WEB

BUSCA NO SITE

Edição Atual
Capa desta edição
Edições Anteriores
Adicionar
aos Favoritos
Defina como sua Página Inicial
Biblioteca Virtual
 
Biografias
 
Filmes
Livros Espíritas em Português Libros Espíritas en Español  Spiritist Books in English    
Mensagens na voz
de Chico Xavier
Programação da
TV Espírita on-line
Rádio Espírita
On-line
Jornal
O Imortal
Estudos
Espíritas
Vocabulário
Espírita
Efemérides
do Espiritismo
Esperanto
sem mestre
Divaldo Franco
Site oficial
Raul Teixeira
Site oficial
Conselho
Espírita
Internacional
Federação
Espírita
Brasileira
Federação
Espírita
do Paraná
Associação de
Magistrados
Espíritas
Associação
Médico-Espírita
do Brasil
Associação de
Psicólogos
Espíritas
Cruzada dos
Militares
Espíritas
Outros
Links de sites
Espíritas
Esclareça
suas dúvidas
Quem somos
Fale Conosco
 
Editorial Português Inglês    
Año 3 – Nº 138 – 20 de Diciembre del 2009


 

Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

Navidad, un raro momento de paz en nuestro mundo

 
 
La Navidad de Jesús representa tanto para la Humanidad que en esta semana que lo antecede es sobre él que deseamos hablar.

Cuando un hijo nace, los padres quedan evidentemente felices. El hogar se adorna para la llegada del bebé y los abuelos viven una preocupación diaria durante todos los meses que preceden ese momento tan esperado.

Es que la vida significa mucho para todos nosotros. La reentrada del Espíritu en este escenario que tantas bellezas nos ofrece constituye la apertura de nuevas oportunidades de trabajo, de rehacimiento, de resarcimiento y de progreso.

Su partida significa lo contrario. La muerte trae tristeza, nostalgia y agonía. En su pasaje fulminante, deja un rastro de dolor y un vacío difícilmente llenado por cualquier otra cosa. Si una madre tiene diez hijos y pierde uno de ellos, ella sentirá la ausencia del que partió aunque persista a su lado una prole numerosa, porque los hijos son una especie de parte de nuestro ser en quien soñamos perpetuar nuestro nombre.

La Navidad es el advenimiento de una persona especialmente importante para la Humanidad, ya que Jesús, independientemente de su inmensa superioridad, que lo eleva por encima de todos sus hermanos, es el amigo, el compañero, el ángel invisible que conforta a todos y alimenta con su presencia nuestra hambre de paz y de equilibrio.

La aproximación de la Navidad ejerce, por eso mismo, una magia encantadora sobre todos los hogares, por cuanto constituye un raro momento de paz y el estímulo a que se de la modificación necesaria que Jesús espera de toda la Humanidad.

En la Tierra – nadie ignora – hay guerras, conflictos, hambrientos en todas partes. Pero, mientras exista el mensaje de Cristo, reunido en su Evangelio de luz, habrá esperanza para el mundo en que vivimos, donde el hombre ha de alcanzar, un día, el destino brillante que Dios le señaló. Fue Jesús quién declaró: “Todo lo que hago podréis hacerlo también, y mucho más”. Y fue aun Él quien afirmó: “De las ovejas que mi Padre me confió ninguna se perderá”.

La Navidad es, pues, uno de esos escasos momentos de claridad en el planeta en que vivimos, donde predominan las pruebas y las expiaciones, con todo su cortejo de vicisitudes.

Que esa claridad introduzca en nuestros hogares y en nuestra vida un clima diferente que posibilite nuestra reforma interior, para que haya un infeliz menos en el mundo y podamos todos nosotros eliminar al “hombre viejo” que aún somos, teniendo Jesús por modelo, seguros de que, conforme el Dr. Bezerra de Menezes aseveró, “fuera del Cristo no hay solución”.



 


Volver a la página anterior


O Consolador
 
Revista Semanal de Divulgación Espirita