Especial

por Jorge Leite de Oliveira

Cuando hay amor...

 

Edificante es observar el sacrificio de tantos seres evolucionados que se consagran a sagradas labores, en el planeta de las sombras, como de la regeneración de individualidades obsesionadas en el mal, operando 
abnegadamente al servicio de la redención de todas las almas, volcándose sin temor a tareas penosas, llenas de renuncia santificadora - Por el Espíritu Emmanuel (In: XAVIER, 2013).
Confirman las palabras del Espíritu Emmanuel las decenas de obras psicografiadas por Zilda Gama, Chico Xavier, Yvonne Pereira y Divaldo Franco, apenas para citar los médiums más renombrados de Brasil que hicieron relatos de esas actividades socorristas de la Espiritualidad Superior a los Espíritus aun en la infancia espiritual. Tales amparos, mientras, existen desde los principios del mundo y son relatados en las más diversas obras consideradas sagradas e incluso en libros de la literatura de ficción.
Como no podía dejar de ocurrir, los Espíritus Superiores informaron a Allan Kardec, desde la primera obra del llamado "pentateuco kardecista", El libro de los Espíritus, sobre la manifestación de la Bondad Divina en el socorro prestado por los buenos a los malos Espíritus, como leemos en la respuesta a la pregunta 279 de esa obra: "Los buenos van a todas partes y así debe ser, para que puedan influir sobre los malos. Las regiones, sin embargo, que los buenos habitan están prohibidas a los Espíritus imperfectos, a fin de que no las perturben con sus pasiones inferiores”.
De este modo, nos resulta fácil entender la parábola del rico y Lázaro, enseñada por Jesús a sus discípulos, citada por Lucas, 16: 19- 31. Leemos allí que el rico, 
cuando se encarnó, se vestía con las más lindas ropas y se servía con los mejores alimentos, mientras que Lázaro era un mendigo siempre hambriento, que deseaba poder comer al menos las migas caídas de la mesa del rico. Mientras éste vivía "regalada y esplendidamente", el mendigo tenía las llagas lamidas por los perros.
Cuando ambos desencarnaron, entre tanto, el rico fue a parar en una región de tormentos morales y veía a Lázaro en las regiones celestiales. Sintiéndose sediento, el rico pide a Abraham, que representa al enviado de Dios, para permitir a Lázaro refrescarle la lengua con la punta del dedo. Oye entonces, del representante divino, la siguiente respuesta negativa:
Hijo, acuérdate de que has recibido tus bienes en tu vida, y Lázaro, sólo males; y ahora, éste es consolado, y tú, atormentado. Además, está puesto un gran abismo entre ti y nosotros, de suerte que los que quisieran pasar de aquí para allá no podrían, ni los de ahí podrían pasar a aquí (Lucas, 16: 25- 26).
Es la ley del mérito que está presente en este pasaje evangélico. Sin embargo, de modo simbólico, podemos percibir que el paso a las regiones superiores, donde se encontraba el mendigo, estaba prohibido al rico, pero en ningún Jesús dijo que esa situación sería eterna. En caso contrario, Abraham, representante de Dios, ni al menos necesitaría darse el trabajo de ir al encuentro del arrepentido rico.
Las narraciones de los Espíritus superiores nos aclaran que el sufrimiento del Espíritu endeudado ante las Leyes Divinas, por más largo que pueda ser, siempre tendrá un término, que comienza con su arrepentimiento sincero. Es cuando los buenos Espíritus encuentran una brecha en la mente del Espíritu criminal para socorrerlo. Sin embargo, no siempre esa ayuda es inmediata, en virtud de las propias vibraciones negativas que tal Espíritu presenta, atormentado por dramas conscientes.
Ciertamente, ese fue el motivo por el cual, en su parábola, Jesús quiso mostrarnos que el rico desencarnado ya podía comunicarse con un Espíritu Superior, pero necesitaría un tiempo de sufrimiento en el Plano Espiritual, para reflexionar sobre la vida egoísta y despiadada que había tenido cuando aún estaba encarnado. Sólo después de ese período, de profundo dolor moral y extremado arrepentimiento, el Espíritu fallido abre su corazón y mente para los primeros auxilios espirituales, como vemos narrado en nuestro hogar, obra psicografiada por Chico Xavier que fue reproducida en una película de éxito internacional.
La primera gran médium brasileña psicógrafa de romances dictados por el Espíritu Victor Hugo, sobre la cuestión de la acción y reacción, fue la profesora Zilda Gama, que comenzó su trabajo mediúmnico hacia 1912. En obras como Almas crucificadas, en la sombra y en la luz, desde el calvario al infinito y la redención, el espíritu del más ilustre poeta y romancista francés nos relata las consecuencias del mal uso de nuestro libre albedrío y de la Providencia Divina, siempre lista para nosotros socorrer, por intermedio de sus celestes mensajeros. Sin embargo, percibimos que tanto en la vida física, como en la espiritual, las consecuencias de nuestros actos nunca dejan de influenciarnos positiva o negativamente.
Otra obra importantísima, que nos relata el sufrimiento terrible de un suicida, amparado por el equipo de María Santísima, es Memorias de un suicida. Este libro nos narra, de modo intenso, las amarguras sufridas por el Espíritu del gran 
escritor portugués Camilo Castelo Branco, que la médium prefirió llamar en la época de la preparación del libro, con el nombre de Camilo Cândido Botelho. El sufrimiento, en el Valle de los Suicidas, es tan intenso, para el narrador, que él dice: El valle de los leprosos, lugar repulsivo de la antigua Jerusalén [...] último grado de la abyección y del sufrimiento humano, sería consolador estadio de reposo comparado al lugar que trato de describir "(PEREIRA, p. 18). Sólo después de un período indefinible de sufrimientos, en el cual el Espíritu no sabría diferenciar el día de la noche, el socorro espiritual sería posible, pero sólo a aquel cuyo cambio vibratorio lo permitiera.
Diversas otras obras fueron recibidas mediúmnicamente por la médium Yvonne do Amaral Pereira, en las cuales la actuación incesante de los buenos Espíritus, en favor de los malos, encarnados o desencarnados, nos demuestra la Bondad de Dios, que nunca nos olvida.
Otro médium de nuestros días es Divaldo Franco, que recibió obras dictadas por los Espíritus Joanna de Ángelis, dirigidas a la atención de nuestros problemas psicológicos y espirituales, además de Manoel Philomeno de Miranda, con sus relatos sobre las intensas actividades socorristas de los Espíritus Superiores a entidades obsesoras y personas obsesadas. En algunas de sus obras, somos informados de que gran parte de las personas consideradas enfermos mentales, si no todos, sufren la influencia de Espíritus vengativos. Esos hermanos, ignorantes cuáles son, están siempre bajo la vigilancia de las entidades elevadas y, oportunamente, serán esclarecidos, aunque siempre se respete el libre albedrío de todas las individualidades, encarnadas o desencarnadas.
Este socorro espiritual, sin embargo, se hace incluso a los Espíritus empedernidos en el mal, como vemos relatado en la cuestión 280 de El libro de los espíritus, cuando Kardec pregunta sobre cuál es la naturaleza de las relaciones entre los buenos y los malos Espíritus y obtiene la siguiente respuesta: "Los buenos se ocupan de combatir las malas inclinaciones de los demás, a fin de ayudarlos a subir. Es una misión”.
En la obra El cielo y el infierno, leemos el relato de diversos Espíritus que practicaron el mal en la vida física y nos relataron sus sufrimientos atroces en consecuencia. Ninguno de ellos, sin embargo, queda al desamparo de la Misericordia Divina, que les envía a sus mensajeros. Muchos de los Espíritus endeudados, para nuestra instrucción, son conducidos a reuniones mediúmnicas por los mentores espirituales. Allí se manifiestan algunos arrepentidos y otros aún revueltos. Para arrepentidos, la oportunidad de liberar sus dolores morales es más rápida; a los rebeldes, sólo después de largo tiempo, que les parece ser una eternidad, el amparo espiritual es posible, pues los emisarios divinos no violan el libre albedrío de nadie.
Los siguientes capítulos de El cielo y el infierno nos narran la situación de los Espíritus rebeldes a las leyes de Dios y lo que pueden hacer los mensajeros divinos e incluso nosotros, los encarnados, en su beneficio y en el de los que les sufren las influencias negativas: cap. 4 - Espíritus sufrientes; cap. 5 - suicidas; cap. 6 - criminales arrepentidos; cap. 7 - Espíritus endurecidos. El último capítulo de esta obra, sin embargo, trata sobre las "expiaciones terrestres", lo que justifica las siguientes palabras de Jesús:
Concíliate rápido con tu adversario, mientras estás en el camino con él, para que no suceda que el adversario te entregue al juez, y el juez te entregue al oficial y te encierren en la cárcel. En verdad te digo que de ninguna manera saldrás de allí, mientras no pagues el último centil (Mateo, 5: 25- 26).
Cuando extraemos el velo de la "letra que mata" e interpretamos las palabras de Jesús arriba, según "el espíritu que vivifica", como fue propuesto por Pablo en 2 Corintios, 3: 6, percibimos cuánto trabajo tienen los Espíritus Superiores para mantenerse en el camino del bien o para hacernos reanudar esa dirección. Interobramos mentalmente con los llamados vivos y los supuestos muertos, que más fácilmente nos influencian para el bien o para el mal, conforme a su y nuestra superioridad o inferioridad moral.
En el libro de los espíritus, el ítem 459, pregunta lo siguiente: "¿Los Espíritus influyen en nuestros pensamientos y en nuestros actos?" Y recibe esta respuesta: "Mucho más de lo que imagináis, pues, a menudo son ellos los que os conducen”. De tal modo los mensajeros divinos actúan, en beneficio de encarnados y de desencarnados, que en el último capítulo, número 28 de El evangelio según el espiritismo, Allan Kardec inserta una "Recopilación de oraciones espíritas", según él "dictadas por los Espíritus en varias circunstancias" (preámbulo, ítem 1).
En el preámbulo, el Codificador de la Doctrina Espírita explica servir más como manifestación del pensamiento que por la forma, pues lo que importa es el buen sentimiento reflejado y emitido por cada uno ser. La primera de ellas es la Oración Dominical, también conocida como Padre Nuestro, que, según los pensamientos "por nosotros asociados a ella, dicen los Espíritus, pueden suplir todas las demás. Cada frase de esta oración sublime, enseñada por Jesús, es comentada por Allan Kardec.
Al referirse a la última frase del Padre Nuestro: "No nos dejes entregados a la tentación, sino líbranos del mal", el Codificador del Espiritismo, inspirado por las Potencias Celestiales, pide fuerza para "resistir a la sugerencia de los Espíritus malos, que traten de desviarnos del camino del bien, inspirándonos malos pensamientos”. A continuación, sin embargo, reconoce que también "[...] somos Espíritus imperfectos, encarnados en la Tierra para expiar nuestras faltas y mejorarnos. La causa primera del mal está en nosotros mismos, y los espíritus malvados sólo aprovechan nuestras inclinaciones viciosas, en los que se entretienen para tentarnos”.
Este capítulo se divide en I - Oraciones generales; II - Oraciones para sí mismo; III - Oraciones por los demás; IV - Oraciones por los que ya no son de la Tierra; y V - Oraciones por los enfermos y obsesados. Todas estas fórmulas, como fue explicada por Kardec, sólo son válidas cuando asociamos nuestros sentimientos y pensamientos elevados a Dios, a quienes podemos pedir, alabar o agradecer una gracia, sea en nuestro beneficio o de otro.
A nuestro ver, cuando oramos sinceramente por un enemigo, encarnado o desencarnado, por los suicidas y obsesados, por los Espíritus endurecidos, estamos realizando con ello noble caridad espiritual, sin que dejemos de también practicar un gran bien en las demás oraciones. Es por la oración sincera y por los buenos pensamientos que nos defendemos del mal y practicamos el bien. Jesús nos recomienda "vigilar y orar", incluso por nuestros perseguidores y calumniadores, porque sabe que solamente el amor sentido y ejemplificado nos libra del mal aún presente en nosotros.
En fin, podemos decir que, la práctica del amor, sea por las almas encarnadas, sea por los Espíritus desencarnados es la Ley Mayor de Dios, que nos permite ascender, placenteramente, a las elevadas regiones del mundo más grande. Sobre todo, nos permite ser felices en cualquier lugar donde estemos, porque Dios, que es Amor, reverberará en nuestros pensamientos, palabras y actos. En conclusión,



Cuando hay amor...

Los corazones de los siervos del Señor
Fueron crearon por el amor: YO SOY.

Es por amor que el Santo Cielo se ufana 
Y los ángeles tocan arpas en alabanza
De nuestro Augusto y Puro Creador.

Es por amor que la Tierra se engalana
Con flores, hermosos fuegos artificiales,
Y toda soledad desaparece.
En el aire, el sonido sublime de una oración...

Todas las gratas caras se iluminan,
El pueblo, alegre, va a las avenidas
Y canta, baila, grita de alegría...
La noche más oscura gira el día,
Cuando el amor hace luz en nuestras vidas.

En el amor, la vida es siempre bella,
Nuestro deseo de servir aumenta,
Y nuestra alma vibra y adormece
La esperanza, la caridad y la fe.
En todas partes, reverberó el brillo
De la luz del amor del Padre a bien del hijo.

La fe del ser humano actuante
Nunca se desvanece, pues Nuestro Señor
Nos enseñó que somos semejantes,
Y el Padre tanto ama al bueno como al malo
A los cuales concede lluvia bendecida,
Y hace que el sol brille en su camino.
Hace a la lagartija y, de ella, la mariposa...

Si hay amor, todo siempre se hace,
En favor de las almas simples, pequeñitas,
El bien nos concede inmensa paz.
Jesús, desde hace mucho tiempo, nos enseña
Que la Tierra es de los que son puros y humildes
Y sirven a sus hermanos bondadosamente 
Como sinceros siervos del Señor, 
El Sabio Maestro que nos enseñó:

Ama a Dios sobre todas las cosas,
Y a vuestro hermano, sea ese hermano quien sea...
Amad también a todos los animales
Y cultiva el amor a los vegetales.
Amén, pues, la Creación Divina
De ese Bondadoso y Sapiente Padre
De quien todo procede y vuelve todo.
Tengamos devoción por el trabajo,
Y aplicación asidua en los estudios.

Dios, por Moisés, nos dio diez mandamientos,
Como guía, en el monte Sinaí.
Y fue Jesús quien lo llamó Padre
De todos nosotros, sus hijos amados,
Creados por amor y para amar.
Pero fueron tantos los desvirtuamientos,
Que Cristo los resumió en uno solamente
Y nos recomendó mantener en la mente:
- Sed perfectos, hermanos del Señor:
¡YO SOY ES AMOR, AMAOS COMO YO SOY!

 

Referências:

KARDEC, Allan. O livro dos espíritos. Tradução de Evandro Noleto Bezerra. Rio de Janeiro: FEB, 2006.
______. O céu e o inferno. Tradução de Evandro Noleto Bezerra. Rio de Janeiro: FEB, 2009.
______. O evangelho segundo o espiritismo. Tradução de Evandro Noleto Bezerra. 2. ed., 4. impr. Brasília: FEB, 2017.
PEREIRA, Yvonne Amaral. Memórias de um suicida. 27. ed. Brasília: FEB, 2012.
XAVIER, Francisco Cândido. Emmanuel. Pelo Espírito Emmanuel. 27. ed. Rio de Janeiro: Federação Espírita Brasileira, 2008. 
______. Palavras de luz. Pelo Espírito Emmanuel. Organização: Assessoria de Comunicação Social da Federação Espírita Brasileira. Brasília: FEB, 2014.

            
Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

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 Revista Semanal de Divulgação Espírita