Especial

por Lillian Rosendo e Katia Conceição

Suicidio asistido

Nuestro objetivo es llamar la atención sobre el reflejo de una práctica, que atrae a más y más seguidores en algunos estados de los Estados Unidos, los países europeos y uno de América del Sur. Es un apelo inaceptable para el lector, sobre la problemática del ser humano cuando es víctima de la incredulidad en la vida.  Abordaremos el suicidio asistido a la luz de la doctrina espírita, especialmente el caso de un científico inglés, David Goodall, de 104 años.

Allan Kardec pregunta en El Libro de los Espíritus, pregunta 944:-¿Tiene el hombre derecho a deshacerse de su vida? Y la respuesta es negativa; afirman los instructores de la Vida Mayor que "Sólo a Dios asiste este derecho. El suicidio voluntario es la transgresión de esta ley”. Kardec pregunta entonces en la línea si no es siempre voluntario el suicidio? Aquí está la respuesta de los espíritus superiores: "El loco que se suicida no sabe lo que hace". Entendemos que hay un atenuante cuando el ser en desequilibrio mental se quita la vida. Dado que el individuo no entiende a Dios, como la bondad, el amor y la justicia, reflejamos que la falta de la creencia en ella frente a conflictos íntimos, enfermedades físicas y/o emocionales, le impide razonar durante los contratiempos de la vida.

Profundizamos en esa realidad y observamos listas de solicitudes de suicidio asistido, que crecen independientemente de la edad, aunque la mayoría de los ancianos prevalecen, pero que no sufren enfermedad terminal. Hay una incredulidad que flota en muchas mentes, con respecto a quiénes somos, de dónde venimos, a dónde vamos y cuál es el objetivo de estar aquí.

Las listas proeminentes son de los estados de Washington, Vermont, Montana y Nuevo México en los EUA, que han cambiado sus leyes para permitir el suicidio asistido. En Europa: Holanda, Suiza, Bélgica y Luxemburgo, y con variaciones legales: Alemania y Canadá. Y en Sudamérica, Colombia.

En nuestro país considerado como el "Corazón del Mundo, Patria del Evangelio", tanto la eutanasia como el suicidio asistido se consideran crímenes; sin embargo, el Consejo Federal de Medicina en el año 2006 autorizó que un paciente, oído en el caso de una junta médica, interrumpió el tratamiento de una enfermedad terminal practicada como ortotanasia.

Comprender el suicidio asistido, la eutanasia y la ortotanasia  Suicidio asistido (o muerte asistida médicamente) se refiere a la asistencia en el suicidio en que la persona misma provoca por medio de fármacos letales suministrados por médicos en clínicas especializadas.

Eutanasia significa etimológicamente "buena muerte" (yo, bueno/buena; thánatos, muerte) o "muerte sin grandes sufrimientos". La eutanasia es practicada por médicos o terceros.    

La ortotanasia en su etimologia significa la muerte en el momento adecuado; su característica es la suspensión del esfuerzo terapéutico, quiere decir, del tratamiento o de los procedimientos que están prolongando la vida de los pacientes con enfermedades terminales, así como el desconectar de los aparatos.

El término suicidio asistido ganó cuerpo como el "derecho a la muerte" en la década de 1990, defendida por organizaciones de todo el mundo después del resultado de las acciones y preposiciones del patólogo Jack Kevorkian, conocido como "Dr. Muerte", las cuales infundieron más fuerza en esta práctica.

Formación del hombre – En El Libro de los Espíritus, pregunta 135, tenemos la aclaración de que el hombre está formado por tres partes esenciales: 1ª- el cuerpo o ser material, análogo al de los animales y animado por el mismo principio vital 2ª el alma, espíritu encarnado que tiene en su cuerpo su morada; 3ª- el principio intermedio, o periespíritu, semisustancia que sirve como el primer envoltorio al espíritu y une el alma al cuerpo.

Nuestro cuerpo es temporal, un don proporcionado por Dios para el progreso moral e intelectual, y por lo tanto debe ser utilizado de una manera previdente y amorosa. El Espíritu inmortal continúa su caminata, en el cuerpo o fuera de él. En el proceso de la reencarnación, hay toda una energía desprendida de los colaboradores de lo Alto, toda una planificación, un asesoramiento listo para ayudarnos a completar nuestras prácticas, nuestra oportunidad de reajustar, con las Leyes Divinas.

Caso de David Goodall – profundicemos un poco sobre el carácter de nuestro estudio. El profesor y científico británico David Goodall, con sede en Australia, viajó el 2 de mayo de 2018 a Suiza, para que el 10 de mayo del mismo año, se sometió a un procedimiento de suicidio asistido. Australia negó esta apelación, porque la ley del país no la admitió en esa oportunidad, con la excepción del estado de Vitoria, en el que el suicidio asistido, a partir de 2019, se legalizó, pero se limitó a pacientes con enfermedades terminales y una esperanza de vida inferior a seis meses. Este no fue el caso de David Goodall, quien, a pesar de los típicos reveses de una edad avanzada, no sufría de enfermedad terminal y alegaba no sufrir depresión. Goodall declaró el día de su muerte: "A mi edad, e incluso menor de mi edad, alguien quiere ser libre de elegir la muerte y cuando la muerte es el momento apropiado".

Libre-albedrío - Con respecto al derecho de elección y a la aplicación de la ley de la libertad, observamos en El Libro de los Espíritus, pregunta 843:-¿Tiene el hombre el libre albedrío de sus actos? Los instructores de la Vida Mayor respondieron: "Pues que tiene la libertad de pensar, también tiene de obrar. Sin libre albedrío, el hombre sería una máquina."

Posiblemente apoyado, aunque inconsciente, en este pensamiento, David Goodall carecía de la comprensión justa de lo que uno puede entender acerca del libre albedrío, el cual resvala en las consecuencias y responsabilidades en aquel como señala Léon Denis en su libro El Problema del Ser, del Destino y del Dolor, cap. 22: "La cuestión del libre albedrío tiene una importancia capital y graves consecuencias para todo el orden social, para su acción y repercusión en la educación, moralidad, justicia, legislación, etc. Determinó dos corrientes opuestas de opinión: los que niegan el libre albedrío y los que lo admiten con restricción".

Reforzando ese pensamiento en El Libro de los Espíritus, pregunta 953, Allan Kardec, preguntó:

953. Cuando una persona ve frente a sí mismo un fin inevitable y horrible, ¿será culpada de acortar brevemente sus sufrimientos, de apresurar voluntariamente su muerte? "Es siempre culpable aquel que no espera el término que Dios ha marcado para la existencia. Y quién puede estar seguro de que, a pesar de las apariencias, este término ha llegado; ¿de que un alivio inesperado no venga en el último momento?"

a)- Se concibe que, en circunstancias ordinarias, el suicidio será condenable; Pero estamos descubriendo el caso en el que la muerte es inevitable y en la que la vida sólo se acorta de algunos instantes. "Siempre es una falta de resignación y sumisión a la voluntad del Creador".

b)- ¿Cuáles, en este caso, son las consecuencias de tal acto? "Una expiación proporcionada, como siempre, a la gravedad de la falta, de acuerdo con las circunstancias."

La libertad de obrar acarrea la responsabilidad de aquel que de ella se vale.

Ley de causa y efecto – ¿Cuál es la responsabilidad de David Goodall y de las personas que comparten la misma opinión? ¿Y los países y Estados mencionados en este artículo que fomentan el suicidio por medio de sus leyes? Percibimos que este procedimiento influye en gran medida en las personas, como observamos en un pasaje del Antiguo Testamento, en el Libro 1 de Samuel, cap. 31:4-6, en la lucha entre Saúl y los filisteos. Percibiendo cerca de la muerte, él ordeno a su paje que lo traspasase con la espada, lo que no fue concedido; por esa razón, Saúl tomó la espada y él mismo se mató, siendo  después seguido su ejemplo por sus tres hijos y su paje.

En el comentario de la pregunta 491 de El Libro de los Espíritus, Allan Kardec escribió:

"El hombre carnal, más preso a la vida corporal que a la vida espiritual tiene, en la tierra, penas y gozos materiales. Su felicidad consiste en la satisfacción fugaz de todos sus deseos. Su alma, constantemente preocupada y angustiada por las vicisitudes de la vida, se preserva en una ansiedad y una tortura perpetua.

La muerte lo asusta, porque él duda del futuro y porque tiene que dejar todos sus afectos y esperanzas en el mundo. El hombre moral, que colocados por encima de las necesidades ficticias creadas por las pasiones, ya en este mundo experimentan alegrías que el hombre material desconoce.

La moderación de sus deseos le da al Espíritu calma y serenidad. Por el bien que hace, no hay para él decepciones y los contratiempos lo deslizan por sobre el alma, sin ninguna impresión dolorosa dejaran.

Las consecuencias derivadas del suicidio – las consecuencias son diversas y dependen de las circunstancias, como los instructores de lo Más Alto en El Libro de los Espíritus, pregunta 957:

"(...) No hay penas determinadas y, en todos los casos, siempre corresponden a las causas que la produjeron. Sin embargo, existe una consecuencia de que el suicida no puede escapar; es la decepción. Pero la suerte no es la misma para todos; depende de las circunstancias. Algunos expian la falta inmediatamente, otros en una nueva existencia, que será peor que aquella cuyo curso interrumpió".

En el libro Obreros de la Vida Eterna, de André Luiz, psicografiado por Francisco Cândido Xavier, Cavalcante, ya moribundo, no quiso desencarnar y, en estado terminal con el cuerpo en descomposición, fue liberado del cuerpo físico por el médico que le dio la "inyección compasiva", reverberando en consecuencias desastrosas en el periespíritu, que sufrió la carga fulminante, obstaculizando en gran medida su despertar.  Recordemos que Cavalcante no deliberó el suicidio, no deseaba la muerte, estaba a punto de desencarnar de manera natural, y por lo tanto puede ser considerada una víctima de asesinato.

En el capítulo 19 de la obra citada, André Luiz continúa aclarando las consecuencias en la organización periespiritual de Cavalcante, narrando que el periespíritu se vio afectado como si recibiera una descarga eléctrica, permaneciendo el espíritu inerte e ignorándose a sí mismo. El asesor Jerónimo, instruyendo a André Luiz sobre el tema, dijo que "los suicidas a menudo sienten, durante mucho tiempo, la aflicción de las células violentamente aniquiladas (...)".

Allan Kardec, en la pregunta 964 de El Libro de los Espíritus, explica:

"Todas nuestras acciones están sujetas a las leyes de Dios. Ninguno hay, por insignificante que parezca, que no puede ser una violación de esas leyes. Si sufrimos las consecuencias de esta violación, sólo nosotros debemos quejarnos de nosotros mismos, que de esta manera hacemos que los causantes de nuestra felicidad, o nuestra futura desgracia. Esta verdad se hace evidente a través de la siguiente disculpa: "Un padre dio a su hijo educación e instrucción infantil, es decir, los medios para guiarse a sí mismos. Le cede un campo para cultivar y decirle: Aquí están las reglas que debes seguir y todos los instrumentos necesarios para hacer este campo fértil y asegurar su existencia. Te di la instrucción de entender esta regla. Si la sigues, tu campo producirá mucho y te proporcionará descansar en la vejez. Si la desprecias, nada producirá y morirás de hambre. Dicho esto, déjalo que proceda libremente. "

¿No es verdad que ese campo producirá sobre la base del cuidado que se dispensa a su cultivo y que toda negligencia será perjudicial para la cosecha? En la vejez, por lo tanto, el hijo será dichoso, el desgraciado, conforme haya seguido o no la regla que su padre le trazó.Dios es aún más providente, porque nos advierte, en cada momento, que lo estamos haciendo bien o mal. Enviándonos los Espíritus para inspirarnos, pero no los escuchamos. Hay más esta diferencia: Dios siempre proporciona al hombre, concediéndole nuevas existencias, recursos para reparar sus errores pasados, en cuanto al hijo que de quien hablamos, si empleó mal su tiempo, ningún recurso resta."

Hay varios ejemplos de las consecuencias del suicidio que Kardec relata en El Cielo y el Infierno, Parte 2, Cap. V.

Los partidarios de esta elección suelen ser personas imantadas por ideas materialistas. La Doctrina Espírita, a su vez, es como una luz que disipa las dudas, como leemos en el cap. V, ítem 16, de El Evangelio según el Espiritismo: "El creyente sabe que la existencia se extiende indefinidamente más allá de la tumba, pero en condiciones muy diversas; donde la paciencia y la resignación que lo apartan muy naturalmente de pensar en el suicidio; donde, en resumen, el coraje moral”.

Conclusión – El ser humano huye del sufrimiento a toda costa, el materialismo lo separa de la creencia futura, pero sólo esto revoluciona su modus operandi, porque entonces entendería la transitoriedad de las dificultades, la inmortalidad del ser y justicia divina, y crecería en su interior la perseverancia y coraje más íntimos para superar los reveses del caminar terreno, sabiendo ser hijo de Dios en el proceso de crecimiento moral e intelectual subordinado a las leyes de Causa y Efecto.

Leon Denis, en el cap. XXII de el libro El problema del Ser, del Destino y del Dolor, escribió:

"¿Cómo reconciliar nuestro libre albedrío con la presciencia divina? Frente al conocimiento anticipado que Dios tiene de todas las cosas, ¿podemos afirmar verdaderamente la libertad humana? Cuestión compleja y árdua en apariencia que hizo correr ríos de tinta y cuya solución es, sin embargo, la más simple. Pero al hombre no le gustan las cosas simples; prefiere lo oscuro, lo complicado, y no acepta la verdad, sino después de haber agotado todas las formas de error. "

“Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres.”

Esta máxima exteriorizada por Jesús a los judíos, expresada en el Evangelio de Juan, cap. 8 versículo 32, evidencia de que necesitamos entender su Evangelio y, sobre todo, practicarlo, lo que nos llevará a ser considerados discípulos del Maestro.

La verdad es Amor, fuente inagotable de Dios para nosotros. Cuando no buscamos comprender, aunque sea imperfectamente, ese amor, bajamos la frente a los intereses materiales, distalmente de Él.

La verdad no es exclusiva de una doctrina, de una filosofía, de una religión o incluso de la ciencia, ya que Cristo nos ofrece ese Amor, que aún no comprendemos, al cual nos invita cuando dice ser el Camino a la Verdad y a la Vida, y que sólo podemos llegar a Dios a través de Él (Juan 14:6).

Es en ese encuentro con Dios que tendremos respuestas a nuestras inquietudes, y entonces valoraremos la vida con resignación y un gozo reflejado.

 

Referencial bibliográfico:

Kardec, Allan. O Livro dos Espíritos. Tradução de Salvador Gentile. 175° edição. Araras. São Paulo. Editora IDE. 2007. p. 368,90,325,371,375,372.

Kardec, Allan. O Evangelho segundo o Espiritismo. Tradução de Matheus Rodrigues de Camargo. 1° edição. 40° reimpresso. Capivari. São Paulo. Editora EME. 2000. P. 67.

Kardec, Allan. O Céu e o Inferno. (ou a Justiça Divina) Segundo o Espiritismo. Tradução de Salvador Gentile. 51° edição. Araras. São Paulo. Editora IDE. 2008. Capitulo V.

Luiz, André (Espírito). Obreiros da Vida Eterna. [psicografado por] Francisco Candido Xavier. 29° edição. Rio de Janeiro. Federação Espírita Brasileira. 2004. p. 361,364.

BRASIL. Cientista David Goodall morre aos 104 após cometer suicídio assistido na Suíça, disponível em: Folha UOL Acesso em 10 set. 2018.

PAIVA, Vitor.  Como funciona o suicídio assistido e qual o impacto nos países onde foi adotado, disponível em: <Hypeness> Acesso em 17 set. 2018.

GOLDIM, José Roberto. Suicídio Assistido, disponível em: <UFRGSAcesso em 12 set. 2018.

CAJAZEIRAS, Francisco. Suicídio assistido: ato médico ou homicídio? Disponível em; <Folha EspíritaAcesso em 17 set. 2018.

ALMEIDA, Patrícia Donati de. Quais as diferenças entre eutanásia, morte assistida, ortotanásia e sedação paliativa? Disponível em: <Jusbrasil> Acesso em 17 set. 2018.

DENIS, Léon. O PROBLEMA DO SER, DO DESTINO E DA DORPublicação original: LE PROBLÈME DE L'ÊTRE ET DE LA DESTINÉE Paris - 1922  Editora FEB.


Este artículo fue contemplado en el concurso "La Doctrina Explica", celebrado en 2018, promovido en el grupo del Curso de Conferenciantes Espíritas del Distrito Federal, en la Federación Espírita del Distrito Federal (FEDF). Los autores son articulistas espíritas radicados em Brasilia (DF).
            
Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

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 Revista Semanal de Divulgação Espírita