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Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento Português   Inglês

Año 4 202 – 27 de Marzo de 2011

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

 

Actos de los Apóstoles

Quinto libro del Nuevo Testamento

Lucas (Discípulo de Pablo)

(Parte 8)

Damos continuidad en esta edición al Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento, que comprenderá el estudio de los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan y del libro Actos de los Apóstoles. El estudio está basado en la versión del Nuevo Testamento que el lector puede consultar a partir de este link: http://www.bibliaonline.con.br/tb.

Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran a finales del texto de abajo. 

Cuestiones para el debate

1. Reunidos en Jerusalén para dirimir la cuestión relativa a la obligatoriedad o no de la circuncisión, ¿cuál fue la decisión de los apóstolos?  

2. Habiendo Pablo decidido visitar nuevamente todas las ciudades donde hubo estado anunciando la palabra del Señor, surgió nueva contienda, ahora entre él y Bernabé. ¿Por qué ellos divergían? ¿Y que resultó de ese episodio?

3. ¿Pablo fue impelido para anunciar el Evangelio en Asia?

4. ¿Qué motivo hizo a Pablo dirigirse a Macedonia?

5. ¿Por qué Pablo y Silas fueron presos en Filipo y cómo ellos salieron de la prisión?  

Texto para la lectura 

30. En Corinto, hasta el jefe de la sinagoga se convierte al Señor - De Atenas Pablo fue a Corinto, donde encontró a un judío llamado Áquila, que había llegado de Italia con su esposa Priscila, en razón de un decreto de Cláudio, que hubo obligado a todos los judíos a salir de Roma. Pablo los buscó y, como ejercía el mismo oficio, quedó trabajando en la casa de ellos: eran todos ellos fabricantes de tiendas. Los sábados, Pablo hablaba en la sinagoga, buscando convencer a judíos y griegos acerca de Jesús y del Evangelio. Cuando Silas y Timoteo llegaron de Macedonia, Pablo se dedicó exclusivamente a la predicación, demostrando siempre a los judíos que Jesús era, de hecho, el Mesías. Ellos, sin embargo, resistían a esa idea y pasaron a insultarlo. Pablo entonces sacudió su ropa y les dijo: “¡Vosotros sois responsables por lo que os ocurrirá! ¡No me cabe a mí la culpa! ¡En lo sucesivo iré a los paganos!” Saliendo de allí, él fue para la compañía de un hombre llamado Tício Justo, que adoraba a Dios y cuya casa quedaba cerca de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor, y como él toda su familia, lo mismo ocurriendo a muchos corintios que, oyendo las predicaciones, creían y eran bautizados. (Actos, 18:1 a 18:8.)

31. Jesús aparece a Pablo y lo incentiva en su misión - Cierta noche, el Señor dijo a Pablo, en una visión: “No tengas miedo, pero continúa a hablar y no calles. Estoy contigo y nadie se aproximará a ti para hacerte mal: tengo un pueblo numeroso en esta ciudad”. Pablo se quedó allí un año y seis meses, enseñando siempre la palabra de Dios. Ocurriendo entonces que, siendo Galiano gobernador de Acaia, los judíos se volvieron contra el Apóstol y lo llevaron al tribunal, acusándolo en estos términos: “Este hombre induce el pueblo a prestar a Dios un culto contra la Ley”. Pablo iba a defenderse, cuando el propio Galião, tomando la palabra, dijo a los judíos: “Si se tratara de algún delito o crimen grave, oh judíos, yo os escucharía con paciencia. Pero si la cuestión gira en torno a doctrinas y de vuestra propia Ley, ¡resolvedla vosotros mismos! De ese asunto no quiero ser juez”. Dicho esto, el gobernador los puso fuera de la sala del tribunal. Entonces todos agarraron a Sóstenes, jefe de la sinagoga, y le dieron una paliza delante del tribunal, pero a Galião no le importó el hecho. (Actos, 18:9 a 18:17.)

32. Como Pablo, Apolo también muestra por las Escrituras que Jesús es el Mesías - Vencido su tiempo en Corinto, Pablo volvió a Antioquia, pasando, a la vuelta, por Cêncreas, Éfeso y Cesárea, hasta que llegó a Antioquia. Tras quedar en la ciudad algún tiempo, partió nuevamente y recorrió por etapas las regiones de Galácia y de Frígia, confortando con su presencia y su palabra a todos los discípulos. Hube Llegado a Éfeso, por esa ocasión, un cierto judío, llamado Apolo, natural de Alejandría, hombre erudito y profundo conocedor de las Escrituras, que, instruido en la Doctrina del Señor,  hablaba con entusiasmo sobre Jesús, aunque tuviera conocimiento sólo del bautismo de Juan. Un día, cuando él hablaba en la sinagoga, Priscila y Áquila lo oyeron y, a partir de ahí, le explicaron más minuciosamente la doctrina del Evangelio. Como Apolo quisiera partir para Acaia, además de dirigirle palabras de estímulo a la pareja escribió a los discípulos pidiéndoles que lo acogieran bien. Ellos así lo hicieron y Apolo fue de gran ayuda para los fieles de la región, a causa de sus dones y porque, de hecho, respondía a los judíos con firmeza, demostrando públicamente, a través de las Escrituras, que Jesús era efectivamente el Mesías. (Actos, 18:18 a 18:28.)

Respuestas a las preguntas propuestas

1. Reunidos en Jerusalén para dirimir la cuestión relativa a la obligatoriedad o no de la circuncisión, ¿cuál fue la decisión de los apóstolos?

En base de la contienda, Pedro dije a los hermanos allí reunidos: Hombres hermanos, bien sabéis que ya hace mucho tiempo Dios me eligió de entre nosotros, para que los gentiles oyeran de mi boca la palabra del evangelio, y creyeran. Y Dios, que conoce los corazones, les dio testimonio, dándoles el Espíritu Santo, así como también a nosotros; y no hizo diferencia alguna entre ellos y nosotros, purificando sus corazones por la fe. Ahora, pues, ¿por qué tentáis a Dios, poniendo sobre el cuello de los discípulos un yugo que ni nuestros padres ni nosotros pudimos soportar? Pero creemos que seremos salvos por la gracia del Señor Jesucristo, como ellos también.

Tras Pedro, tomó Santiago la palabra, diciendo: Hombres hermanos, oídme: Simón relató como de entrada Dios visitó a los gentiles, para tomar de ellos un pueblo para su nombre. Y con esto concuerdan las palabras de los profetas; como está escrito: Tras esto volveré, y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído, lo levantaré de sus ruinas, y haré edificarlo. Para que el restante de los hombres busque al Señor, y todos los gentiles, sobre los cuales mi nombre es invocado, dice el Señor, que hace todas estas cosas, conocidas son a Dios, desde el principio del mundo, todas sus obras. Por eso juzgo que no se debe perturbar aquellos, de entre los gentiles, que se convierten a Dios. Sino escribirles que se abstengan de las contaminaciones de los ídolos, de la prostitución, de lo que es sofocado y de la sangre.

En base de eso, la cuestión fue decidida así: No imponer a los gentíos más gravamen alguno, sino estas cosas necesarias: abstenerse de las cosas sacrificadas a los ídolos,  de la sangre, de la carne sofocada y de la prostitución. (Actos, 15:6 a 15:29.)

2. Habiendo Pablo decidido visitar nuevamente todas las ciudades donde hubo estado anunciando la palabra del Señor, se dio una nueva contienda, ahora entre él y Bernabé. ¿Por qué ellos divergían? ¿Y qué resultó de ese episodio?  

Pablo hube dicho a Bernabé: Volvamos a visitar a nuestros hermanos por todas las ciudades en que ya anunciamos la palabra del Señor, para ver como están. Bernabé aconsejó que tomaran consigo a Juan, llamado Marcos. Pablo no estuvo de acuerdo, porque le parecía razonable que no tomaran consigo aquel que desde Panfília se había apartado de ellos y no los acompañó en aquella obra. En base de la contienda, ellos se apartaron uno del otro. Bernabé, llevando consigo a Marcos, navegó para Chipre. Pablo, habiendo escogido a Silas, partió, encomendado por los hermanos a la gracia de Dios, y pasó por Siria y Cilicia, confirmando a las iglesias. (Actos, 15:36 a 15:41.)

3. ¿Pablo fue impelido a anunciar el Evangelio en Asia?

Sí. Cuando pasaba por Frígia y por la provincia de Galácia, fue impelido por el Espíritu Santo a anunciar la palabra en Asia. (Actos, 16:6.)

4. ¿Qué motivo hizo a Pablo dirigirse a Macedonia?

Pablo tuvo de noche una visión en que se presentó un hombre de Macedonia que le rogó, diciendo: Pasa a Macedonia, y ayúdanos. Luego tras esa visión, él y sus compañeros partieron para  Macedonia, porque hubo concluido que el Señor los llamaba para anunciarles el evangelio. (Actos, 16:7 a 16:12.)

5. ¿Por qué Pablo y Silas fueron presos en Filipos y cómo ellos salieron de la prisión?

En Filipos, que fue la primera ciudad de Macedonia por ellos visitada, Pablo y Silas fueron importunados por una joven que tenía espíritu de adivinación, la cual, adivinando, daba gran logro a sus señores. Ella seguía a Pablo y Silas, diciendo: Estos hombres, que nos anuncian el camino de la salvación, son siervos de Dios Altísimo. E hizo eso por muchos días, hasta que Pablo, perturbado con el hecho, se volvió y dijo al Espíritu: En nombre de Jesucristo, te mando que salgas de ella. En la misma hora él salió.

Viendo a sus señores que la esperanza de su logro estaba perdida, prendieron a Pablo y Silas, y los llevaron a la plaza, a la presencia de los magistrados, a quienes dijeron: Estos hombres, siendo judíos, perturbaron nuestra ciudad, y nos exponen costumbres que no nos es lícito recibir ni practicar, ya que somos romanos. Pablo y Silas fueron, entonces, castigados y presos.

Cerca de la medianoche, Pablo y Silas oraban y cantaban himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente sobrevino un gran terremoto y los cimientos de la cárcel se movieron, e inmediatamente se abrieron todas las puertas, y fueron sueltas las cadenas de todos. (Actos, 16:12 a 16:30.)
 

 

 

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