Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 

Tema: Hablar sin saber; chisme


El caso de la Jirafa

 

- ¿Sabe la última, señor León?

Era el Avestruz transmitiendo lo que todos los animales del zoológico estaban comentando: la

desaparición de la jirafa.

El León no dijo nada.

Al amanecer, la Jirafa no estaba en su corral. Había desaparecido sin avisar a nadie.

Cada animal tenía una versión diferente del hecho; hablaban sin parar…

- ¡De seguro, doña Jirafa se cansó de la monotonía del zoológico! – decía el mono.

Algunos pensaban en secuestro, imaginaban el rescate millonario (¡que nadie había pedido todavía!).

El Hipopótamo, muy amigo de la Jirafa, sufría con toda esa habladuría. Imaginaba los mil peligros que su amiga corría, pensaba incluso que podía ser el culpable de esa “fuga”: ¿y si hubiera dicho algo que lastimó a la sensible jirafa, y por eso se había escapado?

Dándose cuenta de la agonía del Hipopótamo, el León, muy sensato, lo llamó:

- Escucha, amigo, cuidado con lo que hablan estos animales. Nadie está seguro de nada y nadie vio nada. Los que no tienen mucho qué hacer hablan de la vida de los otros animales, y acaban sacando conclusiones precipitadas, contando “chismes”…

Fueron interrompidos por una Hormiguita que, sin aliento, saltaba para ser escuchada:

- ¡Yo vi! ¡Yo vi! ¡Vi un camión del circo aquí en el zoológico!...

Fue un griterío total. Todos tenían razón: ¡el misterio de la desaparición de la Jirafa estaba solucionado! ¡Estaba claro que se convertiría en artista de circo! ¿Cómo no habían pensado en eso antes? Y salieron a esparcir la novedad a todo el zoológico.

Solo quedaron el Hipopótamo (¡lloriqueando porque su amiga ni siquiera se había despedido de él!…) y el León, imperturbable.

Para sorpresa de todos, instantes después apareció la Jirafa, explicando como podía (pues su boca estaba anestesiada) que durante la noche se había ido al dentista. Le dolía mucho su diente, y el médico del zoológico se dio cuenta y por eso la había llevado inmediatamente.

¡Y el Hipopótamo había creído en toda esa confusión que habían hecho los animales!

Él entendió, entonces, lo que el León le había explicado. Es necesario reflexionar mucho en lo dicen los demás para no dejarse llevar por chismes y mentiras…

 

(Historia de Letícia Müller.)


 

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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