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Año 4 156 – 2 de Mayo del 2010

NUBOR ORLANDO FACURE     
lfacure@uol.com.br  
Campinas, São Paulo (Brasil)

Traducción
Isabel Porras Gonzáles - isy@divulgacion.org

 

Cuerpo mental, una expresión clínica
de la mente
  

Resumen: El autor presenta el “cuerpo mental” como una hipótesis alternativa para el abordaje de la mente. En la actualidad la mente es vista como un conjunto particular de funciones desempeñadas por el cerebro. Ese modelo parece  no  dar  a  la  mente  una  noción

compatible con el organismo como un todo.

Usando como método la semiología neurológica, procuramos demostrar la existencia de un “cuerpo mental”, que se revela en diversas situaciones clínicas como en la histeria, en la hipnosis, en la narcolepsia, en el miembro fantasma y en las llamadas experiencias fuera del cuerpo.

Esa forma de estudiar la mente bajo la perspectiva de un cuerpo que se identifica semiológicamente puede abrir un vasto campo de experimentación, y de interpretación de fenómenos tanto psicológicos como neurológicos. 

Introducción  

La matemática nos enseña que los elementos de un conjunto no consiguen explicar la naturaleza entera de ese conjunto. El concepto del todo escapa a lo que cada una de las partes aisladamente pueda representar (Bertrand Russell 1,2).  Considerando las neuronas cerebrales como elementos de un conjunto que se presupone contener la mente, podremos cuestionar si será posible una comprensión completa del concepto de mente basado en las funciones de las neuronas. Esa interrogación nos autoriza, por lo menos teóricamente, a colocar la mente como situada, tanto fuera como dentro del conjunto de las neuronas cerebrales.

Por otro lado, nuevas teorías (Ilya Prigogine in Del Nero 3), sugieren que “Sistemas de alta complejidad” tienen capacidad de auto-organizarse. El sistema nervioso, más allá de su estructura física, puede ser visto como un bio-sistema altamente complejo, dotado de particularidades y propiedades específicas de los seres vivos. Una “Teoría de la mente”4, tenida  como siendo un subconjunto distinto de los “estados cerebrales” que son claramente de naturaleza física, y que serían, a su vez, un subconjunto de estados del sistema nervioso. Según esa teoría, las actividades de las neuronas en sus cambios electroquímicos producirían una nueva cualidad de fenómenos que “emergen” como función mental, semejante a la orden que resulta en los Sistemas de alta complejidad.

Las diversas Teorías de la mente 4 disponibles en la actualidad no consiguen, entre tanto, pasar de hipótesis con buena estructuración teórica, sin que puedan dar cuenta de toda una serie de fenómenos conocidos que la actividad mental expresa. Ninguna Teoría consiguió hasta ahora efectuar predicciones específicas sobre los fenómenos mentales y mucho menos garantizarnos la posibilidad de probarla en la clínica o en el laboratorio. 

    Objetivo y método          

Es exactamente por la posibilidad de probar la hipnosis tanto del punto de vista clínico como en el laboratorio, que estoy sugiriendo el concepto de “cuerpo mental” en sustitución al de mente. Presento diversas situaciones donde la semiología neurológica puede confirmar esa hipótesis  

Modelos Semiológicos 

Histeria Pacientes histéricos que presentan disturbios sensitivos o motores revelan un patrón semiológico típico, notándose, ante todo, que ellos no obedecen a las distribuciones anatómicas adecuadas a las diversas vías de inervación del sistema nervioso.

Por otro lado, en las lesiones orgánicas del cerebro, el mapa de las anestesias revela distribuciones muy conocidas de los neurólogos, que aprendieron a constatar los niveles de anestesia Metaméricos (1), o haloméricos y los síndromes llamados alternos, caracterizados por el comprometimiento anestésico en la hemiface de un lado y del tronco y miembros en el hemicuerpo contralateral.

Los estudios semiológicos muestran que el paciente histérico hace un patrón de anestesia diferente, comprometiendo, a veces, todo su cuerpo; él no sabe que la inervación sensitiva de la cara recorre el nervio trillizo, mientras las regiones posteriores del cuero cabelludo, en la nuca, siguen inervaciones muy distantes, situadas al nivel de la médula cervical. Las anestesias en los miembros del histérico no ahorran ninguna forma de sensibilidad, habiendo comprometimiento global de las sensibilidades superficiales y profundas. La organización de esa “anatomía” elaborada por el histérico es producto de la concepción mental que él hace de su cuerpo. El histérico se expresa semiologicamente cómo poseyéndose un “cuerpo” organizado por su mente y no por su cerebro. Esa actitud es conocida en la historia de la histeria y, a buen seguro, es universal, como se puede leer en un de los tratados clásicos de la neurología, el “Sémiologie des affections du système nerveux” de J. Dejerine (1914), 5. En la evaluación semiológica del histérico podemos identificar cómo él expresa su cuerpo mental.

La parálisis histérica también revela contrastes con la semiología de los síndromes lesiónales orgánicos. La flacidez es extravagante, la hipertonía acostumbra a ser difusa en toda musculatura, no respetando la distribución entre agonista (2) y antagonistas que el sistema gama exige. La pierna de este paciente ofrecerá resistencia tanto para ser flexionada como para ser extendida. El hemipléjico o el parapléjico histérico construyen una deficiencia dentro de un modelo imaginario, obedeciendo a una construcción mental y no a una perdida de vías nerviosas.

Hipnosis individuos que asimilan las sugestiones que inducen a la hipnosis pueden producir tanto parálisis como anestesias. La experiencia médica, vasta en esa área 6, ha demostrado que las parálisis y las anestesias siguen el mismo patrón de los cuadros histéricos (7, 8,9). En uno y otro cuadro, podemos notar que el “cuerpo” construido por el histérico y por el hipnotizador tiene origen en sus “modelos mentales” y no obedece a la sistematización de las vías neuronales.

Las memorias del hipnotizador - Las memorias del hipnotizado – En la experiencia común del transe hipnótico sabemos que al despertar, el hipnotizado no retiene los recuerdos del que él oyó o desempeñó durante el transe. Una segunda inducción hecha inmediatamente a continuación lo hace rescatar esas memorias retornando a la escena del primero transe, sin darse cuenta ahora del que oyó o hizo en el intervalo entre los dos transes. Esa experiencia parece en los revelar dos archivos distinguidos de memorización. Yo diría que uno de ellos se localiza en el cerebro físico, cuando él otro para procederse a esa lectura. En el caso de la hipnosis, podemos usar la sugerencia hipnótica para transferir las memorias de un ambiente para otro, lo que se consigue con cierta facilidad.

Narcolepsia La narcolepsia es un disturbio del sueño en el cual el paciente entra súbitamente en un estado de somnolencia que él no consigue controlar. Los episodios se repiten con frecuencia incómodos perturbando las actividades diarias del paciente. La duración de los episodios acostumbra a ser variada, pudiendo ser de algunos minutos u horas. Al despertar, esos pacientes hacen relatos curiosos. Pueden permanecer aparentemente lúcidos durante la somnolencia, realizando en ese periodo actividades complejas. Sienten su salida del cuerpo físico y conviven con escenarios y personajes diversos. Algunos relatan una experiencia atemporal, pueden ser testimonios de episodios pasados o que vayan a confirmarse en el futuro. De cualquier forma, ellos parecen ser poseídos de un cuerpo con el cual viven sus experiencias. Los clásicos de la neurología rotulan esos cuadros como alucinaciones hipnagógicas. Aquí estarían también incluidos los llamados sueños lúcidos que individuos normales relatan. Nos parece, sin embargo, que en la narcolepsia la experiencia es “consciente” y menos simbólica que las vivencias oníricas de todos nosotros. No es difícil para estos pacientes describen las características físicas y funcionales de ese cuerpo mental que les permite transitar por sus “sueños”.

Miembro fantasma – amputaciones casi siempre ocurridas en accidentes violentos pueden producir en el paciente la percepción de la continuidad de la existencia de su miembro amputado (amputaciones en otras partes del cuerpo como mama, nariz, lengua, escroto y penes pueden producir síntomas semejantes al miembro fantasma) 10. Melzack 11, 12 cree en la existencia, en el cerebro, de una imagen del cuerpo entero en una matriz neuronal. Ella sería compuesta por una red de interconexiones neuronales, organizada genéticamente y a partir de estímulos sensoriales, creando un patrón de identificación del yo que Melzack 10 llama de “neuroasignatura”. Aún niños que nacen sin miembros pueden revelar la existencia de esa matriz corporal 11. En que pesen las hipótesis neurofisiológicas que intentan justificar los síntomas del miembro fantasma, su manifestación clínica puede complementar los ejemplos de cuerpo mental que queremos estudiar. El miembro fantasma da al paciente toda sensación de un miembro real (sentiment du realité concrète, según Lhermitte) 10, donde él siente dolor, cosquillas, movimientos espontáneos y reacciones de evitamento (3) cómo golpear en un mueble. Considerando ese miembro como parte del cuerpo mental, veremos que la conciencia del paciente no ejerce control sobre sus funciones, sean motoras o sensitivas. Podemos decir que esa falta de control es pertinente a los cuadros de histeria e hipnosis que anotamos.

Una serie de otros fenómenos clínicos parece sugerir la existencia de esa representación corporificada de la mente que estamos analizando. La construcción de la imagen corporal y los síndromes de negligencia son buenos ejemplos. La literatura lega y neuro-psiquiátrica produce de un tiempo para acá  una enormidad de textos refiriéndose a experiencias fuera del cuerpo y experiencias de casi muerte. Nosotros los neurólogos encontramos con frecuencia, entre las manifestaciones psíquicas de los epilépticos, la llamada “noción de una presencia”, donde una “entidad” parece acompañar como testimonio el desarrollo de la crisis epiléptica.  

Comentarios  

No tenemos duda de que el dilema cerebro/mente es inagotable, contradictorio y a veces irreconciliable. Al proponer discutir el tema en términos de cuerpo mental, sabemos de la dificultad de introducir una idea nueva en un contexto de tamaña complejidad. Nos acordamos, sin embargo, de una afirmación del evolucionista Stephen Jay Gould 13 que propuso la evolución puntual de las especies. “Nuevos hechos, recolectados a la moda antigua, bajo la tutela de viejas teorías, raramente llevan a cualquier revisión sustancial del pensamiento. Los hechos no “hablan por sí sólo”; son leídos a la luz de la teoría. El pensamiento creativo, tanto en la ciencia como en las artes, es el motor para el cambio de opinión”.

La discusión de la mente parece agotarse entre la Filosofía y la Ciencia sin llegar a un fin. El “cuerpo mental” me parece que tiene el mérito de especificar un objeto de estudio más adecuado, debido a su comportamiento clínico y experimental.

Esperamos que estudios subsiguientes puedan comprobar la validez de nuestra propuesta. Aun necesitamos profundizar las características semiológicas sobre el cuerpo mental e identifiquemos sus características anatómicas y funcionáis fundamentales, ya que él puede ser evaluado clínicamente en la histeria, probado experimentalmente en la hipnosis, reconocido en el miembro fantasma, confirmado en la narcolepsia y en las experiencias fuera del cuerpo,  conforme ejemplificamos. 
 

Nubor Orlando Facure, de Campinas-SP, ex-professor titular de Neurocirurgia na UNICAMP, é diretor do Instituto do Cérebro.            

 

Notas: 

(1)  Metamérico viene de metameria, o sea, división del cuerpo en partes o segmentos similares, dispuestos en una serie lineal a lo largo del eje longitudinal.

(2) Agonista, en anatomía, se dice del músculo que promueve una acción a la cual se opone otro músculo, denominado antagonista.

(3) Evitamiento es lo mismo que evitación: acto de evitar. 

 

Referências

1 – Russel B. História do pensamento ocidental: a aventura dos pré-socráticos a Wittgenstein. Rio de Janeiro - Ediouro 2001

2 – Macrone M. Eureka! Um livro sobre ideias – São Paulo - Ed. Rótterdan, 1997, pág. 121 e 122.

3 – Del Nero H.S. O sítio da mente: pensamento, emoção e vontade no cérebro humano. São Paulo: Collegium Cognitio, 1977, Pág. 193.

4 - Tripicchio A, Tripicchio AC. Teorias da mente - Ribeirão Preto, SP, Ed Tecmedd, 2003, Pág. 72 a 77

5 - Dejerine J. Sémiologie dês affections du Systeme nerveux - 12 ed - Masson et Cie Éditeurs, Paris, 1914, pág. 540 a 549 e 927.

6 - Ferreira MV.  Hipnose na prática clínica, São Paulo, Ed Atheneu, 2003

7 - Halligan PW, Athwal, BS Oakley, DA, Franckowiak, RSJ. Imaging hipnotic paralysis: Implications for conversion hysteria. The Lancet, 2000; 355:986-987

8 - Halligan PW. New approaches to conversion hysteria. BMJ 2000; 320: 1488-1489 (3june)

9 - Marshall JC, Halligan PW, Fink GR, Wade DT, Frackwdak, RSJ. The functional anatomy of a hysterical paralysis. Cognition 1997; 64(1), Pág. B1B8

10 - Jensen TS, Rasmussen P. Amputation. Pag 402-412. Textbook of pain, Ed. Patrick D. Wall, Ronald Melzack (Churchill Livingstone), Londres, 1984

11 - Melzack R, Israel R, Lacroix R, Schultz G. Phantom limbs in people with congenital limb deficiency or amputation in early childhood. Brain, 1997; 120 (9) 1603-1620

12 - Melzack R. Phantom limbs. Sci Am April 1992; 266: 120-126

13 - Gould S. J. Darwin e os grandes enigmas da vida. Tradução de Maria Elizabeth Martinez, 2a Ed. São Paulo - Martins Fontes, 1999, Pág. 158.   



 


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