Entrevista

por Orson Peter Carrara

Cómo tratar el conflicto entre las generaciones en la Casa Espírita

Psicóloga clínica graduada por la Universidad Estatal de Londrina y especialista en Terapia Analítica Conductual, nacida en Marília (SP), donde también reside, Livia Doro (foto) está vinculada al Centro Espírita Luz Fe y Caridad (CELFC), de su ciudad, donde actualmente ejerce el cargo de vicepresidenta. Joven y muy activa, la entrevistamos sobre sus vivencias espíritas:


Siendo espírita desde la infancia, ¿qué es lo que más le llama la atención de toda esa vivencia espírita, entre los conocimientos que ha ido sumando y las actividades en las que pudo participar?

Para mí, el aprendizaje más importante fue entender que el Espiritismo es como una brújula en mi vida. Me di cuenta de esto recientemente cuando un adolescente del grupo juvenil me preguntó: ¿cómo sabes que el Espiritismo es la religión correcta? Y respondí: no lo sé, pero la doctrina es un propósito para mi vida, da sentido a las dificultades e injusticias que enfrento en el día a día, me consuela y me da esperanza, explica sobre la vida y a dónde iré cuando muera, me hace querer ser una mejor persona, ayudar a los demás y me recuerda que debo estar agradecida por todo lo que tengo. 

Siendo joven y componiendo la directiva de una institución espírita, ¿cómo siente el viejo tema del conflicto entre generaciones?

El conflicto entre las generaciones existe, ¿no es así? Y va más allá de las instituciones espíritas. Por un lado, me doy cuenta de que la "vieja" generación tiene reglas estrictas sobre la conducción de las actividades, formalidades, jerarquía, burocracia y mucha experiencia. Por otro lado, la "nueva" generación es más dinámica y cuestionadora, aporta buen humor, informalidad, necesidad de aprender, apertura a lo nuevo y a la tecnología. Hay resistencia en ambos lados para conversar, ceder, escuchar y cambiar. Creo que el único camino para resolver este conflicto es el equilibrio. Todos son importantes y pueden contribuir a las instituciones espíritas y al trabajo en el bien.

Haga una historia compacta de la institución a la que está vinculada.

Bromeamos diciendo que el Centro Espírita Luz Fe y Caridad (CELFC) es un centro "retro" porque es el más antiguo de Marília, fundado antes de la ciudad, el 30 de noviembre de 1928. Además, el CELFC participó en las actividades de la 1ª Confraternización de la Juventud Espírita de Brasil (COMJEB) en 1965 y apoyó el surgimiento de una biblioteca pública espírita que luego fue incorporada por el Centro Universitario Eurípides de Marília (UNIVEM). Innumerables personas contribuyeron para que esta Casa Espírita continuara con las puertas abiertas y el trabajo continúa hasta nuestros días con la finalidad de estudiar la doctrina codificada por Allan Kardec y ayudar a los que sufren. En 1938 también fue fundada la Asistencia Social Dr. Bezerra de Menezes ubicada junto al Centro, un espacio para ejercer el amor al prójimo, ayudando material y espiritualmente a la población en situación de vulnerabilidad social de la ciudad. 

En su opinión, ¿cómo podría operar de manera más eficiente la transición entre la vieja y la nueva generación en la conducción de las actividades espíritas en una institución?

Tal vez mi respuesta sea un poco "cliché", pero creo que tener apertura para conversar sobre las dificultades vivenciadas en la casa espírita puede ser un primer paso. Sería increíble tener a la "nueva" y a la "vieja" generación pensando juntas sobre la posibilidad de actividades artísticas, el uso de tecnologías, el contenido y el formato de los estudios doctrinarios. Un segundo paso puede ser incluir a los jóvenes en las actividades. Todos los que se inician en el Espiritismo necesitan estímulo para profundizar, coordinar trabajos y asumir cargos, conmigo fue así. Y ese estímulo vino de aquellos que están en las instituciones hace mucho tiempo, la "vieja" generación. En mi caso, mis padres me animaron mucho para que yo estuviera a cargo de algunas actividades en la casa espírita.  

¿Cuáles serían los mayores obstáculos para la integración de los jóvenes en el Centro Espírita?

Creo que la resistencia a los cambios puede ser el mayor obstáculo tanto para la generación más "vieja" como para la "más joven". Cambiar es muy difícil, ¿no? Pensando en mi vivencia, me doy cuenta de que muchos se acomodan en una posición "pasiva" de frecuentador, observan puntos que podrían ser mejorados y no hacen nada. Seguimos con los mismos procesos de trabajo, con las mismas personas, de la misma manera. Por ejemplo, con la pandemia nos dimos cuenta de que era necesario cambiar, las actividades presenciales necesitaban pasar al on-line. Este movimiento no fue fácil, hubo resistencia y no todos se adaptaron. Recuerdo que conversé con algunos miembros de la junta directiva del centro y dije que CELFC necesitaba "estar en Internet" de alguna manera y me propuse ayudar. Tuvimos que aprender a usar Google Meet, hacer lives en Youtube, crear un grupo de whatsapp para los frecuentadores, redes sociales y sitio web. ¡Miren eso! ¡El centro más antiguo de la ciudad se volvió tecnológico! Todo esto se logró porque conversamos sobre las dificultades que estábamos atravesando, propusimos cambios y trabajamos juntos.

¿Cómo podrían los más maduros superar su propia resistencia con las generaciones más jóvenes?  

¡Ahhhhh! Usted también ha sido joven, ¡recuerde eso! Cada adolescente sintió, en algún momento, que le gustaría hacer algo diferente de la generación más "vieja". Las instituciones espíritas no son diferentes. Vale la pena destacar que el trabajo que hacemos no es nuestro. Somos una pequeña parte de esta gran obra del maestro Jesús. Necesitamos incentivar a otras personas, principalmente a la generación "más joven", a llevar adelante este trabajo. 

¿Y cómo deberían las generaciones más jóvenes superar los obstáculos de los conflictos generacionales?

Escuchen a los más viejos. Tienen mucho que enseñar. Cuando converso con las personas que están en el centro desde hace mucho tiempo, aprendo mucho sobre la historia del Centro Espírita Luz Fe y Caridad, el estatuto, la burocracia, la coordinación de las personas y la toma de decisiones. No tenemos que cometer los mismos errores que ellos. 

¿Hay una manera ideal de integrar más a los jóvenes? 

Para ser sincera, no tengo idea. Estamos comenzando a traer la vivencia de los jóvenes a nuestro Centro Espírita y gradualmente estamos caminando en dirección a la integración. Las redes sociales están ayudando en este proceso, grupos de estudio más dinámicos y estímulo para que los jóvenes asuman trabajos en la casa espírita. Incluso nuestra mascota "cheetos" (un perro muy lindo) es capaz de ayudarnos a atraer a los jóvenes, haciendo que los estudios de nuestra juventud sean más ligeros y divertidos. 

De sus vivencias espíritas, en la infancia o la juventud o incluso ahora, ¿qué le gustaría contar a los lectores?

Quisiera destacar la importancia de la evangelización. ¡Padres, abuelos, tíos, lleven a los niños al centro! Si no fuera porque mis padres me empujaron e insistieron en que asistiera a las actividades, me habría alejado de la religión. Yo era perezosa, quería dormir en lugar de estudiar sobre el Espiritismo. Me doy cuenta de que participar en la evangelización y la juventud fue esencial para que yo asumiera trabajos en la casa espírita. Una buena parte de los trabajadores que están en nuestro centro son niños que asistieron a la evangelización infantojuvenil y hoy se dan cuenta de la importancia de la doctrina espírita y de estar al frente de los trabajos.  

Sus palabras finales.

Las respuestas a todas estas preguntas son bastante complejas. Es difícil entender cómo lidiar con el conflicto de generaciones y cómo atraer a los jóvenes. No escribí sobre verdades absolutas, sino sobre mis vivencias. Espero que esta entrevista pueda traer buenas reflexiones a los lectores.  
 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita