Especial

por Rogerio Miguez

Fidelidad y organización en la práctica mediúmnica

Todavía hay una prevalencia entre muchos de nosotros, los seres pensantes, las criaturas racionales del Dios Único, una tendencia a que todo adaptarse, ajustarse y, en muchos casos, para alterar la idea de otro, cualquier práctica establecida o incluso una Doctrina; las posibilidades son innumerables.
Uno puede observar fácilmente esta conducta común en esta porción de la Humanidad Universal. Por otro lado, se argumenta acertadamente que se esperan cambios e incluso deseado en todo lo que aún no está terminado, sin embargo, no sería aconsejable cambiar procedimientos y enseñanzas correctas y bien establecidas.
Se sabe que hay versiones alteradas de la Biblia; para estar convencido de esta realidad, basta observar la traducción protestante, cuya colección de textos religiosos no contempla el libro de Tobías. Por otro lado, la traducción católica incluye los libros ausentes en el correspondiente compendio judío. Es un hecho notorio que algunos textos del Nuevo Testamento han sufrido mutilaciones y adaptaciones para acomodarse las convicciones del traductor, o, quién sabe, aquellos que encargaron la tarea de traducción; por cierto, estos hechos pueden haber originado el conocido refrán "traductor, traidor".
Son significativos los ejemplos de modificaciones en importantes textos son originales, pero esta inclinación se verifica fácilmente en un punto menor en otras situaciones. Entre muchos, registraremos algunos ejemplos relacionados con la práctica en el área de la mediumnidad en relación con la propia Doctrina de los Espíritus:
• Enviar médiums sin conocimiento doctrinario a las salas mediúmnicas, entre otros objetivos extraños, de componer la imagen deficiente de los participantes de la reunión respectiva, no parece ser un comportamiento espiritista, cuando la motivación es el temor de "perder" al recién llegado a otra casa, como si hubiera una disputa sobre el número de seguidores entre algunas agremiaciones. Actuando de esta manera, el principiante entenderá que sería suficiente ser o estar un médium para actuar mediúmnicamente, dejando de asimilar la conducta correctísima para todos los médiums principiantes en estudiar en detalle todos los aspectos de su facultad antes de que bien pudiera ejercerla con el uso, primero para sí mismo, segundo, para los otros.
• Creer que los trabajos mediúmnicos no se pueden realizar en diferentes lugares, es decir, una vez iniciada la actividad en una habitación en particular o sala de la institución, de este lugar no se podría apartarse más, bajo pena del resultado no ser el mismo. Algunos creen que existe una organización especial en el ambiente del lugar formado tal vez por "fluidos mediúmnicos", creados al comienzo de la actividad, ¿quién sabe algún ambiente "mágico" se formó en función de esta nueva reunión, indagan?
• Una variante de la anterior es admitir que una habitación utilizada para el servicio de pases magnético ya no se puede utilizar para, por ejemplo, tareas de evangelización, porque la atmósfera fluídica formada en esta sala sería incompatible y dañina para los niños.
• Otro matiz muy similar sería la superstición de mantener una habitación sólo para reuniones mediúmnicas, es decir, en ese entorno sólo pueden ocurrir actividades que impliquen a los médiums.
• No observar el horario y la frecuencia del equipo bajo la afirmación de que "mucho rigor" elimina los buenos espíritus, ¡como si observar la disciplina en cualquier reunión espiritista fuese exceso de rigor!
• Aceptar la llegada del médium fuera del horario de apertura acordado por todos, ya que no sería caritativo impedir la entrada del participante retrasado y asfixiado, no demuestra conocimiento doctrinario del dirigente. El imprevisto trabajador de tareas ni siquiera debe intentar entrar en la sala de reuniones; en su lugar, podría tomar un libro espiritista y dedicar el tiempo correspondiente a la duración de la obra a ilustrar manteniendo su atención centrada en los textos doctrinarios. Si, por supuesto, los retrasos o ausencias son regulares y no están justificados satisfactoriamente, se debe instruir al miembro para apartarse temporalmente, pero nada impide su participación en este período en otras tareas de la casa, de hecho la mejor recomendación. Por cierto, en principio, no se recomienda aceptar un médium de otra institución que salió por "rigor excesivo" en las actividades. Este candidato debe recibir atención prioritaria para saber cuáles fueron los "excesos de rigor" que lo obligaron a abandonar el trabajo anterior.
• Dedicar tiempo excesivo o incluso actividades regulares en la reunión para "tratar" casos relacionados a la familia y amigos representa otra conducta extraña. Es común que el grupo se deje llevar por la falsa idea de que primero debe conocer a sus muchos parientes y conocidos, después de todo, ¿¡dónde estaría la caridad con los más cercanos!? Dejando parcialmente de asistir a los innumerables desconocidos, tan o más necesitados que los amigos y la parentela. Hacer de la reunión mediúmnica una tarea familiar y dedicada a los desconocidos, sin olvidarse de contemplar a los amigos más íntimos, no es recomendado. Podemos mencionar una variante de esta conducta, en el caso de los tratamientos médicos y espirituales, priorizando por la dirección del trabajo el cuidado de los familiares y amigos del grupo involucrado.
• Recibir necesariamente el pase magnético antes de la actividad mediúmnica es otra ilusión en el movimiento, después de todo, se alega, ¡tomar un buen pase antes del trabajo es una necesidad para mejor asistir al desencarnado! Podríamos juzgar que, si el trabajador no se siente listo, considerando no haberse preparado adecuadamente durante el día para la tarea, no será un pase que lo armonizará y lo colocará en las condiciones necesarias para actuar en el grupo; es necesario un poco de sentido común. La práctica es muy agravada caso el dirigente del grupo, o incluso la dirección de la casa, tenga conocimiento de la rutina y no se manifieste para aclarar al médium.
• Reunión pública con un médium incorporado que permita mensajes o interpretaciones de interés general, incluidas las respuestas a las preguntas de una asamblea heterogénea. No hay ni se ha mencionado nunca este tipo de procedimiento en las obras fundamentales y relacionados con Allan Kardec. Es natural, pues Doctrina Espírita es algo serio. Además de ser una presentación inicial incorrecta del Espiritismo a aquellos que pueden aparecer por primera vez, sugiere a los mayores que pueden cuestionar sobre cualquier asunto relativo a sus intereses particulares, cuando en realidad lo que se debe enseñar es que se debe alentar a todos a navegar por los libros espiritistas y estudiarlos con confianza para auto-aclarar, tratando de responder a sus propias dudas e indagaciones, antes de formular preguntas particulares a los Espíritus.
• Estudiar demasiado durante la reunión o suprimir día (s) de las actividades para cumplir con esta conducta altamente recomendada para estudiar las obras espiritistas no parecen una actitud igualmente razonable. El grupo, al no ser utilizado un día más a la semana para estudiar, está en camino opuesto a lo recomendado por la buena práctica mediúmnica. No hay sustituto para el servicio espiritual por decreto, a saber: ¡Los Espíritus desencarnados, necesitados de atendimiento, hoy ni aparezcan, porque estamos estudiando! En este ítem en particular no se puede tratar de "matar dos pájaros de un tiro”, en los dichos populares. Si el grupo no puede estudiar en un día diferente de la reunión, debe mantener el estudio y no la parte práctica, hasta que haya consenso entre los miembros en el día y el tiempo que permita realizar las dos actividades en diferentes momentos.
• Aceptar un médium en desequilibrio recién llegado a la casa directamente en la sala mediúmnica no coincide con la buena práctica espírita. El medio necesita un equilibrio para estar bien integrado en la tarea; !¿cómo entender a un candidato en desarmonia íntima, a menudo obsesado, bajo la afirmación de que necesita urgentemente "recibir espíritus", ser aceptado en un grupo ya constituído!? ¿Cómo queda el grupo en presencia de un elemento discordante en el equipo? ¿Cuál es la formación de este líder al aceptar tal conducta? ¿Sería realmente un grupo mediúmnico, o un equipo priorizando sólo el fenómeno y nada más?
• Reuniones en las que los participantes se apartan regularmente del grupo, y este, a su vez, incorporando nuevos integrantes en consecuencia de estas ausencias, tampoco representan obras espiritistas. El grupo para armonizarse necesita tiempo, y no es corto; si en la tarea suelen estar presentes nuevos elementos, no hay armonía posible, quedando el equipo a merced del desequilibrio, es necesario observar la preparación del dirigente al admitir tal rutina.
Citamos algunos requisitos indispensables para lograr buenos resultados en una actividad mediúmnica seria a la luz del Espiritismo. Si la casa o los miembros son incapaces de organizarse utilizando estas rutinas, sería preferible actuar en otras áreas.
Además de El libro de los Médiums sea la referencia básica para la comprensión del fenómeno mediúmnico, hay otras literaturas muy recomendadas; Uno de ellos es el libro relativamente desconocido del “moderno movimiento espírita” se titula Desobsesión. Publicado en 1964, escrito por André Luiz, establece criterios organizativos claros para guiar bien un trabajo en esta área en particular.
El filósofo del Espiritismo, Léon Denis, registró en uno de sus pensamientos justos: El espiritismo será lo que los hombres hicieran. Todo indica que el sabio de Tours, en 1911, cuando la advertencia fue escrita en la Obra monumental En lo Invisible, recomendada al conocimiento de todos los médiums, ya presentía o incluso conocía de cerca esta tendencia del ser humano, y los compañeros de ideal en las filas de la Nueva Revelación no escapan de esta conducta, adaptando y modificando las orientaciones espíritas durante mucho tiempo bien asentadas. Aceptan como verdadera la Doctrina de los Inmortales, reconocen a Allan Kardec como un Espíritu superior de Alta evolución, saben que el Espíritu de Verdad coordinando todo el elaborado trabajo de codificación del Espiritismo, sin embargo, al "traducir" las enseñanzas, en la práctica diaria, traicionan los principios doctrinarios, viviendo los postulados espiritistas de la manera que mejor les conviene.
Esta situación presente no representa más que el Espiritismo practicado a la moda de la casa, cuando los dirigentes, todavía no preparados para conducir, pasan por alto tantas irregularidades cometidas y a menudo observadas en las asociaciones. Quién sabe, en breve, si así lo desearan los desprevenido de la doctrina, tendremos un espiritismo a la manera de Allan Kardec y el sabio Léon Denis puedan tranquilizarse íntimamente, pues el debe estar muy aprensivo, constatando que su importante advertencia se está concretando, al menos en esta importante área de actuación de los espíritas, según una vertiente que ciertamente no deseó ni desea.
La forma en que va la práctica de la Doctrina de los Inmortales, en lo que respecta a las actividades mediúmnicas en los centros dichos espiritistas, claramente no ocurre en todos los casos, pero ciertamente son muchos, y deja bastante que desear de lo imaginado por Allan Kardec, cuando en su simplicidad conversaba con los dichos muertos y de ellos retiraba las informaciones necesaria para la composición de las obras espiritistas, nunca traicionando la confianza depositada en su misión por Cristo.
Se llega al absurdo de argumentar que Allan Kardec no dijo nada sobre estas peculiaridades de la actuación espírita, algunos se aventuran incluso a sugerir: El libro de los Médiums pertenece al pasado, debido a esto, por lo que creemos, Jesús, nuestro Gobernador, permitió la llegada de médiums de elevación aquí reencarnando y, a través de su propia mediumnidad, para traernos nuevos compendios sobre este temática, psicografiando las llamadas obras subsidiarias. Son muchas, sólo hay que buscar libros que tratan sobre el tema escrito por Chico Xavier, Divaldo Franco, Raúl Teixeira, Yvonne Pereira, y sus guías espirituales correspondientes; por Hermínio Miranda y Therezinha de Oliveira, sólo por nombrar algunos y leer, estudiar, analizar, reflexionar detenidamente sobre los registros de los Espíritus encontrando en estos muchos libros, obras estas esperando pacientemente para ser descubiertas y utilizada por todos los involucrados en este área bellísima, la ley de Dios sin duda, que tanto puede traer en consuelo y esperanza a los desalentados, no sólo encarnados, en cuanto a la inmensa población de los desencarnados.

      
Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita