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Editorial Português Inglês    
Año 4 196 – 13 de Febrero de 2011


 

Traducción
Elza F. Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 

La imposición de las manos
y su eficacia


Existe en el medio espirita personas que defienden, en lugar de la simple imposición de las manos, el movimiento de ellas para la aplicación del llamado pase magnético, una práctica tan común y generalizada en las instituciones espiritas. 

Aunque ese tema no sea de los más relevantes, ahí está algo que tiene la costumbre a veces de causar trastornos en determinadas situaciones, sobre todo cuando el espirita, habituado con una determinada técnica, pasa a frecuentar una institución que proponga sistemática diferente.

La divergencia de entendimiento en ese asunto es, pues, fácil de comprender.

Muchos se olvidan de que el pase aplicado por nosotros espiritas pertenece, de acuerdo con la terminología adoptada por Allan Kardec, a la llamada acción magnética mixta, semiespiritual o humano-espiritual, en la cual, combinado con el fluido humano, el fluido espiritual le imprime cualidades de que él necesita. El asunto es tratado por Kardec en La Génesis, cap. XIV, ítem 33. 

En esas circunstancias, dice el Codificador del Espiritismo, el concurso de los Espíritus es generalmente espontáneo, pero puede, en gran número de casos, ser provocado por un pedido del magnetizador, que en nuestro medio se quedó popularizado con el nombre de médium pasista. Este, antes de la imposición de las manos, hace generalmente una  oración en que pide la ayuda de los protectores espirituales. 

Aprendemos en El Libro de los Médium, cap. 14, ítem 176,  que son exactamente eses Espíritus que, asociando sus fuerzas fluídicas a las fuerzas del médium, dirigen el fluido que va a ser derramado sobre el paciente,  compitiendo al médium pasista tan sólo proyectar sus fuerzas fluídicas sobre el paciente, quedándose a cargo del amigo espiritual la tarea de dirigirlas. 

Evidentemente, bien diversa es la acción magnética realizada directamente por los Espíritus, sin intermediarios encarnados, en la que Kardec dio el nombre magnetismo espiritual. El movimiento de las manos por parte de los Espíritus es algo comprensible, una vez que, viendo el problema específico del enfermo, incluso sus órganos internos, pueden dirigir sobre esas partes el fluido en movimiento. Nos acordemos que, como enseña El Libro de los Médium, son ellos, los Espíritus, que dirigen el llamado  fluido magnético.  

Otro hecho que también suscita la divergencia en realce es que muchos espiritas actualmente encarnados se iniciaron en el Espiritismo cuando era aún muy fuerte en nuestro país la orientación de Edgard Armond a respecto de los pases estandarizados. 

En la propia estructura del COEM – Centro de Orientación y Educación Mediúnica, obra creada por dos médicos, Alexandre Sech y Célio Trujilo Costa, y un notable profesor, Ney de Meira Albach, la primera versión de los estudios acerca del pase era en el sentido de los pases estandarizados, orientación que fue alterada cuando Herculano Pires trató del asunto y produjo un libro pequeño en tamaño pero enorme en el contenido, intitulado “Obsesión, el pase, el adoctrinamiento”.

Quien consultar las primeras apostillas del COEM verá la preocupación que había hasta entonces con la postura física y el movimiento de los brazos y manos, considerada fundamental a la eficacia de la terapia. 

Existen espiritas, y ciertamente eso debe ocurrir con algunos médium, que sienten una influencia más fuerte del Espíritu amigo que los auxilia en el pase y, movidos por esa influencia, mueven las manos siguiendo una intuición especial, que pocas personas sienten, y vienen de ahí, del hecho de no ser generalizada y común tal intuición, la recomendación de ser adoptada la simple imposición de las manos, una vez que, no sabiendo cual es el problema específico del enfermo, no existe razón ninguna para que movamos al acaso nuestras manos.

Delante de eso, comprendiendo perfectamente los que defienden pensamiento contrario, somos enteramente a favor de lo que Herculano Pires expone en su obra arriba referida, porque fue él, hasta el momento, quien mejor explicitó la mecánica del pase en nuestro medio.  “El pase espirita – dice Herculano – es simplemente la imposición de las manos, usada y enseñada por Jesús, como se ve en los Evangelios.” Y su eficacia está toda, entera, en la asistencia espiritual del médium  y no en la técnica que él utilice.



 


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O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita