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Entrevista Português Inglês    
Año 5 229 – 2 de Octubre de 2011 
WELLINGTON BALBO      
wellington_balbo@hotmail.com   
Bauru, SP (Brasil)
Traducción:
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org  

 
Martha Rios Guimarães:

“En el medio espírita, es preciso dividir nuestras experiencias”

 

Martha Ríos Guimarães (foto), que en el medio espírita es conocida como Marthinha, es nuestra entrevistada de esta semana. Natural de São Paulo-SP, donde reside, es activa trabajadora del Centro Espírita Gabriel Ferreira, cariñosamente conocido como Gabi, donde desarrolla un competente trabajo conectado al área de la educación espírita infanto-juvenil. Pero su trabajo no cesa por ahí, pues ella encuentra tiempo para formar parte de la USE–SP, en el que trabaja en el área de comunicación e integra el equipo del periódico El Dirigente Espírita.

He a seguir la entrevista que ella gentilmente nos concedió:


¿Cómo conoció el Espiritismo?

Fui criada en el catolicismo, y en la adolescencia mi madre emigró para el presbiterianismo. Yo buscaba respuestas a muchas dudas y comencé (en el inicio de mi adolescencia) a investigar religiones y doctrinas, en el intento de hallar mi camino. Debo a mi madre el hecho de no poder vivir feliz sin tener a Dios en el corazón y yo quería entenderlo. Tras muchos intentos, un día fui invitada por una compañera a ir a un Centro Espírita y, después de inicialmente rechazar (porque asociaba Espiritismo a Espiritualismo, como muchas personas hacen), acabé aceptando la invitación y fui hasta allá. Era una Casa simple, en Guarulhos (no recuerdo el nombre). Oí el Evangelio y me sentí tan bien en el local que decidí volver la otra semana. Ellos hacían una reunión mediúmnica en paralelo con la pública y cuál no fue mi sorpresa cuando, en medio de la conferencia, una trabajadora me pidió que la acompañara porque el mentor de la Casa quería hablar conmigo. Fui hasta la reunión mediúmnica y el Espíritu dijo que yo tenía compromiso con la Doctrina Espírita y un bonito trabajo a realizar, sin embargo no allí, sino en un centro cerca de mi casa. Al final de la reunión, me dieron el teléfono de la USE-SP y, conectando allá, obtuve la dirección de 5 casas espíritas de la USE Villa María. Visité todas ellas, me gustó bastante, pero en la última pensé conmigo misma: “es aquí que yo me voy a quedar”. Eso fue a finales de la década de 80 y allá estoy hasta hoy.

El centro espírita al que usted se refirió es la CE Gabriel Ferreira, de la capital de São Paulo. Háblenos un poco de esta casa y de las actividades que ustedes desarrollan.

El Gabi, como lo llamamos cariñosamente, nació en torno a la mediumnidad de Aparecida Haría y, desde su inicio, Gabriel Ferreira (mentor de la Sra. Haría que dio nombre a la institución) cobró la creación de un trabajo dedicado para niños y jóvenes. Nuestras actividades engloban grupos de estudio (para todas las edades, de todas las obras de Kardec y clásicos de la Doctrina Espírita), reuniones públicas pautadas siempre en la base kardecista (con Atención Fraterna, Fluidoterapia), reuniones mediúmnicas (todas privadas, con objetivos específicos y evaluación de las actividades buscando mejorías). Tenemos, aún, actividades de asistencia y promoción social, siempre con el cuidado de no mantener a los asistidos dependientes y, por encima de todo, con acciones que busquen su crecimiento. Además de eso, con base principalmente en mi formación y habilidad para la investigación y escritura, montamos la Galería Espírita Vasículo Gomes (el nombre homenajea otro mentor espiritual del Gabi) que, aún simple, existe para perpetuar la historia del Espiritismo y de la Casa Espírita. Además de biografías, libros raros y antiguos, tenemos objetos relacionados con la historia del CEGF, de USE y de la Doctrina Espírita.

Su área de actuación en la Doctrina Espírita está más conectada a la infancia espírita. Cuéntenos exactamente como es ese trabajo.

Yo diría que la puerta de entrada en el Espiritismo fue la del trabajo con la infancia y juventud espírita, sin embargo, con el tiempo, pasé a actúar en otros sectores (comunicación, orientación doctrinaria, administración y organización del centro espírita, etc.). Pero, en relación al trabajo de Educación Espírita Infanto-Juvenil, defiendo una actividad totalmente pautada en la base doctrinaria según Allan Kardec. A mi ver, trabajar sólo con la parte moral-religiosa del Espiritismo es dejar de ofrecer al Alumno informaciones esenciales para su camino en esta existencia. Además, al contrario de lo que muchos piensan y alegan, el niño tiene total capacidad de entender las enseñanzas espíritas, desde que los Educadores utilicen herramientas y lenguaje adecuados cada franja etária. En el Gabi trabajamos con niños de todas las edades, siendo que a partir de 4 años ellos comienzan a continuación un programa basado en El Libro de los Espíritus (obviamente, excluyendo aquellos que ellos aún no necesitan estudiar). A partir del índice, escogemos los temas coincidentes con el perfil de nuestro grupo, inclusive siguiendo el orden dispuesto por el Codificador que, de hecho, fue un grande pedagogo y, al concebir sus obras, usó esa experiencia de educador. Trabajamos en equipo, con relevo constante entre los educadores (no tenemos grupos fijos, pero sí pasamos por todos ellos, conociendo todos los alumnos y permitiendo que ellos nos conozcan y se acostumbren con nosotros). Mensualmente elaboramos en conjunto las aulas del mes siguiente (evitando imprevistos) y evaluamos – también en conjunto – las aulas suministradas. Todo eso buscando mejorías y, por encima de todo, el cuidado de adecuar el contenido doctrinario del día a día de nuestros niños y jóvenes. También estimulamos a los niños y jóvenes a participar de las actividades de la casa y a dar ideas de mejorías. Ofrecemos, también, proyectos extras que tratan de incentivar a la lectura, redacción, interpretación de texto y la Directoria Júnior, en que educandos (de 11 a 17 años) forman una directoria pequeña para colaborar con la Casa. Ideas y acciones fantásticas nacen de esos proyectos extras.

En base de su experiencia, ¿qué sugerencias usted puede ofrecer para que las Casas Espíritas implanten en sus trabajos referentes a la educación espírita infantil?

En primer lugar, las Casas Espíritas deben entender la diferencia entre recreación (un espacio para alguien cuidar de niños, generalmente, colocándolas para diseñar y pintar, sin base doctrinaria) y educación espírita infanto-juvenil. Esta pasa, necesariamente, por una planificación (pautada en la base doctrinaria, conviene rizar siempre); trabajo en equipo, estudio y preparación de los Alumnos (que deben estudiar la doctrina espírita constantemente); inserción del sector en la estructura de la institución (y no dejarlo aislado); participación constante en las reuniones de directoria para informar sobre la actividad que está siendo desarrollada. Cabe a la Directoria y al equipo de Educadores Espíritas  prepararse para desarrollar esa tarea que no necesita ser vista como mejor o más importantes que las demás, más tener el mismo peso de todas las actividades.

También es esencial que entiendan que esa tarea es más estratégica dentro de la institución, tener en cuenta que un trabajo bien hecho generará retorno para el alumno, para la institución y para la sociedad. Debe haber unión y esfuerzo entre todos los que componen la Casa Espírita (directoria, trabajadores, público en general, padres, educadores) para que la actividad sea implantada, respetada, valorada y, así, pueda crecer con calidad (cabe, también, recordar que calidad no tiene nada que ver con cantidad y que un trabajo con público reducido puede ser mucho más interesante que uno con más de cien niños).

Otro punto esencial es tener en mente que el mayor objetivo del sector debe ser colocar el mensaje espírita (en su totalidad: ciencia, religión y moral) al alcance del público infanto-juvenil. El alumno debe ir a la Casa Espírita por el placer de estar allí, de encontrar amigos, personas que los respeten, preocupándose con ellos, por la oportunidad de aprender. Merienda y otros ítems deben tener un papel secundario, finalmente, bienes materiales (importante, bien lo sabemos) pueden ser adquiridos en varios locales, pero el mensaje doctrinario, si no fuera pasado en la Sociedad Espírita, ¿dónde más lo será?

¿Cuáles son los mayores desafíos a ser vencidos en la educación espírita infantil?

Hay muchos. El primero de ellos es la devaluación de la tarea y que es uno de los principales motivos de la falta de asistencia/rotar de trabajadores. Otro igualmente importante es la preparación de los Educadores (muchos se sienten inseguros para desempeñar la tarea) que debe ser iniciado con el estudio de las obras kardecistas, pasando por otros clásicos, obras en el área de educación (espírita y no espírita). Un trabajador bien preparado tiene condiciones de elaborar un trabajo de calidad, específico para el perfil del público con el cual él trabaja (aulas listas, por ejemplo, no siempre alcanzan resultados esperados porque no fue tenido en cuenta la característica de cada uno de los alumnos) y con condiciones de crecimiento constante. No menos desafiante es hacer que los dirigentes y los padres participen de la tarea, conozcan sus objetivos y ayuden a construir una actividad sólida. Hay aún el problema de espacio físico (los mejores, de modo general, son dirigidos al público adulto), materiales adecuados y, muy interesante, el hecho de que los Educadores (en  general) mantengan el trabajo en archivos personales, cuando deberían estar en las Casas Espíritas. Eso significa que cada vez que un trabajador se aleja, parte (o toda) de la historia de aquella tarea se va con él y los que vengan a sustituirlo, una vez más, tienen que comenzar de cero. Un gran perjuicio para la Casa y para la Causa Espírita que, en vez de promover mejorías encima de algo ya existente, está casi siempre comenzando de cero. Desde que comencé el trabajo en el Gabi, en 1992, inicié un archivo histórico que contiene todo lo que fue desarrollado por mí y por el equipo. Así, si un día todos nos fuésemos, el trabajo continúa. Eso es porque creo que el trabajo deba ser siempre más importante que el trabajador.

Marthinha, usted está lista a lanzar su primer libro. Cuéntenos un poco sobre eso, los asuntos abordados, público-blanco, finalmente, háganos un breve resumen sobre lo que trata la obra.

Se trata de una especie de registro de mis experiencias en el área de infancia y juventud, dentro de la CE Gabriel Ferreira. Abordo la importancia, los objetivos de la actividad, los públicos que la componen, trato de planificación, recursos didácticos, elaboración de aula, finalmente, son informaciones simples y objetivas (basadas en mis vivencias como Educadora Espírita) muy útiles para los trabajadores del área. Pero, creo que el libro pueda interesar no sólo a los que actúan en esa área, sino a todos los que actúan en el Centro Espírita.

Y la emoción de escribirlo, ¿cómo fue? ¿Usted sintió el apoyo de la espiritualidad en esta empresa?

En los cursos que suministro para preparar trabajadores de Educación Espírita de la Infancia y Juventud, era común a las personas sugirieran que colocara en el papel las experiencias relatadas, de la misma forma, amigos que militan en el medio espírita también me incentivaron para eso. Decidí aceptar el desafío y fue muy interesante percibir que, aún teniendo mucho que aprender, ya poseo algo para "pasar" a la personas. Fue un periodo muy rico y emocionante en que sentí la presencia de la Espiritualidad amparándome y conduciendo. ¡Algo sublime mismo!

Hablemos un poco sobre la USE (Unión de las Sociedades Espíritas de São Paulo). ¿Cuál es la actividad que usted desarrolla en la USE-SP y hace cuánto tiempo está allá?

Comencé en la USE Vila Maria, en el área de Infancia y Juventud, los años 90. En la Regional y Estatal São Paulo, entré para la Directoria en 2003. Comencé en el área de Educación Espírita de la Infancia (en la cual aún estoy actualmente), pero actúo también en el área de comunicación en que, entre otros, formo parte del equipo del periódico Dirigente Espírita.

Hablemos ahora un poco sobre comunicación, ya que es su área de formación. ¿Usted considera que el Movimiento Espírita de forma general se comunica de manera eficaz?

De modo general la comunicación en el medio espírita es deficitaria, aunque haya algunas excepciones. Eso ocurre, entre otros factores, porque – de modo general – no tenemos profesionales de Comunicación actuando en ese sector dentro de las instituciones. No todas las instituciones espíritas poseen el área en su organigrama y, entre los que poseen, la mayoría no tienen alguien con formación y conocimiento profesional. Creo que debimos, obviamente, aprovechar esos colaboradores, pero necesitamos prepararlos para ejecutar sus tareas (que, al contrario de lo que muchos piensan, no es así tan fácil). También creo que debamos escoger mejor las herramientas, explotándolas en su totalidad. No toda institución puede, por ejemplo, tener un periódico impreso – en función de costes -, pero todas pueden crear un Periódico Mural, algo extremadamente eficaz cuando es bien utilizado y, el mejor, está al alcance de todos. Sin embargo, lo que veo en la mayoría de las casas son murales utilizados para fijar papeles (eso no es comunicación). La opción por un periódico impreso, tampoco, no pasa sólo por las condiciones financieras, más en definir cuál es el objetivo del periódico, su periodo, la composición de equipo cualificada etc.

Una de las formas de comunicación más comunes dentro de las casas espíritas son las conferencias públicas, otro canal importante de comunicación y, por lo tanto, merecedor de atención. Un orador debe entender que hablar en nombre de la Doctrina Espírita implica conocimiento de su base y una ética que debe ser vivida constantemente. Usar la tribuna para defender ideas personales no es correcto, a pesar de ser común. Defiendo la idea de creación de Talleres que preparen adecuadamente al trabajador del área y, así, podamos comunicarnos mejor. Imagino que el día en que consigamos comunicarnos de forma eficaz e integrada, el Espiritismo y los espíritas crecerán mucho y alcanzarán un mayor número de público.

Un asunto que considero relevante abordar es la divulgación de la Doctrina Espírita más allá de los horizontes del centro. ¿Cuáles son sus sugerencias para que nosotros, espíritas, podamos comunicarnos con los no-espíritas de modo elegante, sin que pasemos la imagen de que estamos intentando forzar a alguien a creer en nuestras ideas?

En primer lugar, creo que debemos seguir la lección dejada por el Codificador y no imponer nuestra fe a nadie, sin embargo presentarla para que los que tengan interés puedan conocerla de forma correcta. En mi opinión, debemos dividir ese tema en dos puntos. El primero trata de la cuestión institucional, es decir, de la forma como el Espiritismo debe  posicionarse en la sociedad. Los órganos que representan la Doctrina Espírita deben seleccionar bien las personas que hablarán en nombre de ellas y, preferentemente, prepararlas adecuadamente para la función. Deben, aún, tener una planificación estratégica de comunicación que incluya al público externo, permitiendo que la sociedad como un todo sepa quién representa el Espiritismo y puede, por tanto, hablar en nombre de él. Últimamente el Espiritismo está centrado y he visto muchas personas hablando en nombre de él de forma equivocada, generando una visión distorsionada sobre el tema. Eso es algo muy negativo y que merece atención de los espíritas.

El otro punto de esa cuestión pasa por acciones aisladas que, creo, ya vienen siendo hechas por varias instituciones. Atraer público no espírita para las instituciones (u otros locales)  con conferencias de utilidad pública, cursos profesionales etc. puede ser una buena manera de iniciar una aproximación y, quien sabe, desmitificar lo que es de hecho el Espiritismo. Una acción que tenemos en la CE Gabriel Ferreira es el “Espiritismo en las Calles”, proyecto volcado para colocar los clásicos espíritas en locales públicos (como metro, autobús, centros comerciales) para que sean “hallados” por alguien que venga a leer e interesarse. Vamos seleccionando las obras (sólo clásicos mismo) y, después de pegar en la primera página una identificación del proyecto y del centro, “liberamos” las obras en abril y octubre (mes del lanzamiento de El Libro de los Espíritus y nacimiento de Kardec). Todas las personas de la Casa participan dando, colocando o liberando las obras en algún punto de la ciudad.

Tengo certeza que hay muchas otras acciones como esas esparcidas y dando buenos frutos.

Finalmente, creo que nuestra conducta el día a día hará que las personas formen una opinión sobre la Doctrina Espírita. Si ella será buena o mala, depende de nosotros.

¿Qué de su formación en periodismo y relaciones públicas colabora para el desarrollo de sus actividades dentro del Movimiento Espírita?

Mi visión de Comunicadora influye en todo lo que hago dentro del movimiento espírita. Comienza siempre por la observación, levantamiento de informaciones, establecimiento de objetivos, elaboración de planificación, ejecución, evaluación. Todo eso teniendo en cuenta el contexto general (y no el trabajo de forma aislada), siempre buscando perfeccionamiento constante y, por encima de todo, envolver (y oír) el mayor número de personas posible. En suma, todo ese proceso es de comunicación.

Sus consideraciones finales.

Agradezco mucho por la oportunidad y por el interés en oír mis experiencias que, sé muy bien, aún son pequeñas en comparación con la de tantas otras personas dedicadas a la Doctrina Espírita. De hecho, aprovecho para afirmar mi gratitud a tantas personas que me acogieron de forma fraterna en el movimiento espírita.

No consigo pensar en un mundo mejor y más fraterno sin que aprendamos a dividir nuestras experiencias, sumando con las de otras personas que pasan por nuestras vidas.


 
 


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