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Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita Português   Inglês
Programa VI: Aspecto Religioso

Año 3 – Nº 141 17 de Enero del 2010

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

 

Sacrifícios, mortificaciones
y promesas

 
Presentamos en esta edición el tema
nº 141 del Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita, que está siendo presentado aquí semanalmente, de acuerdo con el programa elaborado por la Federación Espirita Brasileña, estructurado en seis módulos  y 147 temas.

Si el lector utiliza este programa para el estudio en grupo, sugerimos que las cuestiones propuestas sean debatidas libremente antes de la lectura del texto que a ellas sigue.

Si es destinado solamente para uso por parte del lector, pedimos que el interesado intente inicialmente responder las cuestiones y solo después lea el texto referido. Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran al final del texto abajo.

Cuestiones para debate  

1. De acuerdo con la etimología, ¿qué significa El vocablo sacrificio?

2. ¿Pagar el diezmo es uma forma moderna de sacrifício?

3. ¿A qué prácticas la realización de sacrificios religiosos está generalmente relacionada?

4. ¿Cómo ve el Espiritismo la práctica de las mortificaciones?

5. ¿En qué consiste, según las enseñanzas cristianas, la verdadera penitencia? 

Texto para la lectura 

El propósito declarado del sacrificio varía entre las diferentes culturas

1. El vocablo sacrificio tiene, conforme la etimología, el sentido de “hacer alguna cosa sagrada”. En su sentido primitivo y únicamente religioso, representa una ofrenda que se hace a la divinidad por medio de rituales. La ofrenda puede ser representada por una persona, por un animal o aun por productos de origen vegetal u otros objetos.

2. Es importante que se haga distinción entre el concepto religioso del término y su concepción popular. Así, en el aspecto religioso, además de la característica del ritual, se sub-entiende que el sacrificio será consumido por la divinidad. Tareas que ciertas religiones exigen de sus adeptos, como por ejemplo el pago de diezmos, no constituyen sacrificios, sino reglas de la práctica religiosa.

3. El propósito declarado del sacrificio varía mucho entre las diferentes culturas. Por extensión, puede el ser considerado como una renuncia o privación voluntaria de alguna cosa, como la privación de los gozos inútiles, que la Doctrina Espírita considera acto meritorio, porque desprende de la materia al hombre y eleva su alma.  

4. Resistir a la tentación que arrastra al exceso o al gozo de las cosas inútiles, quitar de lo que tenemos para dar a los que carecen de lo suficiente, hacer el bien a nuestros semejantes – he ahí algunas prácticas que presentan gran mérito dentro del rol de las llamadas privaciones voluntarias.

Ciertas religiones imponen la mortificación para la remisión de los pecados

5. La realización de sacrificios religiosos está generalmente relacionada con las mortificaciones y las penitencias. El verbo mortificar es sinónimo de afligir, atormentar, castigar, macerar el propio cuerpo con penitencias. La mortificación ocurriría debido al arrepentimiento o al dolor resultante del pecado cometido.

6. En función del arrepentimiento, ciertas autoridades religiosas imponen una pena al arrepentido para la remisión de sus pecados, pena esa representada por ayunos, oraciones, maceración del cuerpo y otras tantas mortificaciones inherentes a la manifestaciones de culto externo.

7. En su libro “Esclarecimientos Evangélicos”, Sayão examina el asunto “penitencia” e informa que esa práctica es, según algunas religiones, necesaria al pecador que no desea agravar su culpa y hacerse así pues acreedor de mayores castigos.

8. La penitencia, tal como la entendía Jesús, no consiste sin embargo en la reclusión en claustros, en los cilicios y en otras tribulaciones materiales. Ella consiste en el arrepentimiento sincero y profundo y en el propósito firme en que la criatura dice no volver a cometer las faltas que la arrastraron a la mísera condición humana y esforzarse por repararlas.

Debilitar el cuerpo sin necesidad es un verdadero suicidio

9. El Espíritu penitente – asevera Sayão – “se absorbe todo en la oración y en la vigilancia que Jesús recomendaba y que forman un muro a la ondas de pasiones que nos lanzan en el abismo de la desdicha”.

10. Hablando sobre la mortificación y su mérito, aconsejan los Espíritus superiores: “Buscad saber en qué ella aprovecha”. “Si solamente sirve para quién la practica y le impide de hacer el bien, es egoísmo, sea cuál sea el pretexto con que entiendan colorearlas. Privarse a sí mismo y trabajar para los otros, tal es la verdadera mortificación, según la caridad cristiana.” (L.Y., 721.)

11. Debilitar el cuerpo con privaciones inútiles y maceraciones sin objetivo, torturar y martirizar voluntariamente el cuerpo material son actos que, evidentemente, contrarían la ley de Dios, por cuanto debilitar el vehículo corpóreo sin necesidad es verdadero suicidio.

12. En la intuición de obtener favores o aún agradar a Dios o a los Buenos Espíritus, algunas personas ejecutan determinadas acciones o se imponen ciertas privaciones que llaman promesa. Ahora, las promesas ya tuvieron su época y ya va distante el tiempo de las supersticiosas imposiciones de la teocracia. A su reinado sucedió el imperio de la inteligencia y de la razón, únicos fundamentos inquebrantables de la fe esclarecida y activa. Sacrificios, mortificaciones y promesas son, por lo tanto, manifestaciones materiales del culto externo, practicadas por personas aún distantes de las verdades espirituales. 

Respuestas a las cuestiones propuestas 

1. De acuerdo con la etimología, ¿qué significa el vocablo sacrificio?

En su sentido etimológico, sacrificio significa “hacer alguna cosa sagrada”. En su acepción primitiva y religiosa, representa una ofrenda que se hace a la divinidad por medio de rituales, la cual puede ser representada por una persona, por un animal o aún por productos de origen vegetal u otros objetos.

2. ¿Pagar el diezmo es uma forma moderna de sacrificio?

No. Determinadas tareas que ciertas religiones exigen de sus adeptos, como por ejemplo el pago de diezmos, no constituyen sacrificios, sino reglas de la práctica religiosa.

3. ¿A qué prácticas las realizaciones de sacrificios religiosas está generalmente relacionada?

La realización de sacrificios religiosos está generalmente relacionada con las mortificaciones y las penitencias.

4. ¿Cómo ve el Espiritismo la práctica de las mortificaciones?

Hablando sobre la mortificación y su mérito, aconsejan los Espíritus superiores: “Buscad saber en qué aprovecha ella”. Si solamente sirve para quién la práctica y le impide hacer el bien, es egoísmo, sea cuál sea el pretexto con que entiendan como colorearla. Privarse a sí mismo y trabajar para los otros, tal es la verdadera mortificación, según la caridad cristiana.

5. ¿En qué consiste, según las enseñanzas cristianas, la verdadera penitencia?

La penitencia, tal como la entendía Jesús, no consiste en la reclusión en claustros, en los cilicios y en otras tribulaciones materiales. Ella consiste en el arrepentimiento sincero y profundo y en el propósito firme en que la criatura se decide a no cometer las faltas que la arrastraron a la mísera condición humana y esforzarse por repararlas. 

 

Bibliografia

O Livro dos Espíritos, de Allan Kardec, questões 720 a 726.

O Evangelho segundo o Espiritismo, de Allan Kardec, cap. V, item 26.

Elucidações Evangélicas, de Antônio Luiz Sayão, pp. 143 a 145 e 465.

Dicionário de Ciências Sociais, de Benedicto Silva e outros, p. 1094.

Dicionário de Teologia Moral, de Cardenal Francesco Roberti, p. 816. 


 

 

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Revista Semanal de Divulgación Espirita