Especial

por Alexandre Fontes da Fonseca

Mecanismos de la Mediumnidad según el Espiritismo - Parte 2

II. 2 Periespíritu

Ahora, podemos entender lo que es y cómo se forma el periespíritu. En la pregunta 93 del LE,  Kardec pregunta a los Espíritus si ellos poseen algún tipo de sustancia que los cubre o envuelve, a lo que ellos responden que sí que “Lo envuelve  una sustancia, vaporosa para tus ojos, más aun bastante grosera para nosotros; asaz vaporosa, entre tanto, para poder elevarse en la atmósfera y trasportarse adonde quiera.” En nota a esa pregunta, Kardec propone el término/palabra “periespíritu”.

Si una “sustancia vaporosa” envuelve al Espíritu y forma su periespíritu, ¿de qué es hecha esa sustancia? ¿Cómo el periespíritu se forma? Volvemos a la obra La Génesis donde Kardec responde eso en el ítem 7 del capítulo XIV:

El periespíritu, o cuerpo fluidico de los espíritus, es uno de los más importantes productos del fluido cósmico. El es una condensación de ese fluido en torno de un foco de inteligencia o alma. (Palabras en negrita, nuestras).

Así, el periespíritu es, simplemente, formado de fluidos que, a su vez, son modificaciones del FU realizadas por el propio Espíritu. Isto es, el Espíritu, a través de su pensamiento, modifica el FU alrededor y forma en torno de sí, una “cobertura” que Kardec dio el nombre de periespíritu. Enfatizamos que el periespíritu se forma apenas en torno de “un foco de inteligencia” y, por tanto, no existe periespíritu sin Espíritu. El cuerpo material puede existir separado del Espíritu, como por ocasión de la muerte y antes de decomponerse. Pero el periespíritu no puede existir separado del alma. Ese es otro principio importante de la Doctrina Espírita.

Las propriedades del periespíritu, de acuerdo con la Doutrina Espírita, podem ser resumidas assim (todas elas decorrem de comentários de Kardec presentes no cap. XIV de GE):

a) Imponderable. Como los fluidos espirituales son imponderables, y el periespíritu es compuesto por esos fluidos, naturalmente el periespíritu será relativamente leve y sutil, no estando sujeto a la acción de la gravedad. En palabras de Kardec (ítem 7, cap. XIV da GE): “En el periespíritu, la transformación molecular ocurre de manera diferente, una vez que el fluido conserva su imponderabilidad y sus cualidades etéreas.” Así como los fluidos espirituales no pueden ser “presos” por objetos materiales, o periespíritu igualmente no puede ser preso.

 b) Plasticidad. Su forma puede variar conforme el pensamiento y la voluntad del Espíritu. En las palabras de Kardec (ítem 14, cap. XIV de la GE): “Es así, por ejemplo, que un Espíritu se presenta a la visión de un encarnado, dotado de visión espiritual, con la apariencia que tenía cuando vivo en la época en que el encarnado lo conoció, aunque el haya vivido, después de esa época, muchas otras encarnaciones. El se presenta con las ropas, las señales exteriores, enfermedades, cicatrices, miembros amputados, etc., que tenía entonces. Un decapitado se presentará sin la cabeza. Eso no quiere decir que el haya conservado esa apariencia, claro que no, una vez que, como Espíritu, el no es cojo, ni manco, ni tuerto, ni  decapitado. Lo que ocurre es que su pensamiento se reporta a la época en que era así, su periespíritu toma instantáneamente aquella apariencia, que el deja, del mismo modo, luego que el pensamiento deja de obrar en aquel sentido.” Se hace, entre tanto, una reseña que de modo general, la forma humana es la forma natural de los Espíritus presentarse[1].

c) Expansible. Por tener plasticidad, o periespíritu puede expandirse. En el encarnado, eso significa que su periespíritu puede expandirse para más allá de las percepciones localizadas en los órganos. En las palabras de Kardec (ítem 17, cap. XIV de la GE): “Por su unión íntima con el cuerpo, el periespíritu desempeña un papel preponderante en el organismo; por su expansión, el coloca el Espíritu encarnado en relación más directa con los Espíritus libres.”

c) Asimila fluidos con facilidad. En las palabras de Kardec (ítem 18, cap. XIV de la GE): “Como el periespíritu de los encarnados es de una natureza idéntica a la de los fluidos espirituales, el los asimila con facilidad, como una esponja que se embebe de líquido. Esos fluidos tienen sobre el periespíritu una acción tanto más directa como, por su expansión y su irradiación, el periespíritu se confunde con ellos.”

e) En su estado normal, es invisible e intangible para los sentidos humanos. En las palabras de Kardec (ítem 35, cap. XIV da GE): “El periespíritu es invisible para nosotros en su estado normal, más, como es formado de materia etérea, el Espíritu puede, en ciertos casos, por un acto de su voluntad, hacer sufrir una modificación molecular que lo torne momentáneamente visible. (...) Conforme el grado de condensación del fluido periespiritual, la aparición, a veces, es vaga y vaporosa; otras veces es más nitidamente definida; otras, en fin, tienen todas las apariencias de la materia tangible. Puede, incluso, llegar hasta la tangibilidad real, al punto de que el observador se engañar sobre la natureza del ser que tiene delante de sí.

f) Irradiación. En las palabras de Kardec (ítem 17, cap. XIV de la GE): “El Espíritu, al encarnar, conserva su periespíritu con las cualidades que le son proprias, y que, como se sabe, no es circunscrito por el cuerpo, más irradia en torno de el y lo envuelve como en una atmósfera fluidica.”

g) Evolucionar con el Espíritu. En las palabras de Kardec (ítem 10, cap. XIV de la GE): “De ahí también resulta que el envoltorio periespiritual de un mismo Espíritu se modifica con el progreso moral que él realiza en cada encarnación, aunque este encarnando en el mismo medio;” y (ítem 9, cap. XIV de la GE): “La natureza del envoltorio fluidico está siempre de acuerdo con el grado de adelantamiento moral del Espíritu.”

h) Densidad relativa. Por la razón de la propriedad del ítem f), el periespíritu de los Espíritus no es igual para todo el Espíritu. En las palabras de Kardec (ítem 7, cap. XIV de la GE): “Existen algunos cuyo envoltorio fluidico, incluso siendo etéreo e imponderable en relación a la materia tangible, aun es muy pesado, si así podemos decir, en relación al mundo espiritual, para permitir que ellos salgan del medio donde se encuentran.” Y también (ítem 10, cap. XIV de la GE): “... conforme el proprio Espíritu sea más o menos depurado, su periespíritu se forma de las partes más puras o de las más groseras de ese medio.

Las propriedades del periespíritu, arriba descritas, combinadas con las propriedades de los fluidos permiten resumir, a seguir, las funciones del periespíritu, según la Doctrina Espírita, como siendo:

i) El agente de las sensaciones exteriores (Pregunta 257 del LE e ítem 22, cap. XIV de la GE);

ii) El vehículo de transmisión del pensamiento, como el hilo eléctrico (Pregunta 455 del LE);

iii) Comprueba la existencia del Espíritu y vuelve reconocida su individualidad. (ítems 4 y 17 del cap. XI de la GE, y preguntas 150 y 284 del LE);

iv) Influencia en la formación del cuerpo físico (en los ítems 11, 16 y 29 del cap. XI de la GE, Kardec habla sobre la influencia del Espíritu en la evolución de la forma física).

A seguir, veremos como esas propriedades y funciones del periespíritu y de los fluidos permiten entender los mecanismos de la mediumnidad según la Doctrina Espírita.

III. Percepciones de los Espíritus

La pregunta que deseamos responder en ese artículo es: ¿cómo ocurre la mediumnidad según el Espiritismo? ¿Cómo la persona que tiene la facultad mediúmnica, el médium, consigue sentir esa influencia de los Espíritus a tal punto de poder transmitir un mensaje o información de ellos a otras personas? La respuesta a esas preguntas consiste de los mecanismos por detrás de la mediumnidad.

Para descubrir tales mecanismos, es preciso verificar, primero, cómo la Doctrina Espírita enseña la forma por la cual los Espíritus sienten las cosas. ¿En otras palabras, como son las percepciones en los o de los Espíritus? Encontramos en las preguntas de 245 en adelante del LE, las primeras informaciones sobre eso. Los Espíritus afirmaron que el sentido de la visión reside en todo el Espíritu, y no de modo circunscrito como a través de un órgano de visión (los ojos y la retina) en los encarnados. Kardec, al preguntar si ocurre de la misma forma con la percepción de la audición de los Espíritus, recibe como respuesta no apenas la información sobre la audición en sí, más también el esclarecimiento general sobre la pregunta de las percepciones de los Espíritus (respuesta a la pregunta 249a del LE):

“Todas las percepciones constituyen atributos del Espíritu y le son inherentes al ser. Quando lo reviste un cuerpo material, ellas sólo le llegan por el conducto de los órganosDejan, sin embargo, de estar localizadas, en encontrándose él en la condición de Espírito libre.” (Palabras en negrita, nuestras).

La respuesta de arriba esclarece la pregunta de modo general pues los Espíritus afirman que “todas las percepciones” son atributos del Espíritu. Eso significa dos cosas importantes:

A) Todo Espíritu posee percepciones. Encarnado o desencarnado, simples e ignorante o puro, todos los Espíritus tienen capacidad de percibir las cosas. Diciendo de otra forma, no existe Espíritu sin percepciones o incapaces de tener percepciones.

B) Si el Espíritu estuviera encarnado, las sensaciones le llegan por los órganos del sentido presente en el cuerpo físico. Si el Espíritu estuviera en la condición “libre”, esto es, emancipado como, por ejemplo, a través del sueño, o desencarnado, las sensaciones no son localizadas, esto es, no le llegan a través de órganos similares a los de los sentidos (los cinco sentidos).   

La combinación de los contenidos de las respuestas dadas a las preguntas de 245 e 249 forma más uno de los fundamentos de la Doctrina Espírita: el mecanismo de las percepciones en los Espíritus. Cuando encarnado (esto es, cuando un Espíritu está revestido de un cuerpo material) las percepciones le llegan a través de los órganos de los sentidos que son: la visión, audición, paladar, olfato y tacto[2]. Los órganos son los ojos, los oídos, la lengua, la nariz y la piel, respectivamente. Se incluye el sistema nervioso que es responsable por permitir que los estímulos externos sean encaminados al cerebro. En la condición de Espíritu libre, las percepciones dejan de estar localizadas, lo que significa que ellas dejan de depender de los órganos de los sentidos. Ellas, las percepciones, residen en todo el Espíritu, “en todo el” como respondieron los Espíritus a Kardec en la pregunta 245 del LE. Esa palabra “localizada” es muy importante. Ella dice respecto a la correspondencia que nuestra mente hace entre la percepción y la parte del cuerpo que recibe el estímulo que la produce. Aunque la ciencia ya haya mostrado que los sentidos son percebidos por el cerebro, por los estímulos luminosos llegaran a través de los ojos, por ejemplo, pensamos o tenemos la impresión de que la visión se localiza en nuestro frente, en la cabeza. Similarmente, pensamos o tenemos la impresión de que el olfato ocurre en la nariz, la audición en los oídos, el paladar en la lengua y la piel localiza la percepción del tacto y temperatura.

Note que los estímulos de la visión, audición, paladar, olfato y tacto son todos de natureza material. La luz que adentra los ojos y forman la imagen en la retina, o sonido que llega hasta los tímpanos en el oído, las sustancias que generan sabores en los alimentos y olores en los aromas, y los estímulos del tacto y temperatura son todos fenómenos materiales que envuelven objetos y sistemas materiales conocidos. En el caso de los Espíritus en estado libre, no existen órganos en el periespíritu que reciben esos estímulos de percepción. Según los Espíritus, ellos pueden percibir directamente en el periespíritu algunas de esas impresiones. En las palabras de Kardec (pregunta 257 del LE): “Otro tanto no ocurre con los del periespíritu más denso, los cuales perciben  nuestros sonidos y olores, no, sin embargo, apenas por una parte limitada de sus individualidades, conforme les sucedia cuando estaban vivos. Se puede decir que, en ellos, las vibraciones moleculares se hacen sentir en todo el ser y les llegan así al sensorium commune, que es el propio Espíritu, aunque de modo diverso y tal vez, también, dando una impresión diferente, lo que modifica la percepción.” En el ítem 22 del cap. XIV de la GE, Kardec dice: “Por los órganos del cuerpo, la visión, la audición y las diversas sensaciones son localizadas y limitadas a la percepción de las cosas materiales; por el sentido espiritual, ellas son generalizadas; el Espíritu ve, oye y siente por todo su ser  que se encuentra en la esfera de irradiación de su fluido periespiritual.” En caso de las percepciones de los Espíritus, son los fluidos espirituales que ellos perciben a través de su periespíritu. En las palabras de Kardec (ítem 24 del cap. XIV de la GE): “... para el mundo espiritual existe una luz especial cuya natureza nos es desconocida, más que, sin duda, es una de las propriedades del fluido etéreo, adecuada a las percepciones visuales del alma.

A partir de eso podemos concluir que aunque una persona que haya nacido con alguna deficiencia en algun(ns) órgao(s) del sentido, o lo(s) haya herido en algún accidente, y esté perjudicada la percepción correspondiente, eso vale apenas en cuanto ella estuviera encarnada. En estado emancipado, por tanto libre, la persona permanece con su capacidad de tener percepciones espirituales intactas.

Volvamos al significado de Espírito libre o en estado libre. Ya comentamos que hay dos situaciones generales al respecto: a) por Espírito libre, se entiende el Espíritu desencarnado y, por tanto, libre de un cuerpo físico material; y b) por Espíritu libre, puede entenderse el Espíritu encarnado en algún estado de emancipación del alma como el sonido, por ejemplo, ya citado arriba. En ese caso, el estado libre del Espíritu es momentáneo y parcial pues que momentáneo es el estado alterado de consciencia y parcial la emancipación (total apenas en el caso de desencarnación). El cuerpo físico, en ese segundo caso, está con sus actividades de vigilia suspendidas, reducidas o adormecidas, y el Espíritu goza de estado relativamente libre. En ese estado, el Espíritu puede apartarse de su cuerpo físico, relacionarse con otros Espíritus en el mundo espiritual y dislocarse a lugares de su interés. Sus percepciones en ese estado, son similares a la de un Espíritu completamente libre o desencarnado, esto es, no son localizadas.

El punto que nos interesa aquí es el estado de Espíritu libre o relativamente libre que un encarnado puede tener. Estando, por tanto, un encarnado en un estado de emancipación del alma, la Doctrina Espírita garantiza que su Espíritu tiene todas sus percepciones, visión, audición y otras sensaciones, ocurriendo a través de su periespíritu, como un todo, y no a través de los órganos en el cuerpo. En las palabras de Kardec, al hablar sobre la visión espiritual, es esclarecido que (ítem 26, cap. XIV de la GE): “La visión espiritual, por tanto, ofrece percepciones especiales que, no teniendo por sede los órganos materiales, ocurren en condiciones muy diversas de las de la visión corporal.” (Palabras en negrita, nuestras). En el ítem 22, cap. XIV de la GE, dice: “Por los órganos del cuerpo, la visión, la audición y las diversas sensaciones son localizadas y limitadas a la percepción de las cosas materiales; por el sentido espiritualellas son generalizadasel Espírito ve, oye y siente por todo  su ser...” (Palabras en negrita, nuestras).

Aprovechamos el tema para presentar un esclarecimento. ¿No existirían órganos del sentido en el periespíritu? ¡No! La cuestión 257 del LE afirma claramente que no existen órganos sensitivos en el periespíritu. Como ya es citado en los varios trechos de Kardec arriba, los Espíritus en el estado libre tiene sus percepciones ocurriendo a través de todo el periespíritu. Por tanto, los Espíritus no ven con los “ojos del periespíritu”, ni oyen con los “oídos del periespíritu”, y así por delante, más simplemente sienten las imágenes o los sonidos, o perciben los pensamientos de los otros Espíritus a través de su periespíritu. En lo máximo, se puede decir, con Kardec (ítem 22, cap. XIV de la GE) que “El periespíritu es el órgano sensitivo del Espíritu...” Otros estudios demuestran eso presentando más argumentos con base en Kardec (MASSI, 2018).

 

(Continua em la próxima edición.)

 


   

[1] Sobre a forma humana, ver itens 3, 53, 56,
e questão 28 do item 100, do Livro dos Médiuns (LM) (KARDEC, 1996).

[2] La ciencia ya reconoce la existencia de otros sentidos, mas todos ellos están relacionados al sistema nervioso. Vea, por ejemplo, el texto de Wikipedia (en inglés), accesado en 18/2/2020: clique aqui

         
 

Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita