas. Hablar de cristianismo era ser sólo visto por los compañeros y maestros. Pregunté una vez sobre Pablo de Tarso a un sacerdote, que también era psicólogo social de renombre, y él creyó que yo lo estaba ridiculizando. De la misma forma que considerar a una persona como positivista era una depreciación, se usaba y se usa el argot “judío-cristiano” para depreciar cualquier cosa que aparente ser conservadora. A pesar de que nuestras raíces culturales sean cristianas, africanas e indígenas, en las ciencias humanas aún se halla más relevante estudiar los mitos griegos, por su relación con la filosofía y por la influencia del pensamiento europeo y norteamericano. Lo que viví como profesor fue una pequeña apertura para el estudio de la experiencia cristiana, en los trabajos del Prof. Miguel Mahfoud (UFMG), que adoptó una perspectiva fenomenológica. Él no se vinculó a ninguna religión específica en su trabajo de entender el “sentido religioso” y ya orientó disertaciones sobre la vivencia de voluntarios espíritas. El cristianismo es un gran mensaje, sin caracterismo con el pasar del tiempo y de las instituciones cristianas. Jesús, por ejemplo, reconocía a mujeres, esclavos, siervos y gente del pueblo como personas de derecho, en una época en la cual estos segmentos eran vistos como poco más que objetos de uso y comercio. En mi opinión es necesaria una reflexión más sustancial de las universidades sobre la filosofía cristiana, pero los prejuicios son de difícil cambio. Gran parte de nuestros jóvenes universitarios se dejan llevar por el utilitarismo moderno, por el consumismo, por el individualismo y por el sensualismo, que consideran es un avance de las libertades individuales. El cristianismo, en las universidades que conozco, forma una especie de cultura underground, como si nunca hubiera salido de las catacumbas y aún viviéramos en la Roma antigua.

En su opinión, ¿qué representa el centro espírita para la comunidad?

Las sociedades espíritas son inicialmente vistas como el lugar en que se reúnen los espíritas, donde se puede asistir a una conferencia pública, tomar pases, buscar orientaciones o aún  una ayuda material. Bezerra de Menezes y Chico Xavier fueron percibidos por la sociedad brasileña cómo “hombres-santos” y adentraron así el imaginario nacional con esa aura, que oculta su contribución intelectual y su condición humana. Para las comunidades económicamente vulnerables, que no son pocas en nuestro país, el centro espírita es una alternativa de supervivencia, de educación e incluso de ocio. Fui conociendo a una joven señora que en la infancia almorzaba los domingos en el Centro Espírita mantenido por Wagner Gomes da Paixâo en el interior de Minas. Vi una joven madre pedir la inscripción de los hijos en la evangelización infantil, hace tres décadas, en búsqueda de alguna forma de educación moral, ya que era indiferente si llevaba a los hijos al centro espírita, al culto evangélico o a la iglesia católica, espacios en que transitaba todas las semanas. El censo de 2000 muestra que los que se identifican como espíritas, o espíritas kardecistas, son en su gran mayoría personas de clase media o alta, con grado de escolarización medio de 9,6 años (el mayor de los segmentos religiosos).

¿Cuál es el punto de relevancia de las actividades sociales ampliamente ejercidas en los centros espíritas?

Kardec se preocupaba por la sociedad en que vivía, y no sólo con las comunicaciones espirituales. Él enseñaba voluntariamente a la juventud francesa que tenía dificultades de acceso a la educación pública y gratuita. Él publicó muchas orientaciones espirituales que recomendaban la generosidad y la solidaridad, como el famoso mensaje del Espíritu Caritas. Él también hizo un proyecto para el movimiento espírita en el cual se preocupaba con la realización de acciones sociales, al lado de los estudios sobre la doctrina espírita. Las actividades sociales, en mi opinión, son muy importantes, porque marcan una contribución concreta de mejora del mundo en que vivimos. La cuestión que se impone hoy es la revisión de lo que hacemos. Más y más el estado brasileño ha asumido la realización de políticas de bienestar social. Como ejemplo, treinta años atrás, cuando construimos una guardería en el modelo modesto, la educación fundamental no era atribución del municipio. Hoy, el municipio estableció una colaboración con la sociedad espírita que frecuento y costea gran parte de las dispensas con la guardería. La distribución de cestas básicas y el servicio de soportes era actividad imperiosa en la Campinas de Doña Vandir, en los años 60, por el intenso flujo migratorio y la total falta de infraestructura de las comunidades que se formaban. No tengo miedo de decir que ella salvó muchas vidas e incluyó muchas personas mientras otros sólo cobraban la construcción de una política por el gobierno. Hoy tenemos nuevos problemas en las grandes y medias ciudades brasileñas. El tráfico de drogas recluta jóvenes en las comunidades atrayéndolos con la esperanza de un futuro mejor. Un gran contingente de habitantes callejeros y una generación de niños que nacieron y viven en las calles. La violencia doméstica, incluyendo la sexual, afecta a niños y adolescentes. El medio ambiente deteriorado como efecto del crecimiento urbano y económico. La exclusión de un gran número de personas del mercado de trabajo y la falta de acceso a cargos que exigen cualificación. El embarazo en la adolescencia y el cambio de los papeles en el núcleo familiar. Son nuevos y mayores desafíos esperando una acción concreta del movimiento espírita, que precisa reconstruir sus acciones de promoción social.

¿Los centros de investigaciones universitarias deberían estrechar los límites entre la fe y la razón?

Los centros de investigación universitarios deben estudiar sus temas sin asumir inconscientemente el materialismo y el escepticismo como paño de fondo de sus estudios. Si la fe trae contribuciones para la salud de las personas, por ejemplo, se debe investigar, constatar y conocer mejor sus efectos. ¿Si la espiritualidad tiene un impacto en las relaciones humanas, por qué no estudiar el tema? ¿Qué son los grupos religiosos y cómo se estructuran en nuestra sociedad? Estas no son cuestiones más pequeñas, porque constituyen la experiencia humana. El ser humano no es sólo un organismo biológico.

¿Dentro de los centros espíritas debería haber programas de cursos dentro de áreas organizadas, buscando una mejor adecuación de los trabajadores para más amplia atención a sus propuestas y a aquellos que buscan las casas espíritas?

No tengo duda de eso, pero como es algo nuevo, las sociedades espíritas necesitan de más sinergia entre sí y con el movimiento federativo, para prácticamente desarrollar las acciones de entrenamiento y desarrollo de su personal. Vea nuestro caso. Tenemos un coordinador administrativo en la guardería, impuesto por el ayuntamiento. ¿Cómo perfeccionar a este profesional? O delegamos al ayuntamiento su desarrollo o nos asociamos con otras guarderías espíritas para calificar todos los coordinadores administrativos. Hoy existe la posibilidad de asociaciones con el poder público y con la iniciativa privada. ¿Cómo establecer esta sociedad? ¿Cómo obtener las certificaciones y usufructuar de los derechos de inmunidad y exención? ¿Cómo captar recursos sin apartarnos de nuestras convicciones y valores? Es decir algo que no puede quedar sin reflexión, sin producción de conocimiento y cambio de experiencias. Nuestra prensa espírita, salvo raras excepciones, no presenta alternativas. Recientemente el Centro de Cultura, Documentación e Investigación del Espiritismo, en São Paulo, ofreció cursos sobre gestión de casas espíritas y conferencias sobre planeamiento estratégico, lo que fue una iniciativa muy importante y merece ser multiplicada y consolidada por el movimiento.

Sabemos que usted recientemente lanzó en el mercado editorial la traducción del libro “Diálogo con los Escépticos”, de Alfred Russel Wallace. ¿Cuál es la contribución de aquel naturalista para la historia del Espiritismo?

Wallace era un intelectual valiente y no temía nadar contra la corriente de su época, pagando un precio alto por su audacia. Él hizo investigaciones con médiums y no se omitió al afirmar la realidad de ellos. Después de publicar “El Aspecto Científico de lo Sobrenatural” él percibió que la comunidad científica inglesa se negaba a estudiar los fenómenos espirituales por puro prejuicio y por reflejar su espíritu de época. Él, entonces, identificó los filósofos y científicos escépticos, naturalistas y materialistas y exhibió públicamente las contradicciones y equívocos de su pensamiento, que era pasivamente aceptado por la inteligentsia de los países occidentales. Evaluamos que era muy importante publicar este libro en lengua portuguesa, porque él no es “más de lo mismo”; y trae una reflexión epistemológica capaz de intrigar a quien hace investigación en los días de hoy.

Aunque siendo contemporáneos, Alfred Russel Wallace no tuvo contacto con Kardec. ¿Una vez que postulaban principios semejantes por qué, en su opinión, no estrecharon relaciones en sus investigaciones?

Había el abismo de la lengua y un alejamiento entre el espiritualismo moderno y el Espiritismo franco-latino. Wallace hablaba y publicaba en inglés, la obra de Kardec estaba en francés. La mayoría de las fuentes de Wallace estaba en lengua inglesa, por lo que me acuerdo. Está también la distancia cultural entre “la isla y el continente”, que aún tiene reflejos en los días de hoy en otras áreas del conocimiento. La aproximación entre los espíritas latino-europeos y los espiritualistas anglo-sajones comenzó a darse con los congresos de final del siglo XIX y tuvo protagonistas como Conan Doyle, León Denis y otros. Hay también un pequeño descompase en el tiempo. Kardec inició sus estudios en 1853 y desencarnó en 1869 y Wallace inició sus investigaciones sobre los fenómenos mediúmnicos en 1862, publicando su primer libro en 1866 y su segundo libro en 1871.

¿Cómo concilia sus amplias actividades profesionales con las actividades en el movimiento espírita del cual participa?

Siempre estudié el Espiritismo y participé del movimiento espírita, desde la adolescencia. Los sábados son mis días de dedicación al Espiritismo, y mi familia también adoptó esta agenda. Creo que lo más difícil ha sido resistir al “canto de la sirena” de la universidad. Hoy estoy jubilado y puedo dedicar un poco más de tiempo a los proyectos espíritas, pero no puedo descuidar a mi familia, a los amigos y a los lazos de trabajo que aún me conectan por al medio académico.

Vemos que cada día más los universitarios y miembros de los cuerpos docentes de las universidades se aproximan a los estudios espíritas. ¿Cómo los centros espíritas deben prepararse para este nuevo tiempo?

Recordando a nuestros antepasados franceses, ingleses e italianos, que se disponían a estudiar y publicar lo que estaba ocurriendo en las universidades. Como hoy el volumen de conocimiento es mucho mayor, necesitamos ser más humildes y oír más las asociaciones de especialistas que están formándose (médicos espíritas, psicólogos espíritas, abogados espíritas, pedagogos espíritas etc.). Estas asociaciones necesitan desarrollar estudios con metodología académica, que envuelven revisión de literatura amplia y actualizada, propuesta de problemas de investigación, metodología rigurosa y publicación no sólo en el medio espírita o a través de libros, sino en los periódicos nacionales e internacionales introduciendo un index.

Sus palabras finales.

Estamos viviendo una época muy rica de transformaciones. Deseo de corazón que los liderazgos espíritas más lúcidos puedan tomar decisiones sabias, manteniendo lo que debe ser conservado y cambiando lo que debe evolucionar con los tiempos, minimizando la influencia de las vanidades personales. 


 
 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita