Especial

por Rogério Coelho

¿Cuál es la utilidad del aspecto filosófico en el Espiritismo? - Parte 2 y final

La filosofía es la búsqueda de la verdad no su posesión, como dice Jaspers, filósofo alemán contemporáneo, concluyendo que: “hacer filosofía es estar a camino; las preguntas en filosofía son más esenciales que las respuestas y cada respuesta se transforma en una nueva pregunta”.

¡Preguntar, preguntar y preguntar!... ¡¿No fue lo que Kardec hizo?!... ¿Y no es eso que aconsejan los Espíritus Superiores? 1

Para penetrarnos con seguridad las fronteras y meandros de la Filosofía Cristiana Espírita, acompañemos el lúcido esclarecimiento del compañero Victor Leonardo da Silva, que cogimos del “Periódico Espírita”, órgano de divulgación de la Federación Espírita del Estado de São Paulo, edición del mes de noviembre/2000:

“(...) Desde tiempos remotos, el Ser humano siempre intentó explicar los fenómenos de la Naturaleza a través de causas no naturales. Usaba sus parcos conocimientos aliados al pensa­miento mágico. De eso, derivó la creación de mitos para la explicación de fenómenos naturales como la lluvia, trueno, terremoto, viento etc...

Por vuelta del Siglo V antes de Cristo, Grecia tenía varias colonias en Asia Menor (actual territorio de Turquia). En esas ciudades, había personas de varias culturas, como griegos, judíos, babilónicos, egipcios, medas, persas...  Los pensadores griegos, que ahí vivían, notaron que, para un mismo fenómeno, había diversas explicaciones, conforme la cultura.  Ellos concluyeron entonces que tales explicaciones, para ser verdaderas, tenían que basarse en ele­mentos “naturales”. Ese raciocinio los llevó a abandonar los mitos y a entender la realidad a través de causas producidas por la Naturaleza.  Debería haber un principio primitivo “arché” originando todas las cosas. El primer pensador fue Tales, de la ciudad de Mileto, que atribuia al agua la causa de todo. Aparecieron otros que apuntaron el fuego, la tierra y el aire como causa. Empédocles y Aristóteles adoptaron esos cuatro ele­mentos juntos.  Hubo otros que idealizaron un “arché” teórico como las “homoeomerias”, o “apeíron” y el átomo.

Durante la Edad Media, el Cristianismo, que recibió la in­fluencia religiosa del Judaísmo, precisó adaptarse a la Filosofía griega para afirmarse en el mundo greco-romano. San Agustín añadió la Patrística a esas dos doctrinas como filosofía, pues encuentran que, una vez que ellas tienen in­fluencia religiosa, no explican la realidad solamente por causas naturales. Esa “explicación de la realidad” es una visión de mundo [cosmo visión o Weltanschauung].  Como visión de mundo, es plausible la aceptación de la idea de un Dios creador. Por eso, ellas son admitidas por la mayoría, que no es materialista, como filosofías.

El Espiritismo sería la terce­ra filosofía cristiana. Él habría sido revelado a fin de dar una nueva visión de mundo a la humanidad que se prepararía para ingresar en la fase de regeneración. Normalmente “El Libro de los Espíritus” es apuntado como el de contenido filosófico en la Codificación hecha por Allan Kardec. En la realidad, toda la Codificación presenta sus aspectos filosóficos. La primera parte de ese libro, que es extendida en el libro “La Génesis”, presenta la Metafísica, la Teodicea, la Antropología Filosófica y la Cosmología espíritas. La segunda parte, profundizada en “El Libro de los Médiuns”, expone nueva­mente la Antropología Filosófica y la Cosmología espíritas. La tercera parte, pormenoriza­da en “El Evangelio Según el Espiritismo”, ofrece nociones de la posición filosófica del Espiritismo sobre Ética, Teoría del Conocimiento, Filosofía Espírita de la Educación, Filosofía del Derecho, Filosofía Económica, Filosofía Social, Filosofía de la Historia. La cuarta parte, que habla de las penas y goces futuros, estando desarrollado en el libro  “El Cielo y el Infierno”, aborda características de la Teodicea espírita.         

La Codificación Espírita posee un vasto contenido filosófico que puede muy bien ser aprovechado por esa humanidad sin fe y sin esperanza...

Los cristianos tradicionales afirman que el Espiritismo no es una doctrina cristiana por no aceptar el trinitarismo (incomprensible e ilógica teoría originaria en la India e introducida por los Padres de la Iglesia en el Cristianismo en la cual se cree que Dios es constituido de tres personas llamadas “Santísima Trinidad”: Padre, Hijo y Espíritu Santo).  Recordemos de que el trinitarismo es extraño tanto a la Filosofía Griega como al Judaísmo, doctrinas que fundamentaron el Cristianismo. El trinitarismo fue introducido en Grecia durante la fase helenística por el filósofo neo­platónico Amónio Sacas, que vivió quince años en la India, de donde trajera ese concepto. En el inicio de la Era Cristiana, existían dos corrientes opustas: la liderada por el obispo Arius [arianismo], que admitia a Dios único y uno; y la de los neoplatónicos [trinitarismo], que admitia también a Dios único, sin embargo, trino. Cuando Constantino resolvió adoptar el Cristianismo como la religión oficial de su imperio, buscando el fin político de evitar su fragmentación, provocó el Concilio de Nicea, el 325, y resolvió esa querella inclinándose para la posición neoplatónica, ya que muchos de sus nobles de los cuales dependía políticamente, esposaban tal doctrina. Por eso, afirmamos que, para ser cristiano, no hay obligatoriedad de ser trinitarista. En toda la obra de Allan Kardec hay constante referencia al Cristianismo y recomendaciones para seguirlo. La existencia del libro “El Evangelio Según el Espiritismo”, que interpreta las parábolas y las buenas nuevas, es una prueba suficiente de su fidelidad a las enseñanzas del Cristo, que es el Modelo y Guía más perfecto y singular que ya existió. Lo que no aceptamos es que los otros grupos cristianos juzguen como auténticas apenas sus interpretaciones. Así, podemos entonces afirmar, sin sombra de duda que el Espiritismo es la Tercera Filosofía Cristiana que vino a completar y explicar las dos anteriores”.

No queda difícil concluir que si hoy existe el Catolicismo y no el Arianismo, eso se debe única y exclusivamente a Constantino y sus maniobras políticas que buscaban el fortalecimiento y unificación de su imperio...

Finalizemos con las sabias palabras de Vianna de Carvalho (espíritu)2:

“(...) La búsqueda de la verdad ha sido interminable, laboriosa, compleja...Cual Fénix, resurge la verdad de las cenizas donde parece haberse consumido, presentándose más vigorosa y brillante a cada renacimiento, en el incesante intento de permanecer en el mundo.

Fue lo que sucedió con Allan Kardec al presentar el Espiritismo, en una síntesis de ciencia que comprueba la inmortalidad, la reencarnación, la vida apacible antes del nacimiento y después de la tumba; en la condición de filosofía ecuacionadora de los enigmas que perturban las mentes y el comportamiento de los seres, y como religión destituida de fórmulas, de mística, de rituales, ensayando la identificación del hombre con su realidad en permanente unión con su Creador.

En el momento de las investigaciones en torno del micro y del macrocosmo, del desdoblamiento de las doctrinas científicas, en ellas el Espiritismo se apoya para la confirmación de sus postulados doctrinarios.   Partiendo del hecho, que a sí mismo se explica, expone contenidos de filosofía optimista que da sentido a la existencia terrenal, en el conjunto armónico de la vida; remontando a la Biología, a la Antropología, a la Embriogenia, a la Física nuclear y a las doctrinas psíquicas, complementarlas con sus esclarecimientos, que constituyen la causalidad de los acontecimientos, contribuyendo con valores sociológicos enriquecidos, capaces de modificar la constitución y la estructura de la colectividad humana.

Basada en la moral de Cristo, así como de Sus predecesores, especialmente Sócrates y Platón, se vuelve la religión cósmica del Amor, que alberga a todos los seres sensibles hermanándolos ante la Paternidad Divina y Única. Sustentándose, racional y demostrable, en los cielos tumultuosos del siglo de las luces, alcanza la actualidad, cada vez más clara y vigorosa, de cara a las conquistas crecientes de la investigación científica en varias áreas, que la demuestran y le confirman la legitimidad.

Cuando el hombre con sus bólidos espaciales busca estudiar los astros del archipielago estelar que nos cerca, el Espiritismo, confirmando las Moradas de la Casa del Padre, conforme la lúcida y feliz expresión de Jesús sobre la pluralidad de los mundos habitados, mantiene la certeza de la transcendentalidad de la vida, no solo en las sombras del bendecido planeta terrestre, sino, también, en otras esferas que gravitan en el Cosmo, cantando himnos de loor al Creador del Universo.

Así, la verdad lentamente desvelada en fragmentos, a través de los siglos, por las varias Doctrinas Espiritualistas, en el Espiritismo resplandece y triunfa, cantando la gloria de Dios e invitando al espíritu humano al crecimiento, a la liberación, a la plenitud”. 


 

[1] - KARDEC, Allan. O Livro dos Espíritos. 88.ed. Rio [de Janeiro]: FEB, 2006, q. 919a, § 5 e 6.

[2] - FRANCO, Divaldo. Antologia espiritual.  Salvador: LEAL, 1993, cap. 47.


 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

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 Revista Semanal de Divulgação Espírita