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Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita Português   Inglês
Programa V: Aspecto Científico

Año 2 – 96 – 1º de Marzo del 2009

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 


Espíritus protectores


Presentamos en esta edición el tema
nº 96 del Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita, que está siendo presentado aquí semanalmente, de acuerdo con el programa elaborado por la Federación Espirita Brasileña, estructurado en seis módulos  y 147 temas.

Si el lector utiliza este programa para el estudio en grupo, sugerimos que las cuestiones propuestas sean debatidas libremente antes de la lectura del texto que a ellas sigue.

Si es destinado solamente para uso por parte del lector, pedimos que el interesado intente inicialmente responder las cuestiones y solo después lea el texto referido. Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran al final del texto abajo.

Cuestiones para debate 

1. ¿Qué son ángeles?

2. ¿Hay relación entre los ángeles y las entidades espirituales designadas por los nombres de “ángel de la guarda”, “ángel guardián” o “protector espiritual”?

3. ¿Qué diferencia hay entre “protector espiritual”, Espíritu familiar y Espíritu simpático?

4. ¿El protector espiritual está siempre al lado de su progenitor?

5. ¿Los salvajes también tienen protectores espirituales? ¿Y las ciudades y naciones? 

Texto para la lectura 

Los ángeles son seres que recorrieron todos los grados de la evolución

1. Para entender lo que representan los “ángeles de la guarda” o los “protectores espirituales” en nuestra vida, es preciso en primer lugar rememorar el significado de la palabra ángel. Como ya vimos, de acuerdo con el Espiritismo aquellos a quien llamamos ángeles son criaturas de Dios que ya recorrieron todos los grados de la evolución. Unos – revela la cuestión nº 129 de El Libro de los Espíritus – aceptaron su misión sin murmurar y llegaron más deprisa a su destino; a otros llevaron más tiempo.

2. Las religiones, en su gran mayoría, sino en su totalidad, hablan de ángeles y, aunque les den nombres diversos, nos sitúan en una posición superior con relación a la Humanidad. Los ángeles serían, para casi todas ellas, intermediarios entre Dios y los hombres, una idea evidentemente negada por los materialistas, que no admiten nada más allá de la materia y, por eso, ponen a los ángeles entre las ficciones y alegorías que seducen el ser humano.

3. Según la Doctrina Espírita, el alma es creada simple e ignorante, y poco a poco se desarrolla, se perfecciona y se adelanta en la jerarquía espiritual, hasta alcanzar el estado de Espíritu puro o ángel. Los ángeles no son más, por tanto, que las almas de los hombres llegados al grado de perfección accesible a la criatura humana.

4. Como la Humanidad no se limita a la Tierra, antes mismo de la formación de nuestro planeta ya existían Espíritus que, habiendo recorrido las numerosas etapas de la evolución, alcanzaron la condición de Espíritus puros. Como sus existencias corpóreas pasaron en otra época, bastante lejanas, es evidente que, al conocerlos, el hombre supone que tales seres hubiesen sido creados así, ya perfectos desde el conocimiento.

La misión del protector espiritual es como la de un buen padre

5. Las entidades espirituales designadas por los nombres como “ángel de la guarda” o “protector espiritual” nada tiene, con todo, que ver con los ángeles propiamente dichos. Los protectores espirituales, que Dios concedió a cada una de sus criaturas, son Espíritus como nosotros mismos, aun en el camino de la evolución, y no Espíritus puros, llegados al ápice de la evolución, aunque muchos protectores espirituales sean Espíritus de alta envergadura moral.

6. Existen diferencias entre “protector espiritual, Espíritu familiar y Espíritus simpático. Los Espíritus familiares, son los que se ligan a ciertas personas por lazos más o menos perdurables con el fin de serles útiles, dentro de los límites  del poder de que disponen. Pueden ser buenos, aunque muchas veces son poco adelantados y, por eso, se ocupan de las particularidades de la vida íntima de las personas, sólo actuando por orden o con permiso de los Espíritus protectores.

7. Los Espíritus simpáticos son los que se sienten atraídos para nuestro lado por afectos particulares y también por una cierta semejanza de gustos y de sentimientos, tanto para el bien como para el mal.

8. Espíritu protector, ángel de la guarda o buen genio es el Espíritu que tiene por misión acompañar al hombre en la vida y ayudarlo a progresar. Él es siempre de naturaleza superior con relación a su protegido. Su misión es como la de un padre con relación al hijo: guiarlo por la senda del bien, auxiliarlo con sus consejos, consolarlo en sus aflicciones, levantarle el ánimo en las pruebas de la vida. El protector espiritual se dedica a su protegido desde su nacimiento hasta la muerte, y muchas veces lo acompaña en la vida espiritual, después de su desencarnación.

9. A los que piensan que es imposible a Espíritus verdaderamente elevados dedicarse a una tarea tan laboriosa, y de todos los momentos, dicen los instructores espirituales que ellos influencian nuestras almas estando, a veces, a millones de leguas de distancia, por cuanto para ellos el espacio no existe e, incluso viviendo en otro mundo, ellos pueden conservar la unión con nosotros. Cada ángel de la guarda tiene, pues, a su protegido y vela por el, como un padre vela por su hijo, sintiéndose feliz cuando lo ve en el buen camino o triste cuando sus consejos son despreciados.

Todos los hombres unidos a la Tierra tienen su protector espiritual

10. Una vez que aceptó la tarea, el protector espiritual se obliga a velar por su protegido. Evidentemente, antes de asumirla, puede el escoger, como protegido, a un ser que le sea simpático. Así es que, en cuanto para unos la misión que les compete es un placer, para otros constituye tan solamente un deber. El protector espiritual no queda, sin embargo, constantemente al lado de su protegido, pues hay circunstancias en que su presencia no es necesaria. Cuando ve que sus consejos son inútiles, él puede apartarse, pero jamás abandonar por completo a su protegido, buscando siempre hacerse oír. Y volverá, con seguridad, junto a su protegido, mientras este le llame.

11. Si, no obstante, en el curso de su misión, él necesita apartarse para cumplir otras tareas, incompatibles con aquella, será sustituido por otro Espíritu, de tal manera que nadie, en momento alguno, queda desprovisto de protección espiritual, excepto cuando la criatura puede guiarse por sí misma, caso en que no tendrá más necesidad del ángel de la guarda; pero eso – informa la cuestión nº 500 de El Libro de los Espíritus – no ocurre en la Tierra.

12. La acción de los Espíritus que nos quieren bien es siempre regulada de manera a dejarnos el libre albedrío. Es la sabiduría de Dios que así lo exige, por cuanto si no tuviésemos responsabilidades no adelantaríamos en la senda que debe conducirnos al Creador.

13. El protector espiritual, como vimos anteriormente, se siente feliz cuando ve  sus cuidados coronados de éxito. Conseguir tal hazaña es para el un triunfo, como un preceptor triunfa con los éxitos de su discípulo. Pero él sufre con los errores de su protegido, y los lamenta, aunque su aflicción nada tenga con las angustias de la paternidad terrena, ya que sabe que hay remedio para el mal y que lo que hoy no se hizo se hará mañana.

14. Concluyendo, podemos asegurar, con base en lo que enseña el Espiritismo, que cada hombre, incluso el salvaje, tiene un Espíritu que vela por él, y lo mismo se da con las sociedades, las ciudades y las naciones, las cuales tienen Espíritus protectores especiales, porque marchan para un objetivo común y tienen necesidad de una dirección superior.

Respuestas a las cuestiones propuestas 

1. ¿Qué son los ángeles?

R.: De acuerdo con el Espiritismo, aquellos a quienes llamamos ángeles son criaturas de Dios que ya recorrieron todos los grados de la evolución. Unos, conforme la cuestión nº 129 de El Libro de los Espíritus, aceptaron su misión sin murmurar y llegaron más deprisa a su destino; otros llevaron más tiempo.

2. ¿Hay relación entre los ángeles y las entidades espirituales designadas por los nombres de “ángel de la guarda”, “ángel guardián” o “protector espiritual”?

R.: No hay. Las entidades espirituales designadas por los nombre de “ángel de la guarda”, “ángel guardián” o “protector espiritual” nada tiene que ver con los ángeles propiamente dichos. Los protectores espirituales, que Dios concedió a cada una de sus criaturas, son Espíritus como nosotros mismos, aun en el camino de la evolución, y no Espíritus puros, llegados al ápice de la evolución, aunque muchos protectores espirituales sean Espíritus de alta envergadura moral.

3. ¿Qué diferencias hay entre “protector espiritual”, Espíritu familiar y Espíritu simpático?

R.: Espíritu protector, ángel de la guarda o buen genio es el Espíritu que tiene por misión acompañar al hombre en la vida y ayudarlo a progresar. Él es de naturaleza superior con relación a su protegido. Su misión es como la de un padre con relación al hijo: guiarlo por la senda del bien, auxiliarlo con sus consejos, consolarlo en sus aflicciones, levantarle el ánimo en las pruebas de la vida. Espíritus familiares son los que se unen a ciertas personas por lazos más o menos perdurables con el fin de serles útiles, dentro de los límites del poder de que disponen. Pueden ser buenos, sin embargo muchas veces son poco adelantados y, por eso, se ocupan de las particularidades de la vida íntima de las personas, actuando solo por orden o con permiso de los Espíritus protectores. Espíritus simpáticos son los que se sienten atraídos a nuestro lado por afectos particulares y también por una cierta semejanza de gustos y de sentimientos, tanto para el bien como para el mal.

4. ¿El protector espiritual está siempre al lado de su protegido?

R.: No. El protector espiritual no está constantemente al lado de su protegido, pues hay circunstancias en que su presencia no es necesaria. Además, cuando ve que sus consejos son inútiles, se puede apartar, pero jamás abandonar por completo a su protegido, buscando siempre hacerse oír.

5. ¿Los salvajes también tienen protectores espirituales? ¿Y las ciudades y las naciones?

R.: Sí. El salvaje también tienen a un Espíritu que vela por él, y lo mismo se da con las sociedades, las ciudades y las naciones, las cuales tienen Espíritus protectores especiales, porque marchan para un objetivo común y tienen necesidad de una dirección superior. 

 

Bibliografia: 

O Livro dos Espíritos, de Allan Kardec, questões 129, 491 a 519. 

O Céu e o Inferno, de Allan Kardec, Primeira Parte, cap. VIII, itens 1 a 14. 


 

 

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Revista Semanal de Divulgación Espirita