Entre los
llamados al
Espiritismo
muchos se
desviaron
Algunos cofrades
critican la
preocupación de
muchos Centros
Espiritas en
ofrecer, a las
personas que los
buscan, el
confort y la
asistencia
espiritual
expresos en la
tarea del pase,
en el agua
magnetizada, en
las radiaciones,
en las sesiones
doctrinarias de
Espíritus y en
las reuniones de
terapia por
fluidos
dirigidas a
nuestros
hermanos
enfermos del
cuerpo.
Nadie que
conozca la
doctrina
espirita
discordará de
que las Casas
Espiritas deben
tener como
objetivo
fundamental la
educación de las
personas que las
buscan y el
desarrollo del
raciocinio
crítico de sus
frecuentadores,
pero tal
aspiración no
impide que, al
lado de los
estudios y de la
orientación,
atienda también
el Centro
Espirita a sus
características
de Templo,
Hogar, Hospital,
Taller y
Escuela, que
encontramos en
las
instituciones
espiritas más
respetables.
Sabemos que una
persona que esté
hambrienta no
reúne, en la
mayor parte de
los casos,
condiciones para
oír una
exposición
metódica.
Busquemos, pues,
alimentarla y
después, saciado
su hambre, ella
estará más bien
preparada para
la lección que
le será
ministrada.
Así se da con
las personas que
llegan en
desesperación a
una Casa
Espirita, sean
cuales fueron
sus motivos.
Esté la
desesperación
unida a
problemas de
orden espiritual
o a dificultades
de orden
material, no
importa: es
necesario
primero
acogerlas,
ampararlas y es
para eso que
existen los
recursos
espiritas,
algunos de los
cuales
utilizados
ampliamente por
Jesús, que
debería ser
siempre para
nosotros los
espiritas, un
ejemplo a ser
seguido.
Esas son las
razones por que
en una Casa
Espirita bien
orientada
existen los
trabajos de pase
y del agua
magnetizada, las
sesiones de
radiaciones y
las reuniones
dirigidas para
el
adoctrinamiento
o
esclarecimiento
Espíritus.
Su propósito no
es, como algunos
piensan, de
naturaleza
proselitista,
pero sí un medio
de tornar menos
áspero el camino
de hermanos
nuestros que, en
muchos casos,
desfallecen
delante de las
pruebas más
duras.
En un mensaje
incluido por
Kardec en el cap.
XX d´El
Evangelio según
el Espiritismo,
Erasto hizo una
grave
advertencia:
“(…) ¡atención!
entre los
llamados para el
Espiritismo
muchos se
desviaron;
reparad, pues,
vuestro camino y
seguid la
verdad”.
El Codificador
del Espiritismo
le preguntó,
entonces:” ¿Si,
entre los
llamados para el
Espiritismo,
muchos se
desviaron,
cuáles son las
señales por los
cuales
reconoceremos
los que se
encuentran en el
buen camino?”
Erasto así
contestó: “Los
reconoceréis por
los principios
de la verdadera
caridad que
ellos enseñarán
y practicarán.
Los reconoceréis
por el número de
aflictos a que
lleven consuelo;
los reconoceréis
por su amor al
prójimo, por su
abnegación, por
su desinterés
personal; los
reconoceréis,
finalmente, por
el triunfo de
sus principios,
porque Dios
quiere el
triunfo de Su
ley; los que
siguen Su ley,
esos son los
escogidos y Él
les dará la
victoria; pero
Él destruirá
aquellos que
falsean el
espíritu de esa
ley y hacen de
ella un peldaño
para contentar
su vanidad y su
ambición”.
La advertencia
arriba nos
parece
suficiente para
que los
espiritas y los
Centros
Espiritas no
ignoren, en sus
actividades, la
función
consoladora del
Espiritismo y,
como tal, la
respeten y la
practiquen.
|