Especial

por Paulo Neto

En el Espiritismo, ¿se puede cuestionar textos bíblicos? - Parte 1

"El libre pensamiento eleva la dignidad del hombre, de él haciendo un ser activo, inteligente, en vez de una máquina de creer." (KARDEC, Revista Espírita 1867)

"El error proviene de los que, no dándose cuenta del progreso de las ideas, pretenden poder gobernar hombres maduros, cuáles fueran niños." (KARDEC, El cielo y el infierno)



Introducción
 
Vimos en la página de Facebook del escritor Liszt Rangel, investigador de civilizaciones antiguas, con especial dedicación a la investigación acerca del Jesús histórico y del Cristianismo Primitivo (1), el siguiente post:
 

Ayer, 18/04/19, recibí un mensaje por el WhatsApp prohibiéndome hablar en una Institución Espírita en Araruama, RJ. Alegaron que los estudios que hago sobre Jesús y mis textos donde critico algunos pensamientos de ciertos espíritus famosos no son aceptados por algunas personas dentro de aquella Institución. (2)
 

Es increíble que aún existan en el Movimiento Espírita brasileño personas que, en vez de ser "kardecistas raíz, se ponen a idolatrar a ciertos Espíritus y algunos médiums - emmanuelistas, andróginos, humbertocampistas, chiquistas, dival, etc. de tal forma a espantar a quien tiene "el sentido común y la lógica" como parámetros de evaluación de las cosas. En razón de ello, jamás admite el cuestionamiento del que ellos hablan, nos tratan como si fueran portadores de la verdad absoluta, siendo, por eso, irreprensibles en cualquier cosa que dicen.
Al lado de éstos, tenemos un contingente de adeptos que quedan completamente incómodos cuando aparece un estudioso poniendo en jaque alguna narrativa bíblica. Tal vez sean muy apegados a los conocimientos de sus religiones de origen, en las que es "pecado mortal" (va directo al infierno) a cuestionar textos bíblicos, ya que los consideran como verdaderamente "la palabra de Dios".
Muchos cohermanos creen que la misión del expositor es la de sólo quedarse explicando los Evangelios tales como son, sin la mínima apertura para demostrar varios errores en ellos contenidos y las vergonzosas adulteraciones a la cuenta de justificar dogmas. ¿No mostrar la verdad hace que las personas vivan en el error, o no?
Para iniciar la conversación, no tienen la menor idea, por ejemplo, de que "Los nombres de los títulos de los Evangelios no designan a sus autores" (3). Imaginamos cómo se comportarán al saber que concluimos que no todo en las  Escrituras son inspiradas (4), que afirmamos que la traición de Judas es una historia mal contada (5), que la muerte de Jesús fue por cuestiones políticas y no para remisión de pecados (6) y que somos de la opinión de que no hay ninguna profecía en el Antiguo Testamento que se refiere al Mesías. (7)
Para nosotros, es algo lamentable ver el arraigado apego, a veces hasta inconscientemente, que algunos espíritas demuestran a los dogmas impuestos por las religiones dichas cristianas, en las cuales los textos bíblicos nunca pueden ser cuestionados. Parece que no tienen la menor conciencia de que estos fueron escritos por hombres, que hablaban de su cultura social y religiosa, además del hecho de que, hoy en día, se sabe que muchos de ellos fueron manipulados y adulterados para ajustarse a los dogmas instituidos.     
Lo peor es cuando percibimos que el propio Kardec no dejó de cuestionar algunos dogmas de la Iglesia - reencarnación, el nacimiento de Jesús en las condiciones ordinarias de la vida, su divinidad, sus milagros, su resurrección en el mismo cuerpo físico. El codificador, también, no dejó de hacer serias objeciones sobre la creencia en el cielo y en el infierno, en ángeles y demonios, en las penas y recompensas en el futuro, llevando al público una visión más acorde con la lógica para la interpretación de tales temas. ¿No se puede seguir el ejemplo?
En El Cielo y el Infierno, hablando de las religiones, afirmó el Codificador:
[...] Lo que le falta en este siglo de positivismo, en que se intenta comprender antes de creer, es la sanción de sus doctrinas por medio de hechos positivos; es también la concordancia de ciertas doctrinas con los datos positivos de la Ciencia. Diciendo que es blanco lo que los hechos dicen ser negro, hay que optar por la evidencia y la fe ciega. (8) 
Kardec confiesa que "El Espiritismo se apoya sobre hechos. Los hechos, de acuerdo con el raciocinio y una lógica rigurosa, dan al Espiritismo el carácter de positivismo que conviene a nuestra época. [...]. "(9), por lo tanto, tenemos que avanzar pari pasu con la Ciencia bajo pena de perecer. 
Ciertamente, el surgimiento de la Crítica textual (10) es un avance de la ciencia; así, no podemos, por un lado, fingir que no existe y, por otro, negar sus conclusiones acerca de los diversos relatos bíblicos, pues es público y notorio que el positivismo científico, a lo largo de los tiempos, desarrolló criterios más objetivos de análisis de los textos bíblicos, aliado a los conocimientos de la cultura, de la geografía y de la filosofía de los pueblos antiguos; con eso cambiaron sobremanera la visión actual de las narrativas bíblicas, pero, desgraciadamente, pocos espíritas tienen noticia de eso.
Nuestra amiga María José Gontijo, de Divinópolis (MG), inspiradamente dijo algo que nos hace reflexionar: "Sabemos que la evolución es inevitable y con ella el progreso del conocimiento. Por lo tanto, ¿cómo negar la necesidad de la contextualización de las concepciones que no se adecuan a este progreso?”
Por otro lado, no podemos dejar de tener en cuenta que Jesús hizo serias críticas, aunque de forma sutil, a las "revelaciones" de Moisés. Si no fuese eso, es cierto que no habría el Cristianismo y tal vez todos nosotros estuviéramos siguiendo el judaísmo.
Veamos algunas de ellas, a las que nos referimos en otras partes:
- Las Escrituras no permitían que se trabajase en sábado (Éxodo 20,8-11), y los que osasen a no respetar esa norma eran castigados con la muerte (Éxodo 31,15). Jesús fue, insistentemente, cuestionado sobre ese punto; pero siempre decía a sus opositores: "El sábado fue hecho para servir al hombre, y no el hombre para servir al sábado". (Marcos 2,27.)
- El adulterio, según la Ley Mosaica (Levítico 20,10), tenía como consecuencia la pena de muerte para aquellos que lo practicaran; sin embargo Jesús le dijo a la mujer sorprendida en adulterio: "[...] Yo tampoco la condeno. Puedes ir, y no peques más ". (Juan 8,11.)
- Había una tradición, entre los fariseos y doctores de la Ley, que no era permitido comer pan sin lavarse las manos. A esto responde Jesús: "No es lo que entra por la boca que contamina al hombre, sino lo que sale de la boca, esto, sí, contamina al hombre”. (Mateo 15,11.) Obviamente, debemos lavarnos, pero por precepto de salud y no formalismo religioso.
- Cuando su célebre predicación a la multitud, en el episodio que se consagró con la designación de "El Sermón de la Montaña", por varias veces Jesús inicia su discurso diciendo: "Oísteis lo que se dijo a los antiguos", taxativamente refiriéndose a la legislación mosaica, añadiendo su propia interpretación a los variados hechos, de los cuales destacamos estos dos:
1º) En aquel tiempo, la ley mosaica establecía el "ojo por ojo y diente por diente" (Éxodo 21,24), sin embargo Jesús recomendó "no se venguen de quien hizo el mal a ustedes. Por el contrario: ¡si alguien les da una bofetada en la mejilla derecha, ofrezcan también la izquierda! "(Mateo 5,39.)
2º) Contrariamente a la ley anterior, que permitía odiar a los enemigos (Levítico 19,18), orientó el Maestro que "amen a sus enemigos, y rezad por aquellos que los persiguen". (Mateo 5,44.)
Si fuera para seguir todo lo que los líderes religiosos querían o pensaban que era correcto, Jesús no habría predicado públicamente nada, bastaba callarse y ciegamente seguir a Moisés.
En la obra Concepción Existencial de Dios, bien dijo el filósofo espírita José Herculano Pires (1914-1979):
Nada justifica la fusión que las iglesias cristianas hicieron del testamento judío con el testamento cristiano. Jesús, como reformador del Judaísmo, corrigió los excesos místicos de la Israel arcaica y apuntó nuevos rumbos a la comprensión humana de lo humano. La condena del formalismo judío, del concepto erróneo e hipócrita de pureza, del racismo común a las civilizaciones cerradas y aisladas, así como la superación de los absurdos preconceptos sexuales, como se ve en el episodio de la mujer adúltera, el perdón del robo de Zaqueo bajo la condición de reparación del mal cometido, la violación del sábado en la sinagoga para atender a un enfermo, la afirmación de que las prostitutas llegarían al Reino de los Cielos antes que los creyentes vanidosos de su pureza convencional son elementos indicadores de una ética más humana y amplia que debería surgir en el futuro. El mismo Apóstol Pablo, tan fuertemente marcado por los prejuicios judíos del tiempo, llegó a considerar que las Escrituras antiguas estaban superadas por la reforma cristiana. No obstante, las iglesias cristianas hasta hoy viven apegadas a los textos antiguos, que consideran como la palabra de Dios. (11) 
Herculano Pires, por lo tanto, corrobora lo que pensamos acerca del hecho de que Jesús no haya sancionado la legislación mosaica.
Lo que se ve en el discurso de Kardec
En El libro de los Espíritus, comentando la respuesta a la pregunta 625, Kardec dice:
 

Si algunos de los que pretendieron instruir al hombre en la Ley de Dios algunas veces lo extraviaron por medio de falsos principios, fue porque se dejaron dominar por sentimientos demasiado terrenos y, porque confundieron las leyes que regulan las condiciones de la vida del alma con las que rigen la vida del cuerpo. Muchos de ellos presentaron como Leyes divinas lo que eran simples leyes humanas, creadas para servir a las pasiones y para dominar a los hombres. (12)  
 

En La génesis, cap. I, ítem 8, Kardec, detalla un poco más:
Desgraciadamente, las religiones han sido, en todos los tiempos, instrumentos de dominación; el papel de profeta ha intentado las ambiciones secundarias, y se ha visto surgir una multitud de pretendidos reveladores o mesías, que, valiéndose del prestigio de esa denominación, explotaron la credulidad en provecho del propio orgullo, de la propia ambición, o de la pereza, hallando más cómodo vivir a costa de los engañados. La religión cristiana no ha podido evitar estos parásitos. [...]. (13) 
¿No nos cabría apuntar esos "falsos principios", para liberar a las personas que llegan a la Casa Espírita, del yugo de los que interpretan los textos bíblicos estrictamente "para servir a sus pasiones y para dominar a los hombres"?
Por oportuno, también destacamos este pasaje de la respuesta a la pregunta 626, de El Libro de los Espíritus:
 

[...] Es por eso que los preceptos que ellas [Leyes divinas y naturales] consagran han sido proclamados en todos los tiempos por los hombres de bien, y es también por eso que encontramos sus elementos en la doctrina moral de todos los pueblos que ya salieron de la barbarie, aunque incompletos o desfigurados por la ignorancia y la superstición. (14) 
 

¿Cabe o no el deber de restablecer lo que se debe entender por Leyes divinas y naturales "desfiguradas por la ignorancia y la superstición"?
En la pregunta 801, Kardec hizo la siguiente pregunta: "¿Por qué los Espíritus no enseñaron en todos los tiempos lo que enseñan hoy?" Los Espíritus superiores le respondieron lo siguiente:
 

"No enseñais a los niños lo que enseñas a los adultos y no das al recién nacido un alimento que no pueda digerir. Cada cosa tiene su tiempo. Ellos enseñaron muchas cosas que los hombres no comprendieron o desfiguraron, pero que pueden comprender ahora. Por medio de sus enseñanzas, incluso incompletas, prepararon el terreno para recibir la semilla que ahora comienza a fructificar. "(15) 
 

¿Será que todavía se debe considerar a todos los que buscan las Casas Espíritas como niños? Y en cuanto a lo que desfiguraron en las enseñanzas de Jesús tendremos que hacer "vistas gordas"?
En la "Introducción" de El Evangelio Según el Espiritismo, se lee:
 

Muchos puntos de los Evangelios, de la Biblia y de los autores sacros en general sólo son ininteligibles, pareciendo algunos incluso irracionales, por falta de la clave que nos permita comprender su verdadero sentido. Esta clave está completa en el Espiritismo, como ya pudieron convencerse a los que lo estudiaron seriamente, y como todos lo reconocer mejor más tarde. [...]. (16) 
 

Por tener un carácter positivista es que el Espiritismo tiene condiciones de restablecer el verdadero sentido de los textos sacros, especialmente aquellos que "son ininteligibles, pareciendo hasta irracionales". Ahora bien, para que eso suceda no hay como no huir de presentar nueva propuesta a la interpretación de algunos textos bíblicos, aunque, inicialmente, para algunas personas eso provoca cierta incomodidad, pero insistimos: la verdad por encima de todo: "Y conoceréis la verdad, y la verdad os liberará.” (Juan 8,32).
 

(La conclusión de este artículo se publicará en la próxima edición.)

            
Traducción:
Isabel Porras
isabelporras1@gmail.com

 
 

     
     

O Consolador
 Revista Semanal de Divulgação Espírita