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Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita Português   Inglês
Programa V: Aspecto Científico

Año 2 - N° 90 - 18 de Enero del 2009

THIAGO BERNARDES
thiago_imortal@yahoo.com.br

Curitiba, Paraná (Brasil)  
Traducción
ISABEL PORRAS GONZÁLES - isy@divulgacion.org
 

 

Naturaleza y propiedades
del periespíritu
 

Presentamos en esta edición el tema nº 90 del Estudio Sistematizado de la Doctrina Espirita, que está siendo presentado aquí semanalmente, de acuerdo con el programa elaborado por la Federación Espirita Brasileña, estructurado en seis módulos  y 147 temas.

Si el lector utiliza este programa para el estudio en grupo, sugerimos que las cuestiones propuestas sean debatidas libremente antes de la lectura del texto que a ellas sigue.

Si es destinado solamente para uso por parte del lector, pedimos que el interesado intente inicialmente responder las cuestiones y solo después lea el texto referido. Las respuestas correspondientes a las cuestiones presentadas se encuentran al final del texto abajo.

Cuestiones para debate 

1. ¿Qué es periespíritu?

2. ¿De dónde los Espíritus cogen los elementos que constituyen su periespíritu?

3. ¿La naturaleza del envoltorio fluídico es idéntica en todas las personas?

4. ¿Podemos decir que el periespíritu posee un peso específico propio?

5. ¿La materia – tal como la conocemos en nuestro mundo – ofrece algún obstáculo al periespíritu?

Texto para la lectura 

La naturaleza del periespíritu guarda relación con la evolución de la persona

1. El periespíritu, o cuerpo fluídico de los Espíritus, es una condensación del fluido cósmico en torno del alma. El cuerpo físico, o carnal, resulta de una mayor condensación del mismo elemento, hecho que lo transforma en materia tangible.

2. Aunque tenga origen común, que es el fluido cósmico, las transformaciones moleculares son diferentes en esos dos cuerpos, resultando de ahí ser el periespíritu etéreo e imponderable. Ambos son, por tanto, materia, pero en estados diferentes. Conforme enseña el ministro Clarencio, de la colonia espiritual “Nuestro Hogar”, el cuerpo periespiritual es constituido en base de principios químicos semejantes, en sus propiedades, al hidrógeno, expresándose a través de moléculas significativamente distanciadas unas de las otras (Entre la Tierra y el Cielo, cap. XXIX).

3. El Espíritu forma su envoltorio periespirítico con los fluidos retirados del ambiente en que vive. Como la naturaleza de los mundos varia conforme su grado de evolución, será mayor o menor la materialidad de los cuerpos físicos de sus habitantes. El periespíritu guarda relación, en cuanto a su composición, con ese grado de materialidad. Admitiéndose que un Espíritu emigre de la Tierra, ahí quedará su envoltorio fluídico, por cuanto el Espíritu necesita tomar otro envoltorio fluídico apropiado al planeta en que pasará a vivir.

4. La naturaleza del envoltorio fluídico guarda siempre relación con el grado de adelantamiento moral del Espíritu. A la condición moral del Espíritu corresponde, por así decir, una determinada densidad del periespíritu. Mayor elevación, menor densidad fluídica. Mayor inferioridad, mayor densidad, esto es, periespíritu más grosero, con mayor condensación fluídica. Está claro que, a pesar de más denso, los envoltorios fluídicos más groseros continúan imponderables.

Cada periespíritu tiene una densidad, un peso específico propio

5. En el cap. XIII de la obra arriba citada, Clarencio asevera que el vehículo espiritual es, por excelencia, vibrátil y se modifica profundamente, según el tipo de emoción que le fluye del interior. Como nadie ignora, en nuestro propio medio la máscara física se altera en la alegría o en el sufrimiento, en la simpatía o en la aversión. En el plano espiritual, semejantes transformaciones son más rápidas y exteriorizan aspectos íntimos del ser, con facilidad y seguridad, porque las moléculas del periespíritu giran en un más alto patrón vibratorio, con movimientos más intensivos que las moléculas del cuerpo carnal.

6. Se puede, así, dentro de la relatividad de las cosas, admitir un peso específico para el periespíritu. Los de mayor peso específico empujan a los Espíritus a las regiones inferiores, imposibilitándoles el acceso a planos más elevados y, por eso mismo, el ingreso en mundos de mayor elevación espiritual. La acentuada densidad del periespíritu de gran  número de Espíritus los lleva a confundirlo con el cuerpo material que utilizan durante su última encarnación. Ese es uno de los motivos que llevan a muchos a considerarse aun encarnados y a vivir en la Tierra, imaginándose entregados a ocupaciones que les eran habituales.

7. El periespíritu de los Espíritus superiores, de reducido peso específico, les confiere una levedad que les permite vivir en planos más elevados y desplazarse a otros mundos. Ellos pueden, evidentemente, descender a los planos inferiores y, dada la sutileza de su envoltorio, no serán percibidos por las entidades desencarnadas inferiores.

8. Cuando encarnado, el Espíritu mantiene el envoltorio periespirítico, constituyendo el cuerpo material un segundo envoltorio, más grosero, apropiado al medio físico en que vive. El periespíritu sirve, en tal situación, de intermediario entre el alma y el cuerpo. Es el órgano de transmisión de todas las sensaciones, partan del Espíritu, o vengan del exterior, a través del cuerpo físico. Debido al estado grosero de la materia, los Espíritus no pueden obrar directamente sobre ella. Haciéndolo entonces, por medio de su periespíritu. Los fluidos periespiríticos se constituyen, de esa forma, bajo la acción de la voluntad, en verdaderas alabanzas que les permiten producir ruidos, golpes, movimientos de objetos etc.

La materia no ofrece obstáculo alguno al periespíritu y a los Espíritus

9. En condiciones normales, el periespíritu es invisible, pero puede volverse visible en razones de las modificaciones que experimente por la acción de la voluntad del Espíritu. Esas modificaciones consisten en una especie de condensación o en nuevos derivados de las moléculas que lo componen, pero eso requiere la existencia de ciertas circunstancias que no dependen sólo del Espíritu. Para volverse visible a alguien, el necesita de permiso, que no siempre le es dado.

10. En las apariciones, el periespíritu se presenta comúnmente con aspecto vaporoso y diáfano. Otras veces, tienen las formas delineadas y los trazos bien nítidos, pudiendo presentar la solidez de un cuerpo físico, esto es, tangible, lo que no impide retomar instantáneamente el estado normal de invisibilidad e intangibilidad.

11. La materia – tal como la conocemos en nuestro mundo – no ofrece obstáculo alguno al periespíritu, porque la condición etérea del cuerpo espiritual le confiere la propiedad de penetrabilidad. El atraviesa la materia como la luz atraviesa los cuerpos transparentes. He ahí porque puertas y ventanas cerradas no impiden que allí penetren los Espíritus.

12. Como ya fue dicho, es de las capas de fluidos espirituales que envuelven la Tierra que los Espíritus forman su envoltorio periespirítico. Esos fluidos no son homogéneos; por eso, conforme sea más o menos elevado el Espíritu, su periespíritu se formará de las partes más puras o más groseras del fluido peculiar al planeta en que va a encarnar. En ese proceso, el Espíritu atrae automáticamente las moléculas que se afinan con su patrón vibratorio.

13. No es, pues, idéntica la constitución íntima del periespíritu de los individuos que pueblan la Tierra y el espacio que la circunda, hecho que no se da con el cuerpo material, formado por los mismos elementos, independientemente de la elevación espiritual de las personas. El envoltorio periespirítico de los Espíritus se modifica con el progreso moral que ellos realizan en cada existencia, aunque reencarnen en el mismo medio. Así, los Espíritus superiores, incluso cuando reencarnen en mundos inferiores, tendrán un periespíritu menos grosero que el del periespíritu de los Espíritus vinculados, debido a su nivel evolutivo, a esos mundos.

Respuestas a las cuestiones propuestas 

1. ¿Qué es periespíritu?

R.: El periespíritu, o cuerpo fluídico de los Espíritus, es una condensación del fluido cósmico en torno del alma.

2. ¿De dónde los Espíritus cogen los elementos que constituyen su periespíritu?

R.: El Espíritu forma su envoltorio periespirítico con los fluidos retirados del ambiente en que vive. Como la naturaleza de los mundos varia conforme su grado de evolución, el periespíritu guarda relación, en cuanto a su composición, con ese grado de materialidad. Admitiéndose que un Espíritu emigre de la Tierra, ahí quedará su envoltorio fluídico, por cuanto el Espíritu necesita tomar otro envoltorio fluídico apropiado al planeta en que pasará a vivir.

3. ¿La naturaleza del envoltorio fluídico es idéntica en todas las personas?

R.: No. La naturaleza del envoltorio fluídico guarda siempre relación con el grado de adelantamiento moral del Espíritu. A la condición moral del Espíritu corresponde, por así decir, una determinada densidad por periespíritu. Mayor elevación, menor densidad fluídica. Mayor inferioridad, mayor densidad, esto es, periespíritu más grosero, con mayor condensación fluídica.

4. ¿Podemos decir que el periespíritu posee un peso específico propio?

R.: Sí. Podemos, dentro de la relatividad de las cosas, admitir un peso específico para el periespíritu. Los de mayor peso específico empujan a los Espíritus a las regiones inferiores, imposibilitándoles el acceso a planos más elevados y, por eso mismo, el ingreso en mundos de mayor elevación espiritual.

5. ¿La materia – tal como la conocemos en nuestro mundo – ofrece algún obstáculo al periespíritu?

R.: No. La materia peculiar a nuestro plano no ofrece obstáculo alguno al periespíritu, porque la condición etérea del cuerpo espiritual le confiere la propiedad de penetrabilidad. El atraviesa la materia como la luz atraviesa los cuerpos transparentes. He ahí el por qué puertas y ventanas cerradas no impiden que allí penetren los Espíritus.

 

Bibliografia:

A Gênese, de Allan Kardec, itens 7 a 10,  pp. 276 a 279.

Obras Póstumas, de Allan Kardec, itens 10 a 16, pp. 45 a 47.

Entre a Terra e o Céu, de André Luiz, cap. XIII e XXIX. 

 

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Revista Semanal de Divulgación Espirita