Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 

Tema: Propuestas de Año Nuevo


Propuestas de Año Nuevo


Era el último día del año. Mariana estaba muy contenta con la fiesta en su casa, que reunía a toda la familia. Cada uno había traído un plato, y todos compartían esa cena deliciosa.

Después de la cena, la parte más esperada por los niños era la hora de los postres: el pavê de chocolate de la tía Carol y las rabanadas de la abuela Olga. ¡Qué delicia! Todos estaban satisfechos.

La casa estaba llena de conversaciones y risas. Los primos bailaban y corrían por la casa. La mamá de Mariana cantaba junto a la radio y la niña, aun con un poco de sueño, decidió esperar hasta la medianoche para ver la llegada del año.

- ¡Mari, ven a ver los fuegos artificiales! – llamó la tía Jacy, animada.

La niña corrió hacia la calle y abrazó a su tía para ver las luces en el cielo. Casi a medianoche, todos se juntaron en la sala y comenzaron una cuenta regresiva: 10, 9, 8, 7, 6, 5, 4, 3, 2, 1, ¡Feliz Año Nuevo!

Toda la familia se abrazó, deseándose un feliz año unos a otros. Mariana abrazó primero a su mamá, después fue al encuentro de su papá y de repente sintió los brazos de su hermano, apretándola con cariño y diciendo:

- ¡Feliz Año Nuevo, Mari!

Ella también abrazó a sus tías, sus primos, su abuela y al tío Luiz.

Después, no pasó mucho tiempo para que todos se despidieran y Mariana, se fuera a dormir. Se sentía muy bien y, antes de dormir, hizo una oración sincera:

“Dios mío, muchas gracias por el año que pasó, y gracias por este nuevo año. ¿Recuerdas que ayer te pedí que en el nuevo año me compraran un celular y me fuera de viaje? Entonces, todavía quiero esas cosas, pero no me había dado cuenta de que había otras cosas que me hacen muy feliz, de una manera diferente y muy especial.  

Son las cosas que tuve hoy. Quería pedirte que, en el nuevo año, pueda comer más veces las cosas deliciosas que hace la abuela, y conversar más con la tía Jacy, a quien le agrado mucho y quien también me agrada mucho. Quiero jugar mucho con mis primos, que son bromistas, ¡pero son muy divertidos! Y quiero abrazar a mi hermano muchas veces, en vez de pelear con él, y ver siempre a mis padres sonriendo y cantando, como hoy. Creo que eso es lo que realmente quiero, ¿sabes, Dios mío?

También quiero ser buena con todos ellos. Yo los amo, y ellos son muy importantes para mí. Pero esa es mi parte, ¿no? ¡Solo ayúdame, por favor, a recordar siempre esto!

¡Muchas gracias! ¡Que así sea!”

Mariana cerró la oración y se durmió feliz, pues su año nuevo, con certeza, había comenzado muy bien.       


 

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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