Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

Tema: Dios

 
Las respuestas de Juancito

 
En una mañana de primavera, Juancito y su mamá fueron a pasear por el parque de la ciudad. La mamá, mirando el cielo, exclamó:

- ¡Mira, Juancito, mira qué lindo está el cielo! ¡Las nubes parecen lirios blancos en un inmenso lago azul!

- ¡Sí son lindos! – dijo Juancito – Pero creo que las nubes parecen barquitos de velas blancas. Mira esas, mamá, allá lejos, tan pequeñitas... ¿No parecen ovejitas?

Doña Laura sonrió ante las comparaciones de su hijo. Y estuvo de acuerdo con él, añadiendo:

- Observa cómo el viento hace que se muevan…

- ¡Es que el viento es el pastor de las ovejitas del cielo, mamá! – concluyó el niño.

A Doña Laura le pareció interesante la conclusión de Juancito. Los dos continuaron caminando por las alamedas, admirando los canteros llenos de flores.

- ¡Escucha, mamá! Escucha cómo canta el pajarito.

- Es un bienteveo, hijo. Observa cómo dice: ¡“bienteveo”! ¡“bienteveo”!

- ¡Qué gracioso! ¡Parece que estuviera hablando!

Y los dos se quedaron escuchando el bienteveo cantar.

Señalando los canteros llenos de flores, la mamá preguntó:

- ¿Cuántos colores puedes contar ahí, hijo mío?

- Morado, amarillo, azul, naranja... cuatro, mamá.

Doña Laura reclamó:

- Falta una más: la roja. Mira esa rosa al otro lado. ¡Cuántas cosas lindas estamos encontrando! Cosas que Dios creó.

- Pero ¿cómo es Dios?... ¡Yo nunca vi a Dios!

En ese momento, un vientecito comenzó a soplar en el parque, haciendo girar el molinete que Juancito acababa de comprar. Doña Laura preguntó:

- ¿Sientes el viento, hijo mío?

- ¡Sí! ¡Lo siento, mamá!

- ¿Puedes verlo?

- No – respondió él un poco sorprendido. – Ni yo, ni nadie puede ver el viento.

La mamá sonrió y continuó, con los ojos alegres:

- ¿Pero notas lo que el viento hace?

- ¡Claro! ... Mueve las flores y las hojas, giró mi molinete. Está en todos lados.

Doña Laura comentó:

- Exacto. No podemos ver el viento, pero sabemos que está en todas partes y sentimos siempre su presencia, entonces…

La madre no completó la frase, porque Juancito, muy inteligente y muy despierto, dijo deprisa:

- ¡Ya sé! Ya adiviné todo, la gente no ve a Dios, no sabe cómo es… pero la gente sabe que Él es bueno, que está en todas partes y que hizo todas las cosas lindas que vemos hoy.

- No solo las que vemos hoy, sino también muchas otras cosas nos hablan del amor y de la protección de Dios – agregó Doña Laura, toda conmovida.

Y Juancito, dando importancia, concluyó:

- Bueno, no necesitamos ver a Dios para saber que Él existe y nos ama mucho, mucho, ¿verdad, mamá?

Fue entonces que él escuchó una voz y, mirando hacia atrás, vio a su padre, con quien habían acordado encontrarse en el parque. Corrió para abrazarlo, y dijo:

- Papá, hoy aprendí un poco de cosas sobre Dios. ¿Quieres que te cuente?

 

Texto de la Evangelización Infantil-Juvenil – Alianza Espírita Evangélica - clik aqui


  

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com


 


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