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Año 2 – Nº 6229 de Junio del 2008


 

Traducción
MERCEDES CRUZ REYES - MERCHITA926@telefonica.net
 

Los niños y sus amigos invisibles


Tema central del filme El Amigo Oculto, estrenado por Robert De Niro
, ¿las criaturas realmente se entretienen con amigos imaginarios? 

Según diversos psicólogos, la respuesta es si, y el porcentaje de los caos averiguados en todo el mundo revela  que el hecho es más común de lo que se piensa, o sea, no es una u otra criatura la que dice conversar con amigos  que nadie ve. Su número es muy grande. 

La cuestión que se impone es, por tanto otra: - ¿Los amigos supuestamente imaginarios son fruto de la imaginación infantil o seres reales que los adultos no ven más que las criaturas ven y que con ellas conversan,  como hacen con los amiguitos encarnados? 

La videncia mediúmnica, que Allan Kardec estudió en minucias en los ítems 100 y 190 de El Libro de los Mediúms, es asunto pacifico en el campo fenomenológia espirita.  

Esa facultad, que depende de la organización física del médium, permite a este ver a los Espíritus en estado de vigilia, o sea, estando el sensitivo perfectamente despierto. Como los fenómenos mediumnicos no ocurren al acaso de las autoridades espirituales superiores, es claro que hay espíritus que se dejan ver y hay otros que no son vistos, lo que no significa que estemos solos, porque los desencarnados habitualmente nos rodean. 

A propósito de un estudio hecho por el Dr. H. Bouley sobre la evolución de la rabia en los perros, que experimentan en las intermitencias  de los accesos una especie de deliro, Kardec  examinó el fenómeno de las visiones de seres desencarnados que ocurre con las criaturas y con ciertos animales, sobretodo el perro y el caballo, concluyendo que, en lo tocante a las criaturas, la videncia mediúmnica parece ser frecuente y aun mismo general. (Lea sobre el asunto en la Revista Espirita de 1865, pp. 260 a 264.) 

La existencia de la mediumnidad de videncia, informan los Espíritus, fue la primera de todas las facultades dadas al hombre para corresponderse con el mundo invisible. En todos los tiempos y en todos los pueblos, las creencias religiosas se establecieron sobre revelaciones de visionarios o médiums videntes. La Revista Espirita de 1886, pags. 120 a 123, trata del asunto. 

Un hecho de videncia en  una criatura de cuatro años, verificado en Caen, llevó a Kardec a reconocer que la mediumnidad de videncia no apenas parecía más era, efectivamente, muy común en las criaturas, y eso, según el Codificador, no dejaba de ser providencial. “Al salir  de la vida espiritual, explico Kardec, los guías de la criatura terminan de conducirla al puerto de desembarque  para el mundo terreno, como vienen a buscarla en su retorno. Se muestran a ellas en los primero tiempos, para que no sea la transición tan brusca; después se apagan poco a poco, a medida que la criatura crece y puede actuar en virtud de su libre albedrío.” (Cf. Revista Espirita de 1866, pp. 286 y 287.) 

Nadie, pues, se asuste cuando vea que su hijo conversa con “amigos” que el dice ver y que, no obstante, no vemos. 

Hasta los siete años de edad, el espíritu de la criatura se encuentra en fase de adaptación para la nueva existencia y aun no existe una integración perfecta entre el y la materia orgánica, hecho que le permite emanciparse, eventualmente,  ver bultos desencarnados que le hacen compañía, y que nos permite deducir que los amigos imaginarios de nuestras criaturas solo lo son en apariencia. Ellos no son imaginarios, más solamente invisibles.
 


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Revista Semanal de Divulgación Espirita