Especial

por Wellington Balbo

Sensación y percepción de los médiums

Las sensaciones físicas de hambre, dolor, miedo y sed, o morales, como rabia, envidia o amargura que los Espíritus dicen sentir, para Kardec, son impresiones muy fuertes que el alma guarda durante la vida corporal y, por eso, en la erraticidad conserva la impresión más o menos fuerte de esas sensaciones.

En una analogía, esas sensaciones son como un tatuaje impreso en el Espíritu que, siempre o casi siempre, se acordará de aquella marca.

Todo esto, además, viene al encuentro de la idea de Kardec de que el Espíritu es la sede de los sentimientos y emociones. Estudios recientes, ya después de Kardec, sobre los recuerdos espontáneos que algunos niños tienen de sus existencias pasadas corroboran que es en el Espíritu que están escritas las letras del libro de las existencias.

Y esos recuerdos son tan intensos, quedan tan “tatuados” en el Espíritu que, incluso vistiendo otro cuerpo físico existe el recuerdo, con detalles y circunstancias de las más curiosas en lo que se refiere a los hechos que fueron marcados para el Espíritu en aquella existencia anterior.

Relatan los investigadores envueltos en esta temática que, en general, uno de los recuerdos más fuertes de esos niños son, justamente, la de los momentos que envolvieron sus muertes, principalmente si esas muertes fueron por causas trágicas.

El cuerpo ya es otro, sin embargo, para más allá del cuerpo, existe el recuerdo que queda como una parte de la biografía del alma.

Es como si fuese un libro que, con frecuencia visitamos para leer, nuevamente, las páginas que fueron más emocionantes. El libro es el Espíritu, los recuerdos son las páginas escritas y que al ser realidad nos traen la impresión de estar viviendo nuevamente aquellos momentos.

Pues bien...

Después de recibir la invitación para una conferencia y abordar el tema sensación y percepción de los Espíritus, resolvemos verificar las sensaciones y percepciones no de los Espíritus, sino de los médiums.

¿Será que los médiums sienten las mismas sensaciones que los Espíritus dicen sentir al establecer contacto?

¿Si, por ejemplo, el Espíritu informa estar con frio, esta sensación puede ser trasmitida al médium?

Es un asunto por demás palpitante investigar lo que sienten los médiums. Por tanto, fuimos al terreno a preguntar justamente a los médiums sus sensaciones y percepciones en el contacto con los Espíritus.

¿Quedan felices? ¿Tristes? ¿Angustiados? ¿Sienten dolores?

Cogemos en esa investigación, con la participación de 66 médiums, interesantes observaciones que podrán ocasionar estudios un poco más fuertes y profundos de esta pauta.

Dejamos el trabajo con 7 preguntas para respuestas de los médiums.

La primera pregunta fue para verificar, de modo general, cuáles son las sensaciones que los médiums experimentan en el intercambio mediúmnico.

En esta etapa los médiums informaron sentir sensaciones de las más diversas. Al todo fueron catalogadas 17 sensaciones, con destaque para la taquicardia, presente en 9 respuestas.

Nos parece que, no obstante las muchas respuestas, hay algunos puntos de encuentro y que son comunes al menos a la mayoría de los médiums.

Taquicardia – 9 citas

Tensión en la nuca – 4 citas

Frio – 4 citas

Hormigueo – 3 citas

Voluntad de escribir – 3 citas

Cuerpo crecer – 3 citas

Ya en la segunda pregunta buscamos saber lo que sienten los médiums al establecer contacto con Espíritus en una situación de sufrimiento.

Veamos abajo las palabras más citadas:

Dolores 14 veces.

Angustia 9 veces.

Miedo 5 veces.

Rabia 7 veces.

Tristeza 7 veces.

Voluntad de llorar 7 veces.

Vimos que los médiums, en su mayoría, citaron sentir más de una sensación. Ejemplo: dolores por el cuerpo, frio y rabia. O: miedo, angustia, rabia y vonluntad de llorar.

En la tercera pregunta intentamos saber las sensaciones de los médiums cuando hay contacto con un Espíritu en una condición saludable en el mundo de los Espíritus.

Las palabras más citadas fueron:

Paz – 13 citas

Tranquilidad – 6 citas

Ligereza – 5 citas

Como en la pregunta anterior, los médiums no dijeron sentir apenas una sensación, sino, siempre, un “grupo” de sensaciones, tales como: paz, ligereza, tranquilidad. O: buenas sensaciones, equilibrio, felicidad.

Dos médiums informaron que nada sienten, apenas ven la expansión de su campo visual y, entonces, a partir de eso toman contacto directo con esos Espíritus.

Dividimos en dos grupos las sensaciones y las llamamos de la siguiente forma:

Sensaciones físicas y sensaciones morales.

Nuestra intención es identificar cuál de esas sensaciones causan más impacto para el médium. Colocamos, naturalmente, como sensaciones físicas el hambre, sed, dolores de forma general etc.

Las sensaciones de orden moral colocamos: rabia, amargura, celos, angustia, envidia etc.

En la pregunta de número 4 abordamos las sensaciones físicas. ¿Será que los médiums sienten las sensaciones físicas que los Espíritus dicen sentir?

66,2% dijeron sentir las sensaciones de hambre, sed, dolor y frio.

33,8% dijeron no sentir esas sensaciones en el intercambio mediúmnico.

Ya en la cuestión 5 fuimos para las sensaciones morales, que, conforme dijimos arriba, son: rabia, amargura, envidia, celos, tristeza etc.

Con las sensaciones que convenimos llamar morales tenemos los siguientes resultados:

81,5% de los médiums dijeron sentir.

18,5% de los médiums informaron no sentir nada.

En la pregunta 6 buscamos comparar el vigor de las sensaciones físicas y morales. En el caso de el médium sentirlas, cuál de ellas sería la más fuerte.

Obtuvimos los siguientes números:

78,5% informaron ser las sensaciones morales más fuertes.

21,5% dijeron que las sensaciones físicas son las más potentes.

Dejamos, aun, la pregunta número 7 para la libre manifestación de los médiums.

Traemos, aquí, algunos relatos de forma bien resumida y que podrán enseñar estudios más profundos.

Dice un médium que en la reunión mediúmnica fue orientado a reprimir el comportamiento agresivo de un Espíritu. Sin embargo, al reprimir el comportamiento agresivo del Espíritu, el médium cayó en un trance inconsciente en tres oportunidades y, según él, a la rebeldía de su vonluntad el Espíritu se manifestó. Después de los tres eventos relató el médium que tuvo su mediumnidad suspendida, siendo que ningún Espíritu, también el agresivo, se comunicó más por su intermedio a lo largo de algunos meses.

Comentamos que: En el proceso de intercambio mediúmnico, Kardec coloca el protagonismo siempre en el Espíritu, dejando al médium como coadyuvante, hasta porque, caso el Espíritu no quiera manifestarse, nada ocurrirá, por más potente sea la facultad mediúmnica. Tal vez sea este el caso de arriba, los Espíritus mostrando que podrán promover o no las comunicaciones con los médiums que mejor les ofrezcan condiciones para esto y, aun, en el momento que juzgaran más oportuno.

Otros relatos que nos llamaron atención dicen respecto al médium sentir una expansión de su cuerpo físico: como si manos, pies y cabeza fuesen asumiendo, en el intercambio mediúmnico, un tamaño bien mayor que el normal.

Lo contrario también fue relatado, o sea, manos, pies y todo el cuerpo del médium van disminuyendo al punto de que las cosas que están alrededor parecen gigantescas.

Una hipótesis que podemos alzar para esta pregunta es la propiedad de expansión del periespíritu, cuyo médium, naturalmente, pasa a sentir en el contacto con los Espíritus, teniendo la sensación de que sus órganos físicos aumentan o disminuyen de tamaño.

Algunas deducciones a partir de las respuestas dadas por los médiums:

1 – Los Espíritus transmitem sus sensaciones para los médiums y algunos las sienten conforme el grado más o menos avanzado de su percepción mediúmnica. Esto puede, tal vez, explicar la razón por la cual algunos médiums no sienten esos efectos físicos o morales sentidos por los Espíritus, y, aun, el hecho de esas sensaciones ser más o menos potentes para unos médiums que para otros.

2 – Las sensaciones morales, tales como: rabia, amargura, celos y tristeza son más fuertes en la mayoría de los médiums que las sensaciones físicas, representadas por el hambre, sed, frio y miedo. Las sensaciones morales son, para los Espíritus, fuente de sufrimiento y felicidad más potentes, natural, por tanto, que guarden esa coherencia al ser trasmitidas al médium, y este, a su vez, las percibe de manera más clara e intensa que las sensaciones físicas.

3 – Notamos, también, un número mayor de sensaciones anotadas en el intercambio con Espíritus sufridores comparándose a los Espíritus más saludables. Estos últimos traen, basicamente, sensaciones bien parecidas a los médiums y que pueden ser resumidas en una única palabra: paz.

En suma, he ahí, en el presente texto, algunas impresiones sobre el cuestionario que aplicamos a los médiums. Otras anotaciones y percepciones de este trabajo podrán surgir, hasta porque se trata de tema fecundo y aun poco explorado.

Puede ser, por tanto, que este artículo obtenga más cuerpo, más observaciones, siendo, entonces, enriquecido, o, quien sabe obtenga partes 2 y 3.

 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

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 Revista Semanal de Divulgação Espírita