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Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento Português   Inglês

Año 4 169 1º de Agosto del 2010

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

 

El Evangelio según Marcos

Segundo libro del Nuevo Testamento

Marcos (Discípulo de Pedro)

(Parte 8)

Damos continuidad en esta edición al Estudio Sistematizado del Nuevo Testamento, que comprenderá el estudio de los Evangelios de Mateo, Marcos, Lucas y Juan y del libro Actos de los Apóstolos. El estudio está basado en la versión del Nuevo Testamento que el lector puede consultar a partir de este link: http://www.bibliaonline.con.br/tb.

Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran a finales del texto de abajo. 

Cuestiones para el debate

1. ¿En qué momento Jesús apuntó a aquel que lo habría de traicionar?

2. ¿Jesús también cantaba?

3. Cuando Jesús oraba en el lugar llamado Getsemani, Pedro y los demás durmieron. ¿Qué palabras el Señor dirigió entonces a Pedro?  

Un hecho curioso ocurrió por ocasión de la prisión de Jesús. ¿Qué hecho fue ese?

5. En el Sanedrín, cuando el sumo sacerdote le preguntó si era Cristo, Hijo de Dios, ¿cuál fue la respuesta de Jesús?

Texto para la lectura 

34. El fin nadie sabe cuando vendrá, sólo el Padre - En la secuencia del sermón, Jesús advirtió que se levantarían falsos Cristos y falsos profetas, que harían milagros y prodigios para engañar a los elegidos, si fuera posible: “Estad vosotros sobre aviso; de antemano os he dicho todas las cosas. Pero aquellos días, tras aquella tribulación, el sol oscurecerá, la luna no dará su claridad, las estrellas caerán del cielo y las potestades celestes serán sacudidas. Entonces será visto el Hijo del hombre, viniendo en las nubes con gran poder y gloria. Él enviará a los ángeles y reunirá a sus elegidos de los cuatro vientos, de la extremidad de la tierra a la extremidad del cielo”. Dichas esas cosas, Jesús dejó bien claro que nadie sabía cuando tales hechos se darían, ni los ángeles, ni el Hijo, sólo el Padre. (Marcos, 13:21 a 13:32.)

35. “Los pobres siempre los habréis”, aseveró Jesús – De allí a dos días era la Pascua (1) y la fiesta de los panes sin levadura; y los príncipes de los sacerdotes y los escribas buscaban como prender a Jesús, acusándolo de fraude, para después matarlo. Una cosa, sin embargo, era correcta: no lo harían en la fiesta, para que no hubiera alboroto entre el pueblo. Fue entonces que, estando él en Betania, en casa de Simón, el leproso, vino una mujer que traía un vaso de alabastro conteniendo ungüento de nardo puro, de gran valor. La mujer, quebrando el vaso, lo derramó sobre la cabeza de Jesús. Al ver aquello, algunos se indignaron, diciendo: “¿Para que se hizo este desperdicio de ungüento?” Y alegaban que el producto podría ser vendido por más de trescientos dineros y tal cuantía ser dada a los pobres. Cuando ellos bramaban contra la mujer, Jesús los advirtió, diciendo: “¿Dejadla, para que la molestáis? Ella me hizo buena obra. Porque siempre tenéis los pobres con vosotros, y podéis hacerles bien, cuando queráis; pero a mí ni siempre me tendréis. Esta hizo lo que podía; se anticipó a ungir mi cuerpo para la sepultura. En verdad os digo que, en todas las partes del mundo donde este evangelio sea predicado, también lo que ella hizo será contado para su memoria”. Judas Iscariotes, uno de los doce, fue a ver entonces con los príncipes de los sacerdotes para entregárselo. Estos, oyéndolo, se alegraron y prometieron darle dinero, mientras Judas estudiaba cómo hacer para entregarlo en una ocasión oportuna. (Marcos, 14:1 a 14:11.)

36. La cena del Señor y la sangre del Nuevo Testamento - Después de apuntar al discípulo que habría de traicionarlo, Jesús aseveró: “¡En verdad el Hijo del hombre va a partir, como de él está escrito, pero ay de aquel hombre por quién el Hijo del hombre es traicionado! Bueno sería para el tal hombre no haber nacido”. La cena prosiguió. Jesús entonces, tomando el pan y bendiciéndolo, lo partió y se lo dio, diciendo: “Tomad, comed, este es mi cuerpo”. A continuación, tomando el cáliz y dando gracias, lo dio; y todos bebieron de él. Jesús entonces dijo: “Es decir mi sangre, la sangre del Nuevo Testamento, que por muchos es derramada. En verdad os digo que no beberé más del fruto de la vid, hasta aquel día en que el beber será nuevo, en el reino de Dios”. (Marcos, 14:21 a 14:25.)

37. Jesús predice que Pedro lo negará tres veces - Después de comer la cena de pascua y cantar el himno, Jesús y sus discípulos salieron para el Monte de los Olivos. Les afirmó, entonces, el Maestro: “Todos vosotros esta noche os escandalizareis en mí; porque está escrito: Heriréis al pastor, y las ovejas se dispersarán. Pero, después que yo haya resucitado, iré delante de vosotros para Galilea”. Pedro, adelantándose a los demás, le dijo: “Aunque todos se escandalicen, nunca, sin embargo, yo”. Jesús replicó: “En verdad te digo que hoy, en esta noche, antes que el gallo cante dos veces, tres veces me negarás”. Pedro le habló entonces con vehemencia: “Aunque me sea necesario morir contigo, de modo ninguno te negaré”. Y de la misma manera decían todos. (Marcos, 14:26 a 14:31.)

38. Acusado de blasfemia, Jesús es considerado reo de muerte - Apuntado por Judas y preso, Jesús fue llevado al sumo sacerdote, siendo seguido de lejos por Pedro, que llegó a entrar en el patio de la casa y sentarse con los servidores del jefe del templo, calentándose con las llama. Luego que Jesús confirmó ser Cristo, Hijo del Dios Bendito, el sumo sacerdote, rasgando sus vestidos, dispensó otros testigos y lo acusó. “Vosotros oísteis la blasfemia – habló la autoridad máxima del Sanedrín –; ¿qué os parece?” Y todos lo consideraron culpable de muerte, comenzando algunos a escupirle a él, a cubrirle el rostro y a darle puñaladas y bofetadas. En eso, una de las criadas del sumo sacerdote vio a Pedro y le dijo: “Tú también andabas con Jesús Nazareno”, pero él lo negó, saliendo del techo saliente; en ese momento, el gallo cantó por primera vez en aquella noche. La criada volvió inmediatamente después y lo apuntó de nuevo como seguidor del Mesías, pero Pedro lo negó otra vez, mientras otros, enseguida, le dijeron: “Verdaderamente tú eres uno de ellos, porque eres también galileo y tu habla está conforme”. Pedro, irritado, comenzó a maldecir y a jurar, diciendo: “No conozco ese hombre de quien habláis”, y el gallo cantó por segunda vez. Pedro se acordó inmediatamente de lo que Jesús había predicho y, retirándose de allí, lloró. (Marcos, 14:53 y 14:54, 14:63 a 14:72.)

Respuestas a las preguntas propuestas

1. ¿En qué momento Jesús apuntó a aquel que lo habría de traicionar?

El hecho se dio cuando Jesús y los doce apóstolos estaban asentados para comer la pascua. En un momento dado, les dijo Jesús: En verdad os digo que uno de vosotros, que conmigo come, ha de traicionarme. Ellos comenzaron a entristecerse y a decirle uno después de otro: ¿Soy yo? Y otro dijo: ¿Soy yo? Pero él, respondiendo, informó: Es uno de los doce, que pone conmigo la mano en el plato. (Marcos, 14:12 a 14:20.)

2. ¿Jesús cantaba?

Sí, cuando estaba reunido con sus apóstoles. (Marcos, 14:22 a 14: 26.)

3. Cuando Jesús oraba en el lugar llamado Getsemani, Pedro y los demás dormían. ¿Qué palabras el Señor dirigió entonces a Pedro?

Cuando los vio durmiendo, Jesús dijo a Pedro: ¿Simón, duermes? ¿No puedes vigilar una hora? Vigilad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu, en la verdad, está listo, pero la carne es débil. Dicho esto, él salió otra vez y oró. Volviendo, los halló nuevamente durmiendo, porque sus ojos estaban pesados y no sabían que responderle. Más tarde, volviendo por tercera vez, el Maestro les dijo: Dormí ahora, y descansad. Basta; es llegada la hora. He que el Hijo del hombre va a ser entregado en las manos de los pecadores. (Marcos, 14:32 a 14:41.)

4. Un hecho curioso ocurrió por ocasión de la prisión de Jesús. ¿Qué hecho fue ese?

Al ser prendido, Jesús dijo a los que lo prendieron: ¿Saliste con espadas y varapalos a prenderme, como a un salteador? Todos los días estaba con vosotros enseñando en el templo, y no me prendisteis; pero esto es para que las Escrituras se cumplan. Entonces, dejándolo, todos huyeron. Un cierto joven lo seguía, envuelto en una sábana sobre el cuerpo desnudo. Y le echaron mano, pero él, tirando la sábana, huyó desnudo. (Marcos, 14:43 a 14:52.)

5. En el Sanedrín, cuando el sumo sacerdote le preguntó si era el Cristo, Hijo de Dios, ¿cuál fue la respuesta de Jesús?

Le dice Jesús: Yo soy, y veréis al hijo del hombre sentado a la derecha del poder de Dios, y viniendo sobre las nubes del cielo. (Marcos, 14:55 a 14:62.)

 

[1] A Páscoa (em hebraico: Pesah = passagem) recordava a libertação do povo hebreu no Egito.

 

 

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