Entrevista

por Orson Peter Carrara

El arte de escuchar y la importancia de estudiar: prácticas indispensables

Nacida en Belo Horizonte y residente en Barbacena, ambas ubicadas en el estado de Minas Gerais, Lara Brunelli Besquira Abalém (foto) es licenciada en Procesos de Gerencia y, en las lides espíritas, participa como voluntaria de la Asociación Espírita Padre Antônio Vieira, de Juiz de Fora (MG). En esta entrevista nos habla, entre otros temas, sobre el arte de escuchar y la importancia de estudiar:


¿Cómo conoció el Espiritismo?

Mi familia es católica en su mayoría, y desde que era pequeña siempre frecuenté las misas. Sin embargo, con todo el respeto que tengo por la Iglesia Católica, las respuestas a mis preguntas como, por ejemplo: las enfermedades, las diferencias sociales, el sufrimiento, las guerras, la muerte... no fueron respondidas. Cuando leí mi primer libro espírita, a la edad de 12 años, un libro que recibí de un tío muy querido, mis preguntas comenzaron a ser respondidas de una manera que tenían sentido, porque era racional y lógico. El libro fue Pão Nosso, psicografía de Chico Xavier por el Espíritu Emmanuel. Este fue mi primer contacto con la doctrina espírita.

¿Qué aspectos le llaman más la atención en la Doctrina Espírita?

La posibilidad de explorar nuevas perspectivas de la vida tanto material como espiritual. La Doctrina Espírita nos permite conocernos verdaderamente, nos permite penetrar en lo más profundo de nosotros mismos y examinar nuestros sentimientos, emociones, pensamientos y actitudes. Y ante este examen, si se hace de verdad, sin disfraces ni excusas, podemos medir nuestras facultades mentales, emocionales e intelectuales y a partir de ahí cambiar nuestra trayectoria para el bien, para el amor, para el conocimiento. La doctrina espírita es nuestra herramienta de transformación individual por el conocimiento y por el amor.

Y el gusto de estudiar, ¿cómo surgió?

Desde muy pequeña siempre me ha gustado estudiar, conocer, saber el porqué de las cosas. Mi familia siempre estimuló el aprendizaje. Crecí en medio de los libros, mi abuelo materno tenía una gran biblioteca en casa y yo devoraba los libros. Leer y estudiar siempre ha sido, para mí, uno de los mayores placeres de la vida.

Sobre el arte de escuchar, ¿qué le gustaría comentar?

Siempre he sido una buena oyente, tanto para las cuestiones de aprendizaje como para la necesidad de ayudar.  Soy aquella a la que los amigos buscan para contarle los problemas, los secretos, pedir ayuda, consejos. Me gusta escuchar a las personas, ayudarlas a ver las situaciones desde otra óptica, otra perspectiva, que muchas veces les hace ver la solución a lo que están enfrentando. Resulta que el hecho de que alguien te escuche realmente ya es una gran ayuda. Solo necesitamos considerar que escuchar no es abrir nuestro campo mental a quejas ilimitadas. Algunas personas tienen la costumbre de quejarse y quejarse y quejarse. Ser un buen oyente es saber separar el escuchar el "problema" del desequilibrio de la "queja incesante". Quien está dispuesto a escuchar, aprende más y ayuda mejor.

Entre el estudiar y el escuchar, ¿qué sobresale?

Estudiar. Sin estudiar, sin adquirir conocimientos no podremos ser buenos oyentes y auxiliar de manera eficaz y eficiente. Sin estudio somos como una herramienta oxidada.

¿Qué beneficios ha obtenido de ambas prácticas?

El acto de estudiar revela un mundo de nuevas posibilidades y perspectivas. Es a través de la búsqueda del conocimiento que nos preparamos para una vida más plena, con más comprensión y mejores herramientas para ayudar. Me doy cuenta de que cuanto más conocimiento, yo busco y más habilidades desarrollo, mayor es mi entendimiento de la vida y mejor comprensión tengo de las Leyes de Amor del Creador. Cada vez que aumento mi conocimiento y mejoro mi comprensión de las verdades de la vida, me doy cuenta de un desarrollo de mi capacidad de amar, y cuando mi capacidad de amar se desarrolla, vivo mejor conmigo mismo y con todos los que me rodean y puedo servir y ayudar con más conciencia. Cada pequeña expansión en mi capacidad de amar me hace querer aumentar mi repertorio de conocimientos para ser una persona mejor, poseedora de mejores recursos intelectuales y morales y así ser un instrumento más eficaz para ayudar al prójimo.

¿Qué le gustaría decirle al lector sobre el estudio?

¡Debemos estudiarlo todo! Debemos conocer muy bien nuestro propio idioma y otros idiomas si es posible. Tener conocimientos generales, es decir, conocimientos de historia, política, matemáticas, literatura, ciencia, filosofía... Aumentar nuestra reserva de conocimiento es necesario. Leer y estudiar a los grandes pensadores. Estudiar la vasta obra espírita desde y más allá de la codificación de Allan Kardec. Destacaría el impresionante obra elaborada por Chico Xavier y también la obra de Léon Denis.

¿Y sobre escuchar?

Aprender a escuchar a los demás exige sentido común y disciplina. Ser un buen oyente requiere que no hagamos juicios, sino que mostremos al otro cuando hay equivocaciones. Eso es caridad de nuestra parte. Nadie que busque al otro para desahogarse sobre un problema o una situación complicada quiere escuchar solo críticas, sino más bien un apoyo e incentivo para que él mismo pueda resolver la situación/problema que está enfrentando. Desarrollar la habilidad de escuchar es esencial para nuestro aprendizaje y para mejorar nuestra capacidad de ayuda.

De sus recuerdos en esta vivencia, ¿qué es lo que más sobresale?

Sobresale la necesidad de tener disciplina y la noción de responsabilidad. Disciplina porque es esencial para nuestra mejora. La disciplina es el motor que da impulso a nuestra voluntad. Sin disciplina nuestras realizaciones son muy mediocres. Y la responsabilidad de recordarnos todo el tiempo nuestra naturaleza espiritual, y que desde el momento en que decides emprender la búsqueda del conocimiento, que es personal e intransferible, necesariamente debes comprometerte con el autoconocimiento. No hay manera de entender la vida en su plenitud cuando quitamos la realidad espiritual de esta ecuación.

¿Y sobre la experiencia como mediadora del canal PORTAL DO CONSOLADOR, qué le gustaría decir?

Ha sido una experiencia gratificante. Es una gran oportunidad para aprender y hacer reflexiones importantes con las personas más diversas que tienen un mismo objetivo: divulgar la doctrina espírita. Ha sido un gran aprendizaje.

Sus palabras finales.

No pongamos límites en nosotros mismos cuando se trata del amor y la sabiduría. Debemos aprender a amar sin límites, con equilibrio y desapego. El amor no es posesión, es libertad. Y dediquémonos, también en esta encarnación, a adquirir conocimiento. La sabiduría comienza en la adquisición de conocimiento. Dediquémonos en el estudio y la práctica del bien, con disciplina y responsabilidad. Léon Denis dijo una vez: "Las infinitas necesidades del alma exigen forzosamente una vida sin límites".

 

 
Traducción:
Ricardo Morante
rmorante3@yahoo.com

 

     
     

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