Especial

por Lillian Rosendo

¿Es posible ser feliz en la Tierra?

 
La felicidad en el Mundo


Madurando sobre felicidad 
Mucha cosa me ocurrió 
Una, es la persona ser de verdad 
La otra, es el bien que ella vivió 


Unos dicen que es tener fortuna 
Otros, belleza y juventud 
Algunos dicen que es el amor recíproco 
Hay quien diga que es la salud.


Todas ellas reunidas, aun así no garantizan
Pues la alegría en el mundo dura apenas un instante 
Para ser feliz en la vida, más allá de ofrecer guarida 
Es tener la conciencia en paz, volviéndose exultante.


Según el diccionario, felicidad significa: sensación real de satisfacción plena; estado de contentamiento, de satisfacción. 

De entre esas sensaciones y estado, las aspiraciones son diferentes para cada uno. Hay quien desee tener la belleza para siempre, recurriendo a mil artificios para no demonstrar la edad; para otros, más allá de la belleza tiene que ser bien-exitoso financieramente, pudiendo así realizar todas sus voluntades y deseos; y más allá de la belleza y del vil metal, hay la estructura afectiva, estar en una relación que envuelva amor reciproco; y lo más importante para la gran mayoría: la salud física, emocional y espiritual.

No es nuestro caso, ya somos espiritualizados lo bastante para no engañarnos con esas aspiraciones, las nuestras son otras, cómo desenvolver el amor a Dios al prójimo y a sí mismo, ¿concuerda?

¿Mas si se reúnen todas las aspiraciones mencionadas y ellas son conquistadas, como no garantizar la felicidad? Cuestionemos: ¿Por qué tener belleza estética? ¿Tener riqueza? ¿Por qué tener relaciones afectivas correspondidas? ¿Por qué tener salud toda la vida? Para responder esas preguntas, indico una única palabra: Apego. Y voy a justificar: nos apegamos mucho a la forma, dejando de lado el fondo.

Primar por la belleza estética está más en atraer miradas ajenas de lo que nos sentimos bonitos como somos, sin tener que encuadrarse en cualquier patrón. Es el apego a la vanidad.

La fortuna nos puede ofrecer sensaciones de todo orden, la posesión de lo que deseamos, más allá de todo confort y los caprichos atendidos: viajes y entretenimientos. Propiedades como automóviles, inmuebles, ropas, joyas, es el apego al lujo.

Relaciones afectivas reciprocas, aun con la comprensión deformada sobre el amor, no conseguimos amar de gracia debido a la carencia de ser estimados, queridos y amados. Es el apego al egoísmo.

Estar siempre bien con la salud, 100% en todos los sentidos, en este vehículo físico por el cual nos movemos momentáneamente, este que es un universo que precisa estar en equilibrio con plazo de validez y con el combustible abastecido para una existencia, y cuando el indicativo “dolor” avisa que algo no está bien y la angustia clama atención para la conciencia, entendemos que no es posible en el mundo en que vivimos estar saludables en todas las áreas. Es el apego a la vida terrena que envuelve la afectividad, personas que amamos, y a los demás estados y sensaciones que experimentamos en la materia.

Para reflexionar sobre la Felicidad e Infelicidades relativas recurramos al El Libro de los Espíritus, en la pregunta 921:

Se concibe que el hombre será feliz en la Tierra, cuando la Humanidad estuviera transformada. Más, ¿en cuanto eso se verifica, ¿podrá cada uno conseguir una felicidad relativa?

“El hombre es casi siempre el obrero de su propia infelicidad. Practicando la ley de Dios, a muchos males se ahorrará y proporcionará a sí mismo felicidad tan grande como lo comporte a su existencia grosera.”

La gran felicidad limitada que podremos experimentar será de acuerdo unicamente con el cumplimiento de las leyes divinas.

Después de la respuesta de los Espíritus Superiores, Kardec en su comentario analiza la existencia terrena como una estación temporal en un albergue precario, el hombre no se contamina con las dificultades, pues son pasajeras y, conforme se previene, sabe que llegará a una buena posición. En la Tierra hay momentos felices en todas las áreas, y cuanto más avanzamos moralmente más vamos conquistando el verdadero bienestar, más no una felicidad completa como esclarece la pregunta 920, de El Libro de los Espíritus:

El hombre puede gozar en la Tierra una felicidad completa?

— No, pues la vida le fue dada como prueba o expiación, más de él depende ablandar sus males y ser tan feliz como se puede ser en la Tierra.

Podemos provocar momentos felices incluso con nuestra existencia grosera y viviendo las pruebas y expiaciones, sin necesariamente precisar de grandes acontecimientos.  Hay un estudio que extraje del site de la BBC Brasil diciendo que, en las últimas décadas, endocrinos, neurocientíficos entre otros investigadores, estudian la felicidad como un proceso biológico. Ellos quieren encontrar lo que desencadena ese sentimiento bajo el punto de vista físico, entender lo que ocurre en el cuerpo cuando la alegría efectivamente se dispara, y cómo conquistar ese sentimiento. En este sentido hay cuatro substancias químicas naturales en nuestros cuerpos definidas como el "cuarteto de la felicidad" son ellas: endorfina, serotonina, dopamina y oxitocina.

La endorfina es una substancia que el cerebro produce y genera felicidad y motivación, ella activa naturalmente las mejores sensaciones de humor, adrenalina y disposición en el cuerpo, y liberamos la endorfina en el organismo a través de los ejercicios físicos, socialización, pensamientos positivos y alimentación equilibrada y natural.

La serotonina fluye cuando usted se siente importante, el sentimiento de soledad y hasta incluso la depresión son respuestas químicas a su ausencia. Alex Korb, neurocientífico, dice que las estrategias más simples para elevar el nível de serotonina son: recordar momentos felices, tomar sol, recibir masajes y practicar ejercicios aeróbicos, como correr y ciclismo.

Dopamina: John Salamone, profesor de Psicologia en la Universidad de Connecticut (EUA), afirma: "Bajos niveles de dopamina hacen que personas y otros animales sean menos propensos a trabajar para un propósito". La mejor manera de elevar la dopamina, por tanto, es definir metas de corto plazo o dividir objetivos de largo plazo en metas más rápidas y celebrar cuando las alcanza.

Oxitocina, por ser relacionada con el desenvolvimiento de comportamientos y vicios maternos, según estudio del ginecólogo y obstetra hindú, Navneet Magon, "la unión social es esencial para la sobrevivencia de la especie (humanos y alguno animales), una vez que favorece la reproducción, protección contra predadores y cambios ambientales, más allá de promover el desenvolvimiento del cerebro”. Abrazar es una forma simple de conseguir un aumento de la oxitocina. Dar o recibir un regalo es otro ejemplo.

¡Son actividades simples, fáciles y posibles de aumentarnos, o, quien ya está practicando, perseverar!

¿Ya paramos para pensar en lo que el dolor y el sufrimiento ya fueron capaces de transformar personas para el bien? ¿Y que incluso en la peor tormenta se puede crear algo de forma extraordinária? Recordemos dos grandes artistas: sin dolor, sufrimiento y soledad, no tendríamos arte. He algunos:

Edvard Munch (1863-1944)

Celebre pintor noruego, Munch sufría de depresión y agorafobia, también tuvo colapsos nerviosos y sufría de alucinaciones. Supuestamente, esos delirios habrían inspirado al pintor a producir su obra prima: “El Grito”, en 1893;

Ludwig van Beethoven (1770-1827)

Uno de los más lengendarios compositores de la historia, Beethoven sufría de depresión y de transtorno bipolar. Los estudiosos dicen que esa condición empeoró bastante a partir de los 26 años, cuando desarrolló la sordera;

Machado de Assis (1839-1908)

Uno de los mayores escritores en lengua portuguesa, Machado de Assis era constantemente asaltado por la tristeza y por la melancolia. La depresión aumentó con la muerte de la esposa, en 1904.

Hay los poetas notables que derraman sus conflictos existenciales a través de la tinta que pinta, el papel de sus dolores, con los cuales nosotros nos identificamos...

El arte es la mejor forma de sublimar un dolor y producir una cura para sí y para el otro. Es en lo individual y en lo social que entendemos la condición humana; el sufrir es normal, la tristeza y la frustración son normales, más pasan. Es necesario dejar las fases pasar. No es para resistir a los problemas; es encararlos y transformarlos, poner en acción nuestros recursos que son: el buen ánimo, la fe, el coraje y la resignación.

Vamos a crear y transformar del lado de dentro, más también del lado de fuera. El arte que está al alcance de todos, todo el mundo puede hacerlo, no sólo pintores, escritores, músicos y poetas. Es el arte de ayudar. Ayudar a la familia, los amigos, la comunidad, sea quien fuera. Ayudar a sí mismo y saber pedir ayuda cuando se necesita.

Jesús viene a tocar la inteligencia y el sentimiento en el sermón de la montaña en Mt, 7: 9: “¿Y cuál de entre vosotros es el hombre que, un hijo suyo pidiéndole pan, le dará una piedra? ¿Y pidiéndole peces, le dará una serpiente? Si vosotros, pues, siendo malos, sabéis dar buenas cosas a sus hijos, cuanto más vuestro padre, que está en los cielos, dará buenas cosas a los que le pidieran”.

Mas no es para pedir que seamos felices y, sí, pedir para que tengamos discernimiento delante de las adversidades. Y escoger ser felices ahora, con todos los motivos, y sin precisar de ellos. Porque es un estado, no es para aspirar, es para ser, y para eso vale el esfuerzo, la voluntad y el coraje.

La felicidad geralmente está relacionada a deseos no satisfechos, el ser humano sería incapaz de expresar lo que realmente lo haría feliz, él podría citar varios factores que podrían satisfacerlo, más en la verdad sería temporal, luego desearía otra cosa o estar en otra situación. Ser feliz es un estado de espíritu, por tanto, es cuando estamos conectados a Dios. ¿Cómo se conecta a Dios? ¿Cómo ser feliz? Veamos algunas preguntas y vamos respondiendo una a una con sí, o no:

¿Estoy en paz con la conciencia?

¿Yo hago el bien a todos?

¿Estoy renovándome a mí mismo?

¿Estoy satisfecho con lo necesario?

¿Yo me amo del modo que soy?

¿Yo amo sin esperar ser amado?

¿Yo cuido de mí?

¿Yo soy agradecido?

Yo creo en la vida futura?

¿Yo sé perdonar?

Si las respuestas para todas las preguntas fueran sí, entonces sí, es posible ser relativamente felices en la Tierra.

Termino nuestra reflexión con la frase de Emmanuel, psicografiada por Chico Xavier: “La Felicidad real es una casa que se construye por dentro de la propia alma”.

 

Referências bibliográficas:

Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos. Tradução de Salvador Gentile. 175° edição. Araras. São Paulo. Editora IDE. 2007.

BRASIL. BBC. Os hormônios da felicidade: como desencadear efeitos da endorfina, oxitocina, dopamina e serotonina, disponível em:  BBC portuguesaAcesso em: 17 out, 2019.

Kardec, Allan. O Evangelho segundo o EspiritismoTradução de Matheus Rodrigues de Camargo. 1° edição. 40° reimpresso. Capivari. São Paulo. Editora EME. 2000. Cap. V, Item 20.

BRASIL9 Gênios depressivos, disponível em: equilíbrio em vida Acesso em: 17 Out, 2019.

EMMANUEL (Espírito), Livro de Respostas, psicografado por Francisco Cândido Xavier. Editora Céu.

         
 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita