Especial

por Anselmo Ferreira Vasconcelos

Otros desafios para la humanidad

“Mas nada hay secreto que no haya de ser descubierto; ni oculto, que no haya de ser sabido.” (Lucas 12:2)


Hay un asunto envolviendo nuestro mundo cuya relevancia no es más posible despreciar. Me refiero a las constantes visitas que hemos recibido de seres de otros mundos desde tiempos inmemoriables. La jornada humana, de otro modo, está repleta de historias y señales de la inequívoca presencia alienígena en la Tierra. Muchas tradiciones culturales, episodios bíblicos, pinturas rupestres producidas por pueblos antiguos, agrogrifos e incontables relatos, demuestran que, individuos con complexión y apariencia física muy diferente de la nuestra, estuvieron – y aun continuan - entre nosotros, aparentemente acompañando la evolución de la humanidad en el plano material. Por si no bastase eso, esos seres dejaron su marca en nuestro planeta por medio de soberbias estructuras megalíticas – algunas de las cuales, incluso hoy, no tendríamos condiciones de erigir - y artefactos extraños. [1]

A esa altura de la trayectoria humana, en pleno tercer milenio de la era cristiana, las evidencias reforzando la tesis – tan especial al Espiritismo – concerniente a la pluralidad de los mundos habitados, son como algo lógico y racional. Confirmando tal percepción, Allan Kardec nos legó esclarecedor comentario al respecto:

“[...] Sabíamos que, así como estamos colocados en medio de una infinidad de mundos, también estamos en medio de una doble infinidad de duraciones, anteriores y posteriores; que la creación universal no se encuentra restringida a nosotros, que no nos es lícito aplicar esa expresión a la formación aislada de nuestro pequeñito globo”. [2]

Kardec observó igualmente que:

“[...] En otros mundos, las formas se presentan bajo otros aspectos, revelan otros caracteres desconocidos en la tierra y, en la inmensa amplitud de los cielos, fuerzas en número indefinido se han desenvuelto en una escala inimaginable, cuya grandeza tan incapaces somos de evaluar, como es el crustáceo, en el fondo del océano, para aprender la universalidad de los fenómenos terrestres”.[3]

Por fin, y con absoluto acierto, añadió aun el Codificador del Espiritismo:

“60. Acostumbrados, como estamos, a juzgar las cosas por nuestra insignificante y pobre habitación, imaginamos que la natureza no puede o no tienen de obrar sobre los otros mundos, sino según las reglas que le conocemos en la tierra. Ahora, precisamente en este punto es que importa que reformemos nuestra manera de ver”. [4]

Definitivamente, no estamos solos en el universo. La presunción de algunos sectores de la ciencia, que certifican la creencia de que la vida inteligente pertenece exclusivamente a nuestra raza, no hace más el menor sentido. En ese sentido, es preciso recordar que, desde mediados de la Segunda Gran Guerra Mundial, tenemos suficiente material para reformular nuestros pensamientos y visión sobre tan delicado asunto. Mas especificamente, causó enorme perplejidad el surgimiento de los llamados foo fighters en los cielos de  Europa, en medio de las batallas aéreas. En un momento dado, los dos lados llegaron a pensar que el enemigo era responsable por aquello. No obstante, aquellos vólidos voladores, que se movían con extrema agilidad y desenvoltura, allá estaban como atentos observadores de la insanidad humana. 

Desde entonces, se volvieron frecuentes - así, indican los registros - la aparición de esos objetos voladores no identificados (OVNIs). Por consiguiente, la casuística ufológica creció espantosamente – en aparente sintonía con un plan muy bien arquitectado de manifestaciones del fenómeno. Prueba de ese entendimiento, además, son los continuos relatos de avistamientos, bien con contactos inmediatos, que han ocurrido en todos los cuadrantes del planeta, más allá de harto número de vídeos disponibles con imágenes impresionantes. Dos de ellos, por señal, fueron divulgados recientemente y confirman el conocido adagio popular que afirma haber imágenes que valen millones de palabras, en lo cual pilotos de la marina americana traban contacto visual con “fenómenos aéreos no identificados” (eufemismo utilizado por las fuerzas armadas de los EUA para designar un OVNI).

Los audios constantes de esas espectaculares películas identifican claramente la manifestación de admiración de los pilotos delante de las imágenes inusitadas [5]. En una de ellas, el OVNI hace determinados movimentos insólitos cuando comparado con nuestras limitadas aeronaves, como a decirnos: “graben seguros para que no haya dudas de lo que somos capaces” [6]. De ese modo, cumple realzar que, por primera vez en la historia, ocurrió la divulgación de material ufológico por la Marina de los Estados Unidos.  

Dado lo inédito de la medida, es preciso también resaltar que aquella nación siempre se empeñó fervorosamente en imponer una sistemática y bien urdida política de encubrir en relación a todo lo que envuelve los OVNIs. Para ilustrar, vale recordar el famoso caso de la caída de un UFO – hay relatos de muchos otros en la literatura ufológica – en el año de 1947, en la localidad de Roswell, en el estado de Nuevo México de aquel país.[7] No obstante, fieles a la política de desinformación, las autoridades militares americanas recurrieron a todos los expedientes y artimañas posibles – algunos hasta pueriles - a fin de aplacar la curiosidad periodística en torno del hecho. Aunque, las explicaciones nunca convencieron a los estudiosos del tema y, como acostumbra a suceder en esas circunstancias, algo siempre sale...

Mas independientemente de los hechos arriba citados, la cuestión preponderante es que no hay indicación fiable de que esos objetos sean de procedencia humana. Al final, ellos presentan un modo de funcionamiento y traslación cuyas proezas (tecnológias) son absolutamente superiores a las nuestras, al menos por ahora. Hay, con todo, ufólogos que argumentan que los OVNIs acidentados, cuyos destrozos fueron recuperados por los gobiernos del mundo, permitieron el desenvolvimiento y avance en varias áreas del conocimiento – inclusive aviación – a través de la llamada ingeniería al revés. Tal argumentación tiene fundamento, aunque aun no existan pruebas completamente cabales al respecto.

Lo que se puede afirmar con certeza, es que no somos los únicos seres inteligentes de la creación divina. Y esa conclusión está alineada, conforme destaqué, a la revelación de los Espíritus a Kardec. Más allá de eso, ella encuentra plena sustentación en el Evangelio, a saber: “No se turbe vuestro corazón. Creed en Dios, creed también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas” (Juan, 14:1-2.)

Por tanto, la Tierra no es, definitivamente, la única morada habitada del Padre celestial. Los OVNIs son artefactos sofisticados y originarios de razas tecnologicamente mucho más avanzadas que la nuestra. Dicho de otra manera, ellos pertenecen a seres de otros mundos capaces de realizar cosas que aun no estamos aptos. Además, ellos vienen monitorizando a la humanidad probablemente desde mucho antes del homo sapiens aquí florecer.

Cuando el hombre moderno decidió desvelar la inmensidad del universo a través de las misiones espaciales, notadamente las rusas y americanas, allá estaban ellos acompañando nuestras intimidadas espacionaves. Hay, inclusive, registros de las grabaciones de los pilotos y fotos excepcionales, que ni incluso la NASA, coparticipe de esa política nefasta a la cual me referí, consiguió destruir, según revelan determinadas obras.[8]  

Por otro lado, el contacto de seres humanos con los alienígenas – experiencia no siempre agradable o amigable, dígase - ya permitió la elaboración de una rica clasificación sobre sus apariencias. A propósito, en el meticuloso trabajo realizado por el investigador Thiago Luiz Ticchetti fueron analizados casi 10.000 casos que lo llevaron a concluir que ellos pertenecen a 14 tipos y 70 variantes correspondientes.[9] En general, las formas humanoides predominan, no obstante las peculiaridades encontradas. 

Esos visitantes, en su abrumadora mayoría, cada vez más ensanchan su presencia en nuestro mundo, dado, como afirmé arriba, el considerable número de avistamientos. Además de eso, algunas de esas entidades alienígenas nos han sometido a dolorosos y traumatizantes procesos de abducción, dejándonos secuelas para el resto de la vida. Tal procedimiento denota, además, que no todos nos observan como hermanos universales y no nos tratan como tal. Somos simples cobayas para algunos de ellos. Un caso así – además, una experiencia emocionalmente muy dolorosa - fue descrita por el escritor Whitley Strieber envolviendo su propria vida.[10]

De modo general, los relatos de las víctimas de abducción indican que los aliens extraen nuestro semen, óvulos y sangre, básicamente para la realización de experiencias genéticas. Vale resaltar que considerable número de víctimas - posteriormente sometidas al proceso de hipnosis regresiva - recordaron de haber visto seres híbridos en los lugares donde fueron llevadas, lo que refuerza esa percepción. No obstante el elevado conocimiento e inteligencia de esos seres, el factor moral parece no estar en ellos debidamente enraizado, a juzgar por su conducta para con nosotros. Siendo así, no todos los que nos visitan tienen aprecio por nosotros o nuestras necesidades. Algunos de ellos nos usan como si fuesemos animales de laboratorio. En la Tierra, en contrapartida, ya hay la preocupación en la forma como tratamos a nuestros animales en investigaciones, al punto de que algunas publicaciones científicas adjuntaron clausulas específicas en procesos de sumisión de artículos.

Siguiendo esa línea de raciocinio, es pertinente recordar los descubrimientos de Allan Kardec en ese particular: 

“3. De la enseñanza dada por los Espíritus, resulta que muy diferentes unas de las otras son las condiciones de los mundos, em cuanto al grado de adelantamiento o de inferioridad de sus habitantes. Entre ellos hay los que en  estos últimos son aun inferiores a los de la Tierra, física y moralmente; otros, de la misma categoria que el nuestro; y otros que le son más o menos superiores a todos los respectos. En los mundos inferiores, la existencia es toda material, reinan soberanas las pasiones, siendo casi nula la vida moral. A medida que esta se desenvuelve, disminuye la influencia de la materia, de tal manera que, en los mundos más adelantados, la vida es, por así decir, toda espiritual”.[11]

Gracias al esfuerzo de Kardec somos también esclarecidos que:

“4. En los mundos intermedios, se mezclan el bien y el mal, predominando uno u otro, según el grado de adelantamiento de la mayoría de los que los habitan. Aunque no se puede hacer, de los diversos mundos, una clasificación absoluta, se puede, con todo, en virtud del estado en que se encuentran y del destino que traen, tomando por base los matices más salientes, los divide, de modo general, como sigue: mundos primitivos, destinados a las primeras encarnaciones del alma humana; mundos de expiación y pruebas, donde domina el mal; mundos de regeneración, en los cuales las almas que aun tienen que expiar sacan nuevas fuerzas, reposando de las fatigas de la lucha; mundos dichosos, donde el bien sobrepuja al mal; mundos celestes o divinos, habitaciones de Espíritus depurados, donde exclusivamente reina el bien. La Tierra pertenece a las categoría de los mundos de expiaciones y pruebas, razón de por que ahí viene el hombre a cargar con tantas miserias.”[12]

Puesto esto, poco sabemos sobre el origen de esos seres, así como su real intención para con nosotros. Es cierto que algunos están aquí explorando  nuestra fauna, flora y recursos minerales – aparentemente movidos por fines oscuros. De manera sorprendente, prevalece la opinión consensual en la comunidad ufológica de que los principales gobiernos de nuestro mundo están trabajando en asociación con algunas de esas razas alienígenas. Se especula que buscan con eso adquirir ventajas estratégicas sobre las naciones oponentes. Evidentemente, ese es un juego peligroso en el cual los aliens, a lo que todo indica, están manipulando muy bien a los líderes de aquí (al final, ellos conocen bien nuestras flaquezas y ansia por poder), realizando experiencias con humanos – se especula – con el consentimiento de ellos.

Al final, investigadores renombrados, como el Prof. David Jacobs, que ya realizó más de 1.400 sesiones de regresión hipnótica con abducidos (a propósito, según él, cerca del 2% de la población americana ya pasó por la experiencia de la abducción), identificaron que ellos tienen interés en la dominación de nuestro mundo, ya que la Tierra es un orbe rico en términos de recursos naturales. Para el Prof. Jacobs, la intención de los aliens es clara: “Los testimonios de los abducidos son muy directos: los alienígenas no están apenas planeando una posesión global, ellos ya la están ejecutando. Húbridos [seres indistinguibles de los seres humanos en todos los aspectos, excepto por la capacidad neurológica] ya viven aquí y otros están a camino”.[13]

Cabe esclarecer que ese texto tiene apenas y tan solamente la función de alertar no de asustar a quien quiera que sea. No obstante, las evidencias disponibles permiten deducir que estamos entrando en una nueva fase evolutiva, con desafios muy complejos a ser enfrentados. Por otro lado, el Espiritismo nos revela que no estamos desheredados por la suerte. Hay, felizmente, quien nos ame de los dos lados de la vida. Del ángulo espiritual, pondera el Espíritu Joanna de Ângelis que, donde quiera que nos encontremos, estamos y estaremos siempre “bajo el comando de Dios”. Para la sabia mentora, “El autor del universo cuida de su obra y de todo cuanto existe”.[14]

Reforzando esa visión, el eminente Espíritu Manoel Philomeno de Miranda relata que misioneros de otro mundo – él cita a los de Alcíone - vienen encarnando en la Tierra exactamente para ayudar a nuestro planeta a subir de escalón.[15] Se supone que traen valores y complexión ético-moral más avanzado que los nuestros. Además, son portadores de una sabiduría intrínseca que no poseemos aun.

De ese modo, se concluye que no estaremos desamparados cuando llegara el momento de tener que lidiar con algo completamente no tocado por los patrones culturales y educacionales bajo los cuales vivimosHay otra realidad superior que se sobrepone a la nuestra extremamente modesta, la cual precisamos aceptar y a ella nos integramos con rapidez, o sea, la cósmica y universal.

Por tanto, con la transición planetaria también iniciaremos nuestra integración con la comunidad de los mundos habitados a través de la convivencia directa con otras especies del universo. En consecuencia de esa inevitable mudanza, tendremos que aprender a ser una raza más unida y conexa, antes de cualquier otra providencia (algo inusitado para nosotros hasta ahora), para no sucumbir a la perdida de identidad y libertad. En ese sentido, suena sensata la recomendación dada por los seres que nos desean realmente el bien: “[...] Resistan a la persuasión. Retomen su autoridad interior, el gran presente que el Creador les dio. Vuélvase una fuerza a ser reconocida por cualquiera que transgreda o niegue sus derechos fundamentales”.[16]

Para ellos aun, “Eso es poder espiritual siendo expresado. Es la voluntad del Creador que la humanidad despunte en la Comunidad Mayor unida y libre de Intervención y dominación extranjera. Es la voluntad del Creador que ustedes se preparen para un futuro que será diferente de su pasado [...].”[17]

Por fin, la creación de la "Fuerza-Tarea de Fenómeno Aéreo No Identificado" de los Estados Unidos es providencia altamente sugestiva del escenario arriba analizado. Siendo así, es posible deducir que otros desafios nos aguardan en el proceso de transición. ¡Es eso no es ficción!


Notas:

1. Veja, por exemplo, CHILDRESS, David H. Technology of the Gods: the incredible sciences of the ancients. Kempton, Adventures Unlimited Press, 2000.

2. KARDEC, Allan. A gênese. 53ª edição. Brasília: FEB, 2013, p. 101.

3. _____________. _________, p. 98.

4. _____________. _________, p. 120.

5. Disponível em: link-1 (Acessado em 24 de junho de 2020).

6. Disponível em: link-2  (Acessado em 24 de junho de 2020).

7. Disponível em: link-3  (Acessado em 24 de junho de 2020).

8. CAMARGO, Jackson Luiz. Ufos no espaço e na Lua. Coleção Biblioteca UFO. Curitiba, PR: Editora Monalisa, 2020.

9. TICCHETTI, Thiago Luiz. Guia da tipologia extraterrestre. 2ª edição. Coleção Biblioteca UFO. Editora Monalisa, Curitiba, PR: 2018.

10.  STRIEBER, Whitley. Comunhão. Rio de Janeiro: RJ, Editora Record, 1983.

11.  KARDEC, Allan. O Evangelho segundo o Espiritismo. 131ª edição. Brasília: FEB, p. 58.

12.  _____________. _________.

13.  JACOBS, David. Infiltrados: o plano alienígena para controlar a humanidadeBiblioteca UFO. Curitiba, PR: Editora Monalisa, 2017, p. 257.

14.  FRANCO, Divaldo P. (Pelo Espírito Joanna de Ângelis). Entrega-te a Deus. Catanduva, SP: Intervidas, 2010, p. 148.

15.  FRANCO, Divaldo P. (Pelo Espírito Manoel Philomeno de Miranda). Transição planetária. 2ª edição. Salvador, BA: Livraria Espírita Alvorada Editora, 2010, capítulo 16.

16.  SUMMERS, Marshall Vian. Os aliados da humanidade. Coleção Biblioteca UFO. Curitiba, PR: Editora Monalisa, 2019, p. 145.

17.  _____________. _________.

         
 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita