Especial

por Jorge Hessen

El Espiritismo viene en el tiempo cierto a cumplir la promesa de Cristo

En el siglo. XVI en la Era de la Razón, del antropocentrismo, la retórica materialista gana fuerza debido a las transformaciones sociales, políticas, económicas y religiosas que se fueron operando en Europa.

La fe se extinguió en su propia fuente; el ideal religioso desapareció. En esa conyuntura, la única realidad concreta es la materia en movimiento, la cual, dada su riqueza, es capaz de producir ciertos efectos sorprendentes que llamamos como psíquicos o mentales.

En rigor, el Cristianismo vigente y aceptado por la mayoría de los hombres no tenía respuestas adecuadas para las dolencias de la civilización.

Actualmente, después de los milenios de fermentación historica, de dolorosa maduración del hombre, de criminales deformaciones del mensaje cristiano, ¿al final sería posible el restablecimiento de los enseñanzas fundamentales en su pureza primitiva?

En El Evangelio Según el Espiritismo Kardec y los Espíritus Superiores revelan ser el Espiritismo "El Consolador Prometido por Jesús", "El Espíritu de Verdad", el "Paracleto", conforme el Evangelio de Juan. "Si me amáis, guardad mis mandamientos; y yo rogaré a mi Padre y él os enviará otro Consolador, a fin de que quede eternamente con vosotros: - El Espíritu de Verdad, que el mundo no puede recibir, porque el no ve y absolutamente el no conoce. Pero, en cuanto a vosotros, lo conoceréis, porque quedará con vosotros y estará en vosotros. – Sin embargo, el Consolador, que es el Santo Espíritu, que mi Padre enviará en mi nombre, os enseñará todas las cosas y os hará recordar todo lo que os he dicho”. (1)

Si, por tanto, el Espíritu de Verdad debía venir posteriormente a enseñar todas las cosas, es porque el Cristo no había enseñado todo en la época. Si venía a recordar lo que Cristo había dicho, es que lo habríamos olvidado o mal interpretado.

Conforme Su afirmación, Sus enseñanzas estaban incompletas, ya que anunciaba la venida de aquel que los debería completar. De este modo, si el Cristo no puede desenvolver su enseñanza de una manera completa, es que faltaba a los hombres conocimientos que no podrían adquirir sino con el tiempo, y sin los cuales no lo podrían comprender; cosas que podrían parecer un contrasentido en el estado de conocimiento vigente de entonces.

Kardec aun recuerda que el Espiritismo viene en el tiempo cierto a cumplir la promesa del Cristo: el Espíritu de Verdad preside su establecimiento recordando a los hombres la observancia de la ley; enseñando todas las cosas, haciendo comprender lo que el Cristo había dicho por parábolas.

Cristo dice: "Oigan aquellos que tienen oídos para oír"; el Espiritismo viene a abrir los ojos y oídos, porque habla sin figuras y sin alegorías; levanta el velo dejado intencionadamente sobre ciertos misterios; viene en fin a traer una suprema consolación a los desheredados de la tierra y a todos aquellos que sufren, dando una causa justa y un propósito útil a todos los dolores.

El Espiritismo le da una fe inexorable en el porvenir, y la duda pungente no más toma cuenta de su alma; haciéndolo ver las cosas de lo alto, la importancia de las vicisitudes terrestres se pierde en la amplitud y en el esplendido horizonte que la abraza, y la perspectiva de la felicidad que lo espera le da la paciencia, la resignación y el coraje de ir hasta el fin del camino.(2)

Algunos hermanos afirman que son muchas las doctrinas que consuelan. ¿Por qué sería el consolador sólo el Espiritismo?

Preguntamos: ¿las otras doctrinas ofrecen al hombre las herramientas [reencarnación, intercambio con desencarnados, pluralidad de los mundos habitados etc.] que el Espiritismo presenta?

¡Ciertamente que no! Hasta porque la Doctrina Espírita no es un conjunto de ideas, dichas por un pensador o por un grupo cualquiera. Se trata de la manifestación del Espíritu de Verdad, que lo hizo utilizando el sistema de universalidad, justamente para que opiniones personales o de grupos no viniesen a poner en riesgo el futuro del mensaje liberador.

La Tercera Revelación [el Consolador Prometido] se fundamenta en la opinión de un conjunto de inteligencias [Espíritus], que se manifestaron en más de mil agrupaciones espíritas en todo el mundo, en la época de la Codificación.(3)

Fueron esas inteligencias que establecieron los principios morales y filosóficos de la Doctrina Espírita y que no pueden ser cambiados por la voluntad de este o de aquel pensador discordante. He la razón por la cual se constituye en una Revelación y no en una doctrina común, venida para ser modificada o interpretada como las filosofías humanas de todos los tiempos.

Sino, veamos, El Libro de los Espíritus es considerado por muchos estudiosos como la obra más avanzada de Filosofía que se tiene noticia, tratando de asuntos que tocan todos los ramos del conocimiento: Dios, el alma, el hombre y su inmortalidad, la justicia divina, la reencarnación, la pluralidad de los mundos habitados etc.

Con el se inaugura la "era del Espíritu y de la Fe razonada", ¡no más la fe ciega! El Espíritu Bezerra de Menezes dice: "El Libro de los Espíritus, si fuera estudiado cariñosa, detenida y sistemáticamente, durante cien años, no será totalmente penetrado". (4) Cristianos contemporáneos dicen que la comunicación con los espíritus no es posible, pues fue prohibida por Moisés (5), por tanto, se trataría de demonios (6) que intentan engañar a los hombres. Todavía, ¿por qué solamente los espíritus malos podrían comunicarse con nosotros? ¿Los buenos espíritus no tendrían ese derecho?

¿Y los llamados ángeles, que revelaban las profecías, acaso no son espíritus también? Por otro lado, Jesús también dice: "es necesario nacer de nuevo". (7) (comillas) Admitiendo que Dios es infinitamente Bueno y Justo, ¿por qué existirían tantos niños con deficiencias innatas?

Por causa de los pecados de los padres', diran. ¿Pero sería justo Dios "castigar" un inocente niño por causa de los errores de sus padres? Reconociendo que en los Estatutos de Dios no hay espacio para injusticias, sólo podemos concluir que ese niño no es tan inocente como se supone, ya que ciertamente el erró mucho en su existencia anterior.

Además, no concebimos esas tragedias como suplicio o castigo, sino como una enseñanza de corrección en beneficio futuro del propio individuo. ¿Y en el caso de las extraordinarias criaturas superdotadas o genios-mirins?

De dos una, o se admitiría un Creador caprichoso, que privilegió esas almas, o entonces, inevitablemente, estas inteligencias muy por encima de la media son resultante del vasto caudal de conocimientos acumulados en la vida pasada, manifestando en la infancia el talento que traen del pasado.

También en las huestes espíritas hay aquellos que quieren separar la parte científica, filosófica y religiosa de la Doctrina, y Chico Xavier comentando el asunto al respecto recordó que "La Doctrina Espírita es ciencia, filosofía y religión. Si sacamos la religión, ¿qué es lo que queda? (...) queda un cuerpo sin corazón, si sacamos la ciencia queda un cuerpo sin cabeza y si sacamos la filosofía queda un cuerpo sin miembros.(8)

Por tanto, no olvidemos que El Consolador asume tres aspectos: Científico, Filosófico y Religioso. Como ciencia comprueba a través de la lógica y de la experimentación. Como filosofía opera el trabajo del razonamiento en busca del conocimiento y de la sabiduría. Como religión elucida y esclarece, buscando elevar las almas, uniendo las personas unas a las otras y a Dios, edificando e iluminando los sentimientos, promoviendo la reforma íntima.

Lo que intentamos aquí demostrar, en líneas generales, es que la Doctrina de los Espíritus es la Tercera Revelación, a guisa de complementación de las dos anteriores, pues si la Primera, con Moisés, trajo la noción de Justicia a la barbarie y la Segunda, con Jesucristo, trajo la noción del Amor Excelso al pueblo aun rudo, ella vino a traer al hombre la noción consoladora del Deber, conforme prometió el Maestro cuando dice: "Muchas cosas tengo aun que deciros, pero no las podéis soportar ahora Pero el Paracleto, el Espíritu Santo (10) , que el Padre enviará en mí nombre, os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho. (11)

 

Referências bibliográficas:

1-João, cap. XIV, vv. 15:16: 17:26

2- Kardec, Allan. O Evangelho Segundo o Espiritismo, RJ: Ed FEB, 1999. Cap. VI.

3- ¿Podría un único hombre ser capaz de formular solo todos los conceptos científicos y filosóficos de la Doctrina Espírita? Por más notable que fuese la genialidad de Kardec, creemos que esto no sería posible. En verdad los Espíritus Superiores llevaron la Nueva Revelación de un polo a otro, manifestándose en todas las partes del globo, sin otorgar a nadie el privilegio exclusivo de oír sus palabras. Es en esta universalidad de los preceptos doctrinarios que está la fuerza inexpugnable del Espiritismo y también la causa de su tan rápida propagación.

4- Reformador de janeiro de 1974, página 30, ed. FEB

5- El Deuteronomio dice: Nunca exista entre vosotros quien consulte adivinos, quien observe sueños y augurios, quien use de malefícios, sortilégios, encantamientos, o consulten los que tienen el Espíritu pitónico y se da a prácticas de adivinación interrogando a los muertos. El Señor abomina todas esas cosas y destruirá, vuestra entrada, las naciones que cometen tales crimenes."(Cap. XVIII vv. 10, 11 y 12.)".

6- La palabra "Satán", en griego significa adversario. Diábolos, en latín, quiere decir opositor. La palabra demonio (daimon), en su etimología griega significa espíritus humanos o almas, pasando a ser, posteriormente, entendida como espíritus malos. Tanto que algunos autores del amanecer del Cristianismo usaban la expresión "malos demonios", y uno de ellos fue San Justino, martirizado en 165 D.C, y que escribió la Obra "Apología de la Religión Cristiana".

7- João, cap. III vs 1:12.

8- "Entrevistas com Chico Xavier", disponível em acesso em 27/03/2005

9- João, cap., XVI, vs 12.

10- Jesús cuando profetizó la venida del Consolador, se refería al Buen Espíritu; no usó en absoluto la expresión Espíritu Santo que fue ciertamente una alteración en las traducciones. Hoy nosotros sabemos que la expresión Espíritu Santo simboliza los Espíritus que trabajan a servicio de Dios y ya en aquella época envolvieron los discípulos de Jesús, en la fiesta de Pentecostes, provocando la eclosión de la facultad mediúmnica, llevándolos a hablar en diferentes lenguas a los extranjeros del lugar (xenoglosia)

11- João, cap., XIV, vs 25.


 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita