Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 

Tema: Supersticiones


Gato negro


Tita y Carla paseaban por la feria, en el sector de animales pequeños. Tita estaba eufórica: tenía permiso de su mamá para escoger un gatito como regalo.

Tita quería un gatito hacía mucho tiempo. Las opciones eran muchas: gatos manchados, blancos, negros, grises. Las dos niñas se detuvieron frente a uno de los puestos y un lindo gatito negro fue al encuentro de ellas.

Comenzó a frotarse en Carla a través de la rejilla y cuando fue hacia el lado de Tita la niña dio un salto:

- ¡Un gato negro, no! ¡Da mala suerte!

Carla se asustó con la amiga e indagó:

- ¿Tú crees que el color del gato puede influenciar en los acontecimientos de tu vida?

Tita se quedó muda. Carla continuó:

- ¡Piensa un poco! ¿Vas a decirme que, cuando llegas a un lugar, pisas con el pie derecho primero? ¿Y quien no tiene el pie derecho, solo el izquierdo, está destinado a tener mala suerte toda su vida?

Mientras Tita continuaba callada, ellas continuaron caminando, y mirando a los animales.

Les gustaron mucho los peces de colores que nadaban en un lindo acuario.

- Pez y gato no, ¿verdad Tita? Verás que tu gato se come a tu pez en la cena.

- ¡Contra! Dijo Tita, golpeando la silla de madera que estaba cerca.

Carla se rio, pensando que golpear la silla no cambia el destino, pero no dijo nada.

- ¡Esta bien! Soy supersticiosa, ¿y qué? ¡Es mi problema!

- Yo sé – dijo Carla, seria. ¿Pero no crees que es importante usar la cabeza y analizar las cosas, antes de creer en ellas? Por ejemplo: ¿crees que el color de la ropa es lo que nos trae suerte, mala suerte, dinero o amor?

Tita estaba prestando atención, y la amiga continuó:

- Si todos pensaran como tú, ningún gatito negro va a conseguir un nuevo hogar… Nuestras decisiones son las que determinan nuestro destino. Optar por la honestidad, la alegría, la ética, la caridad es lo que nos trae buenos acontecimientos en nuestra vida.

- Pero pensar en el mal atrae el mal – se quejó Tita.

- Y pensar en el bien atrae el bien. Es la Ley de Causa y Efecto, que la Doctrina Espírita nos explica. Esa ley forma parte del amor, de la sabiduría y de la justicia de Dios. Los amuletos y las supersticiones no atraen o repelen nada. Lo que hace eso es el pensamiento, pues si yo creo que mi día va a ser malo porque vi un gato negro, puedo convencerme de eso y hacer que mi día sea pésimo. Pero será por decisión mía, el gato o su color no tiene nada que ver con eso.

- Sí, tiene sentido... pensó Tita en voz alta.

- ¡Qué bueno! Ya es hora de dejar estas tonterías de lado y asumir la responsabilidad por las decisiones que tomemos. La felicidad es una decisión nuestra, y depende de nuestras actitudes, no de las cosas.

A pesar de estar convencida, a Tita todavía le tomaría algún tiempo para cambiar su forma de pensar. Pero escoger un gatito negro como regalo fue un gran paso para dejar de lado las supersticiones.

El lindo gatito negro, de nombre Calvin, correspondió al afecto recibido, volviéndose un gran amigo y compañero de muchas alegrías y juegos.


(Adaptación de un texto de Claudia Schmidt.)

 

 

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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