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Ano 4 - N° 185 - 21 de Noviembre del 2010


 

Traducción
Elza F. Navarro - mr.navarro@uol.com.br
 

 

El postrer  libro de Kardec


Llevado a la prensa en 1890, 21 años después del fallecimiento de Allan Kardec, hace 120 años que apareció, en París, Obras Póstumas, el último libro del codificador del Espiritismo, una selección de textos y de notas íntimas que Kardec no había aún reunido en libro.

A pesar del largo tiempo transcurrido desde su aparecimiento, ni por eso la obra perdió la actualidad. Nos parece hasta, en muchos puntos, que Kardec la escribió ahora, en razón de la evolución política que el mundo experimentó, principalmente en los últimos 25 años.

En ella, Kardec sostiene que la base del edificio social no es la libertad, tampoco la igualdad, pero sí la fraternidad, refiriéndose de esa manera  al lema de la Revolución Francesa, que se dio cien años antes de la publicación de la obra bajo examen, en la cual el codificador examina con mucha atención los llamados temas sociales o políticos.

La fraternidad, escribió Kardec, está en primera línea: es la base, y sin esa base no pueden existir la igualdad ni la libertad simple. La igualdad, por su vez, transcurre de la fraternidad, y la libertad es una consecuencia de las otras dos.

Lo que Kardec escribió significa, en pocas palabras, que una civilización de verdad exigirá que en ella reine, primero, el sentimiento de fraternidad. Siendo todos fraternos unos con los otros, la igualdad se dará de manera natural y habrá, por consecuencia, la libertad real, integral y no sólo legal,  porque nadie tendrá motivos para temer la acción del prójimo, situación bien distinta de lo que ocurre hoy en que las casas parecen verdaderas fortalezas cercadas de rejas y muros electrificados.

Uno de sus capítulos,”Las aristocracias”, constituye un interesante  estudio sobre la evolución de las estructuras del poder, cuyo ápice se dará, de acuerdo con el pensamiento del codificador, con el advenimiento en el mundo de la llamada aristocracia intelecto-moral,  que será durable porque tendrá a incentivarla sentimientos de justicia y de caridad, aliados a la sabiduría.

En la segunda parte de la obra, Kardec relata su iniciación en el Espiritismo y las providencias más relevantes que envuelven la obra de la codificación espirita. Es en esa parte del libro que está inserido el Proyecto 1868, importante documento elaborado  por el codificador con intención de la propagación de la doctrina espirita y al establecimiento de su unidad, que él siempre consideró fundamental para el futuro de la doctrina.

En seguida al proyecto, el libro presenta un largo texto acerca de la Constitución del Espiritismo y, por último, bajo el sencillo título “Credo espirita”, presenta consideraciones valiosas sobre la influencia de la ideas espiritas y la cuestión social, en que es expuesto de manera clara el pensamiento del codificador acerca de ese tema.

“Por mejor que sea una institución social”, escribió Kardec, “siendo los hombres malos, ellos la falsearán y le desfigurarán el espíritus, para la exploraren en provecho propio. Cuando los hombres se quedaren buenos, organizarán buenas instituciones, que serán durables, porque todos tendrán interés en conservarlas."

Se sabe que Allan Kardec escribió varias obras, de las cuales por lo menos ocho son de lectura obligatoria por todos los que desean  instruirse acerca del Espiritismo. Obras Póstumas es una  de ellas. Léela, estúdiala, medítala harán, por supuesto, un inmenso bien a todos que a eso se dispusieren. Nadie dude de eso.

El Grupo de Estudio Espiritas “Abel Gomes”, del Centro Espirita Nuestro Hogar, de Londrina-PR, inició en el día 9 de este mes el estudio metódico de la obra referida, con reuniones los Martes (18h30) y los Jueves (14h30).



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita