Especial

por Paulo da Silva Neto Sobrinho

Colonias espirituales serían lugares circunscritos, ¿cómo es eso? - Parte 1

“Las ideas prematuras acostumbrán a malograrse porque las criaturas no están maduras para comprenderlas, ni sentir por ahora la necesidad de un cambio de posición.” (ALLAN KARDEC)

 

Introducción

La existencia o no de las colonias espirituales es tema que continua levantando irritadas discusiones entre los espíritas. Buena parte de sus opositores tienen como fundamento la pregunta 1.012 de El Libro de los Espíritus en cuya respuesta los Espíritus superiores afirmaron que no hay lugares circunscritos. Según el diccionario Michaelis, el vocablo circunscrito tiene el significado de: “Que tiene límites claramente determinados; demarcado, localizado, situado”. (1)

El problema es que el hecho de no tenerse en cuenta el contexto de la respuesta, como anda ocurriendo, inevitablemente produce una interpretación equivocada de la respuesta. Llamamos su atención, querido lector, para el título del ítem “Paraíso, infierno, purgatorio. Paraíso” del cap. II – Penas y goces futuros, del Libro Cuarto, donde está incluida la siguiente pregunta: “1012. ¿Habrá en el Universo lugares circunscritos para las penas y goces de los Espíritus, según su merecimiento?” (negrita nuestra)

Un estudioso más atento percibirá que la pregunta es en cuanto a lugares para las penas y goces de los Espíritus, o sea, al respecto de la creencia común en las tradicionales religiones cristianas sobre la existencia del “cielo” y del “infierno” como lugares circunscritos para los cuales iremos después de la desencarnación. Por consiguiente, no hay absolutamente nada contra colonias o construcciones en el plano espiritual.

Encontramos también algunos compañeros que alegan no existir nada sobre las colonias espirituales en las obras de la codificación espírita. Aquí tenemos que razonar que no podemos tener el mismo tipo de comportamiento que el bibliólatra en cuanto a la Biblia, o sea, si en ella “no habla” no existe.

El Espiritismo es progresivo

Varios son los momentos en que Allan Kardec (1804-1869) dejó bien claro que el Espiritismo es progresivo y que en él no fue puesto ningún punto final, como por ejemplo vemos en esta su palabra registrada en la Revista Espírita 1867, mes de abril:

[…] El Espiritismo no dice aun su última palabra, muy lejos de esto, no más sobre las cosas físicas de lo que sobre las cosas espirituales. Muchos de los descubrimientos serán el fruto de observaciones ulteriores. El Espiritismo no hizo, de alguna suerte, hasta el presente, sino colocar los primeros escalones de una ciencia cuya importancia es desconocida. Con la ayuda de lo que ya descubrió, el abre a aquellos que vendrán después de nosotros el camino de las investigaciones en un orden especial de ideas. No procede sino por observaciones y deducciones. Si un hecho es constatado, se dice que el debe tener una causa, y que esta causa no puede ser sino natural, y entonces el la busca. En la falta de una demostración categórica, puede dar una hipótesis, pero, hasta la confirmación, no la da sino como hipótesis, y no como verdad absoluta. […]. ([3]) (negrita nuestra)

Cerraron tanto “la puerta” del Espiritismo que, continuando así, jamás veremos ocurrir “muchos de los descubrimientos serán el fruto de observaciones ulteriores”, así como la posibilidad del “abre a aquellos que vendrán después de nosotros el camino de las investigaciones en un orden especial de ideas”.

Es obvio que todo deberá pasar por el control universal; creemos sea innecesario desenvolver ese punto, por ser tan evidente.

La realidad que se presenta

Se percibe también que algunos compañeros rechazan la existencia de las colonias espirituales por presumir sea una “revelación” singular de André Luiz.

Veamos lo que José Herculano Pires (1914-1979) dice en la obra El Infinito y lo Finito, en el cap. 32 – Mensajes espíritas en el exterior confirman las recibidas en Brasil:

Libros de Chico Xavier en colación con obras francesas e inglesas – “La Vida en los Mundos Invisibles”, del reverendo anglicano Robert Hugh Benson, publicado en portugués

Muchas personas encuentran dificultades en aceptar las descripciones de la vida de más allá de la tumba, de los libros de André Luiz, psicografiados por Chico Xavier. Incluso entre los espíritas, ya habituados a tratar de los problemas del “otro lado de la vida”, esas descripciones encuentran en el principio, y aun hoy encuentran, cierta reluctancia. Emmanuel explicó, de manera bastante clara y feliz, en el prefacio de Los Mensajeros, que los relatos de André Luiz no deben ser tomados al pie de la letra, sino como un esfuerzo para objetivar, en lenguaje terreno, las visiones del mundo espiritual. A pesar de eso, la extrema semejanza de la vida en el espacio con la vida en la Tierra aun perturba a algunas personas y provoca varias críticas de religiosos y materialistas.

La incomprensión al respecto es natural, en virtud principalmente de dos motivos fundamentales: primero, el hábito arraigado de considerarse la vida post mortem como misteriosa, innaceible a la comprensión de los mortales; segundo, la confusión habitual entre cuerpo y espíritu, fuente del materialismo, que impide a mucha gente de admitir la existencia de vida fuera de la materia. Este segundo motivo es el reverso del primero y los dos representan posiciones extremadas delante del problema de la sobrevivencia. El Espiritismo nos muestra que la vida más allá de la muerte no es innacesible a nuestra comprensión y deshace, al mismo tiempo, la confusión materialista entre cuerpo y espíritu.

[…]

[…] la existencia de ciudades espirituales en el más allá de la tumba, de habitaculos, vegetales y animales, no es, como suponen, una invención de los espíritas. El Viejo Testamento y el Nuevo Testamento, por ejemplo, están llenos de descripciones de ese orden. Basta acordarse lo que dice Isaías (33:17, 20) sobre “la tierra de lejos” y la “Sión de la solemnidad”, y el Apocalipsis de Juan sobre la Jerusalén celeste.

En lo tocante a las revelaciones mediúmnicas, las descripciones de André Luiz no constituyen novedad, a no ser en cuanto a lo que traen de personal, de la manera de ver del autor. Ya en El Cielo y el Infierno, Kardec presenta descripciones semejantes. En la Revue Spirite, el codificador publicó numerosos relatos de más allá de la tumba en el mismo sentido. Sir Oliver Lodge presenta cuadros semejantes en Raymond, Denis Bradley en Rumbo a las Estrellas, y así por delante. Ahora, la Editora Pensamiento, de esta capital, acaba de lanzar la traducción de Life in the World Unseen, de Anthony Borgia, con la versión del título para La Vida en los Mundos Invisibles. El trabajo de traducción fue confiado a J. Escobar Faria, que realizó un primoroso trabajo.

Tenemos en ese libro curioso una nueva versión de la vida en el más allá, con pormenores que confirman plenamente las descripciones de André Luiz. El autor espiritual es el ex-reverendo Robert Hugh Benson, hijo de un ex-arzobispo de Cantuária, que, a la manera de André Luiz, relata su pasaje para el lado de allá y describe ese lado. La segunda parte del libro nos ofrece una especie de geografía de los planos espirituales más próximos de la faz de la Tierra. Benson, que en la vida terrena escribiera a propósito de asuntos espirituales, dando interpretación capciosa a algunas de sus experiencias psíquicas, procura corregir en ese libro sus errores dogmáticos de entonces. Los religiosos en general, y los espíritas en particular, encontraron en La Vida en los Mundos Invisibles mucho material para comparación con las descripciones de los textos sagrados y de las comunicaciones mediúmnicas obtenidas en nuestro país. A esa colación, para los espíritas, atiende a uno de los requisitos del método doctrinario, para aceptación de las informaciones espirituales: el del consenso universal, establecido por el codificador. ([5])

 

(Continúa en la próxima edición de esta revista.)

 

Referências bibliográficas:

KARDEC, A. O Céu e o Inferno. Brasília: FEB, 2013.

KARDEC, A. O Livro dos Espíritos. Brasília: FEB, 2013.

KARDEC, A. Revista Espírita 1858. Araras (SP): IDE, 2001.

KARDEC, A. Revista Espírita 1859. Araras (SP): IDE, 1993.

KARDEC, A. Revista Espírita 1865. Araras (SP): IDE, 2000.

KARDEC, A. Revista Espírita 1867. Araras (SP): IDE, 1999.

PIRES, J. H. O Infinito e o Finito. São Bernardo do Campo (SP): Correio Fraterno, 1983.

SILVA NETO SOBRINHO, P. As Colônias Espirituais e a Codificação. Divinópolis (MG): Ethos Editora, 2015.

MICHAELIS, Circunscrito, disponível em: Link-1. Acesso em 16 abr. 2022.


 

[1] Michaelis – ver Link-1

[2] KARDEC, Revista Espírita 1867, p. 122.

[3] KARDEC, Revista Espírita 1867, p. 122.

[4] PIRES, O infinito e o finito, p. 98-100.

[5] PIRES, O infinito e o finito, p. 98-100.


 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita