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Entrevista Português Inglês    
Año 3 – Nº 138 – 20 de Diciembre del 2009
WALDENIR APARECIDO CUIN  
wacuin@ig.com.br  
Votuporanga, São Paulo (Brasil)
Traducción:
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org  
 

Jerônimo Mendonça: 

 “Nadie puede ser feliz en el egoísmo”

Dos meses antes de su desencarnación, el entrañable compañero minero exteriorizó su pensamiento acerca de la pena de muerte, fe, dolor, vivencia evangélica, vicios y felicidad
 

Natural de Ituiutaba (MG), donde nació el 1º de noviembre de 1939, Jerônimo Mendonça Ribeiro (foto) falleció a los 50 años de edad el 26 de noviembre de 1989, poco más de 20 años atrás. Fue él, como sabemos, un gran trabajador, conferenciante y escritor espírita, que mucho trabajó por la divulgación de la doctrina espírita. Tetraplégico y prendido por muchos años a una cama ortopédica, además de invidente, fue conocido en el medio espírita como El Gigante Acostado.
 

Dos meses antes de su fallecimiento, en septiembre de 1989, Jerônimo estuvo en Votuporanga, interior del Estado de San  Pablo, para unas conferencias en el Centro Espírita Emmanuel y en el Centro Espírita Humberto de Campos, oportunidad en que nos concedió la entrevista que sigue:

BRASIL CORAZÓN DEL MUNDO 

– Jerônimo, se nota en la sociedad brasileña, de un modo general, un gran descrédito para con la administración pública, desesperanza en el cuadro social e indiferencia en el trato con los valores nobles de la vida. ¿Por qué eso viene ocurriendo?

Jerônimo Mendonça – Indudablemente que eso es fruto de una transición, que el propio planeta en sí atraviesa. Y Brasil no podría ser diferente, dentro de las coyunturas, de las pruebas que todos nosotros aún tenemos que pasar. Pero tenemos que creer en el mañana mejor, confiar en los verdaderos hombres de bien, que saben que todo eso pasa dejando con nosotros el resultado benéfico de una experiencia. Finalmente, la vida es una escuela permanente de ejemplos constantes, y nosotros los espíritas tenemos que ver esa transición con los ojos del optimismo colocados en el futuro. Hoy la dificultad, los contratiempos, la inversión de valores, la violencia, el desamor, pero mañana será el reinado de paz y de esperanzas. Queramos o no, Brasil será el Corazón del Mundo y la Patria del Evangelio. 

PENA DE MUERTE 

– Nunca se habló tanto de la pena de muerte en Brasil como en la actualidad. Movimientos de presión se levantan pidiendo la pena capital para los causantes de delitos más graves. ¿Como ve usted eso?

Jerônimo Mendonça – Nosotros sabemos perfectamente que la violencia no se extingue con la violencia. Es como si nosotros intentáramos borrar un incendio tirándole combustible. La pena de muerte para nosotros sería un retroceso, principalmente nosotros los brasileños, que somos un pueblo pacífico por índole. Y uno de los mandamientos de la Ley de Dios es muy claro y viene de forma imperativa: “No matarás”. Entonces la violencia no resolverá el problema de la violencia. Vamos a orar para que ese proceso de ideas obsesivas no alcance lo emocional y la razón de los hombres de bien, porque, a pesar de todas las congojas, el amor es el gran camino de la felicidad humana.

– ¿Cómo debe posicionarse el cristiano que verdaderamente desea contribuir para la implantación de una nueva orden social en la Tierra?

Jerônimo Mendonça – Cumpliendo cada cuál de nosotros, con dignidad nuestros deberes. Siendo fieles a nuestros postulados, con más espíritu de desprendimiento y abnegación por la causa humana y social. Sabiendo que el discípulo de hoy debe contemplarse en el retrato vivo del Maestro de siempre, que supo que el camino más perfecto de esa integración con Dios y con la felicidad perfecta es el deber cumplido. Cada cuál de nosotros, sepamos cumplir nuestros deberes dentro de nuestros puestos de trabajo, he ahí el resultado de la victoria. 

VIVENCIA EVANGÉLICA 

– Jerônimo, si ya tenemos noticias de las imprescindibles enseñanzas de Jesús, ¿por qué encontramos tantas dificultades en vivirlas?

Jerônimo Mendonça – Es porque nosotros tenemos el evangelio más en la inteligencia  que en el sentimiento. Él aún vive más en la esfera mental, en el razonamiento, que dentro del corazón como renovación. Pero llegará un momento en que todos nosotros, mirando el panorama del pasado, para aquellas verdaderas almas que todo hicieron en la implantación del Cristianismo naciente, soportando hogueras, fieras y tantas calamidades que la historia registra, podamos asestar en ese espejo del pasado para tener la dignidad espiritual del presente y saber testificar a Jesús en cualquier ocasión de la vida. 

EL DOLOR Y EL SUFRIMIENTO 

– ¿El dolor y el sufrimiento son creaciones de Dios?

Jerônimo Mendonça – Jamás. Dios, en su infinita perfección y bondad, jamás crearía el sufrimiento para sus hijos. El sufrimiento y el dolor son desvíos del libre albedrío del hombre a través de los milenios. Toda actitud nuestra contra las leyes de amor de nuestro Padre significa sufrimiento en nosotros. Dios jamás castigaría a la humanidad con hambre, miseria, dolor físico y dolor moral. Nosotros somos los que creamos esa coyuntura carmica. Todo plantío errado da una cosecha torcida. 

VICIOS TÓXICOS 

– Jerônimo, ¿qué podría usted decir a los padres que, desesperados, notan a los hijos trillando por los caminos sombríos de la vida, perdiéndose por las veredas de las fantasías y de los vicios?

Jerônimo Mendonça – Más amor a esos hijos, más espíritu de comprensión de las dificultades psicológicas y de los procesos obsesivos que a veces dirigen las cabezas jóvenes. El Espíritu vuelve a la reencarnación trayendo consigo las tendencias no superadas del pasado y a veces no encuentra un hogar tan bien estructurado evangélicamente; entonces, en vez de que esas tendencias sean combatidas, ellas son alimentadas por los ejemplos aún fallados de sus propios tutores espirituales. Entonces, paciencia, fe, mucha abnegación, mucha capacidad de perdonar y entregarlos a Dios, sin dejar el barco a la deriva. 

¿QUÉ ES TENER FE?

– Jesús afirmó que quién tuviera la fe del tamaño de un grano de  mostaza podría transportar montañas. Preguntamos: ¿Qué es tener fe?

Jerônimo Mendonça – Fe, según el Espíritu de Emmanuel, es visión de la vida, la lógica de la vida en sí. El labrador sabe que en la semilla está embrionariamente el árbol del mañana, pero si él no tiene fe en su propia certeza de que plantando da, aquella semilla va a permanecer sólo como embrión. Entonces la fe no nos viene por osmosis, es una conquista de cada uno en el tiempo y en el espacio, y dentro de la Doctrina Espírita esa fe pierde aquel carácter sólo místico para ser una fe eminentemente racional. Es conocer, es saber de donde venimos, qué estamos haciendo, qué es la vida y para dónde vamos. Es tener noción de rumbo y de camino: esta es la fe. 

                                      FELICIDAD

– Jerônimo, ¿cómo podemos encontrar la felicidad que tanto deseamos?

Jerônimo Mendonça – La felicidad es un cambio, el amor es fusión. Nadie puede ser feliz en el egoísmo, en el exclusivismo, entregado a la marginalidad de una situación, cualquiera que ella sea. Felicidad es participación, es la improvisación de la felicidad de los otros, pues es dando que se recibe.



 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita