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Año 4 198 – 27 de Febrero de 2011


 

Traducción
Elza F. Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 

¿Para qué sirve la prensa espirita?


¿Para qué sirven las revistas y los periódicos espiritas? ¿Les compite algún papel en defensa de los postulados espiritas?

Estas preguntas nunca fueron tan actuales como hoy, cuando nos encontramos en un momento difícil en que la confusión y la duda imperan en varios sectores de la actividad espirita, motivadas de manera especial por una profusión de libros y de ideas que han sido transmitidos sin los cuidados y los criterios recomendados por Kardec y por figuras eminentes de la codificación espirita.

¿Cómo un libro espirita es ofrecido sin restricción al gran público, es licito a la prensa espirita comentarlo y mencionar, por si acaso, sus posibles equívocos doctrinarios?

La respuesta es, obviamente, afirmativa, y fue exactamente esa la postura de Kardec cuando, al examinar la obra de Roustaing, conservó en ella los puntos que considerara prematuros.

Nos reportamos a Kardec porque una de las razones alegadas por los que defienden el mutismo de la prensa espirita delante de tales cuestiones es el miedo de la polémica, tema a que el Codificador se refirió con clareza en la Revista Espirita, volumen relativo al año de 1858, pág. 305, cuando afirmó que había un genero de polémica de lo cual siempre se apartaría: la que puede degenerar en personalismo, aduciendo, sin embargo, que existía una polémica a la que jamás retrocedería: la discusión seria de los principios espiritas.

Escribió el Codificador del Espiritismo: 

El análisis meticuloso, el examen riguroso, la crítica sensata de las comunicaciones espiritas son puntos conocidos de todos nosotros que estudiamos la Codificación Kardequiana.

1. Afuera las cuestiones morales, sólo se debe acoger con reservas lo que viene de los Espíritus, y jamás sin examen. (Revista Espirita de 1860, pp.233 y 234).

2. Ni todo mensaje de origen espiritual merece ser divulgada por la prensa, por cuanto que en 3.600 mensajes recibidos del plan espiritual no más que 300 servirían a la publicidad y de estos solamente 100 (menos de 3% del total) presentarían un mérito incontestado. (Revista Espirita de 1863, pp. 153 hasta 155).

3. Publicar sin examen, o sin corrección, todo cuanto viene de los Espíritus es dar prueba de poco discernimiento. El examen riguroso es, pues, fundamental antes de publicarse cualquier cosa. (Revista Espirita de 1859, pág. 316).

El Espíritu de Erasto, que tuvo papel destacado en la obra de la codificación, era - como sabemos - aún más riguroso con relación al examen de las comunicaciones espiritas. “Más vale rechazar diez verdades - dijo él - que admitir una sólo mentira, una sólo teoría falsa.” (Revista Espirita de 1861, pág. 257). “Si algún médium diera motivo legítimo de sospecha, debemos rechazar sus comunicaciones, pues hay una serpiente oculta en el césped”, aquí está lo que propuso, deseando con eso enfatizar la necesidad de que analicemos con rigor todas las comunicaciones. (Revista Espirita de 1861, pp. 257 y 258). 

En otra ocasión, en carta dirigida a los espiritas de Lyon, en la cual advertía a los lioneses acerca del peligro de la fascinación, repitió el consejo que diera en Paris: “Es mejor rechazar diez verdades momentáneamente de que admitir una sólo mentira, una única teoría falsa”. (Revista Espirita, pp. 323 y 324).  

Confusión semejante a la que observamos actualmente en nuestro medio parecía estar ocurriendo en Francia de aquella época, hecho examinado por Erasto en un mensaje denominado “Los Conflictos”, en que afirma haber en aquel momento una recrudescencia de fenómenos obsesivos, resultado de la lucha que, inevitablemente, deben sostener las ideas nuevas. “De todos los lados - dijo él - surgen médium con supuestas misiones, llamados, al que dicen, a tomar en manos la bandera del Espiritismo y sembrarla sobre las ruinas del viejo mundo, como si nosotros viniésemos destruir, nosotros que vinimos para construir.” Y agregó: “Casi todos los médium, en su inicio, son sometidos a esa peligrosa tentación”. (Revista Espirita de 1863, pp. 381 hasta 383).  

Los espiritas deberían, por lo tanto, permanecer atentos, no sólo a los ataques de los adversarios encarnados, pero también a las maniobras, aún más peligrosas, de los adversarios desencarnados. “Fortificaros, pues, en estudios sanos y, sobre todo, por la practica del amor  y de la caridad, y reforzaros en oración. Dios siempre ilumina a los que se consagran a la propagación de la verdad, cuando están de buena-fe y desprovistos de toda ambición personal”, dijo Erasto, que en seguida agregó: “Jamás juzguéis una comunicación mediúnica por el nombre que la firma, pero sólo por su contenido intrínseco”. (Revista Espirita de 1863, pp. 383 y 386).

Delante de tan juiciosas palabras, no se entiende el comportamiento de determinados médiums responsables por obras contaminadas por errores, que atribuyen a una mera persecución o excesiva mala voluntad a las críticas y análisis  hechas a los libros por ellos dados a lumbre. 



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita