Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 

Tema: Uso de la riqueza


La riqueza y sus compañías


En un reino muy cerca de aquí, había un personaje llamado Riqueza.

Ella era bonita, extravagante, lujosa, envolvente... Llamaba mucho la atención y muchas
personas querían tenerla cerca.
En verdad, el personaje más querido por todos de ese reino era la Felicidad. Todos deseaban su compañía, pero la Felicidad era vista muy pocas veces. Era

delicada, sensible, no frecuentaba cualquier ambiente, pues lo le gustaba las cosas equivocadas.

Como la Riqueza era también divertida, algunas personas pensaban que podía ser amiga de Felicidad y creían que, llamando a una, la otra también vendría. Pero eso no siempre sucedía.

En verdad, la mayoría de las veces, lo que pasaba era que Riqueza atraía la presencia de Orgullo, en vez de Felicidad. El Orgullo adoraba a Riqueza e intentaba siempre meterse donde ella estuviera.

¡Pero Orgullo era terrible! Era uno de los más problemáticos de ese reino.

Cuando él se juntaba con su mejor amigo, Egoísmo, hacían tantas cosas equivocadas, que después costaba mucho trabajo para arreglarlo todo.

A menudo, cuando Riqueza entraba en la casa de alguien, sin mucha demora, Orgullo tocaba el timbre, queriendo entrar también. Si la persona lo permitía, entonces entraba Egoísmo también y los tres, adentro, comenzaban una fiesta salvaje, que siempre terminaba mal.

La mayoría de las personas no conocía bien a esos personajes que habitaban ese reino. No entendían bien cómo afectaban sus vidas. Por eso, aceptaban la presencia de Orgullo y Egoísmo, por un tiempo, hasta darse cuenta de que ellos no eran buenas compañías para nadie.

Riqueza no era mala, ella solo era muy influenciable. Ella solo estropeaba las cosas cuando era incentivada por esos dos problemáticos.

En verdad, Riqueza, a veces, era muy buena. Ella conseguía ayudar, construir, educar, salvar, aliviar y hacer cosas increíbles. Pero, para eso, ella necesitaba estar en compañía de otros personajes, que eran muy amigos entre sí, Amor y Humildad.

Amor y Humildad eran lo contrario de Orgullo y Egoísmo. Si estos últimos solo sabían estorbar, los primeros siempre hacían el bien.

Cuando la persona recibía a Riqueza en su casa y conseguía cerrar la puerta a Orgullo y Egoísmo, quien llegaba a esa casa, casi enseguida, eran Amor y Humildad y los tres, adentro, comenzaban a hacer cosas tan lindas que después de un tiempo atraían la presencia - ¿saben de quién? - ¡de Felicidad!

Poco a poco, las personas que ya tenían a Riqueza fueron dándose cuenta cómo funcionaban las cosas y todos fueron dejando a Orgullo y Egoísmo muy lejos y llamando a los amigos Amor y Humildad para que se junten a ella.  

Y, así, Riqueza pasó a siempre hacer cosas buenas y, con Felicidad siempre cerca, todo el reino pasó a ser muy feliz.


 

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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