Tema: Ley del Trabajo

Toda ocupación útil es trabajo

Era el primer día de las vacaciones del colegio y la mamá de Arturo le pidió que secara los platos del almuerzo.

- ¡No puedo! – respondió el niño. - ¡En estas vacaciones no voy a hacer nada! Trabajar… ¡ni pensar!

Así, en ese día Arturo se negó a arreglar su cuarto, a lavar sus zapatillas y a guardar su ropa que había sido planchada. Se quedó echado en el sofá, toda la tarde, mirando caricaturas en la TV. Su mamá pensó que podía obligarlo a ayudar, pero decidió hacer algo diferente…

Al día siguiente se levantó muy tarde y se negó a barrer la entrada, diciendo:

- ¿Trabajar en vacaciones? ¡Ni pensar!

La mamá, entonces, desafió al hijo:

- ¡Te apuesto que no consigues pasar una semana sin trabajar!

- ¡Apuesto un helado que sí puedo! – respondió Arturo.

- ¡Hecho! - dijo la mamá.

Doña Ana, se puso entonces a observar a su hijo de cerca, viendo las decisiones que él hacía. Cuando él terminó de leer uno de los libros que le había regalado su tío, ella dijo:

- Hijo mío, tal vez no lo sepas, pero en la Doctrina Espírita aprendemos que TODA OCUPACIÓN ÚTIL ES TRABAJO. Leer un libro, con historias espíritas, es trabajo.

Sin querer trabajar, Arturo cogió la bicicleta para dar una vuelta a la cuadra. Pedaleó alegremente por más de una hora, y cuando volvió, Doña Ana le recordó:

- ¡Trabajo! – completó Arturo, dejando la bicicleta.

Cuando el niño ya empezaba a estar aburrido, llegó Abigail, su vecina, y lo invitó a jugar. Los dos se divirtieron mucho juntos durante horas. Cuando ella se fue, Doña Ana esclareció:

- Juegos saludables como los de esta tarde hace bien al espíritu, educan y enseñan respeto y cordialidad. Entonces, pueden ser considerados como una especie de trabajo.

Arturo no respondió. En seguida, prendió la TV y vio un documental sobre animales, aprendiendo muchas cosas interesantes sobre los animales domésticos.

- Estudiar es una importante ocupación útil, así como ver programas educativos de TV – le recordó la mamá, más tarde, durante la cena.

Esa noche, Arturo vio una película que había conseguido en la tienda de videos. Era una película de terror, con escenas de suspenso. Cuando Doña Ana llegó a la sala, ella comentó:

- Eso realmente no es trabajo. No es útil, pero pienso que sirve para dejarte con miedo y atraer hacia el ambiente a compañías espirituales que adoran el miedo y la violencia.

Arturo se quedó pensativo, pero terminó de ver la película. Más tarde, cuando su mamá fue a darle las buenas noches, preguntó:

- ¿Ya hiciste tus oraciones?

Ante la respuesta afirmativa, ella sonrió y dijo:

- Orar por sí mismo y por los otros es una ocupación hermosa y útil … Y mientras dormimos, podemos, en espíritu, trabajar y estudiar…

Arturo apenas sonrió, comprendiendo que no vencería la apuesta que había hecho.

Y fue así, con amor y paciencia, haciendo al niño reflexionar acerca de sus decisiones, que la mamá de Arturo enseñó que toda ocupación útil es trabajo.

Al día siguiente, Arturo secó los platos del almuerzo y arregló su cuarto, sin protestar. Él fue sintiendo que ser útil es una decisión inteligente, que trae bienestar y alegría, y que el trabajo es una oportunidad valiosa de aprendizaje y evolución.

Unos días después, madre e hijo hicieron una pausa en las tareas que realizaban y saborearon un enorme y delicioso helado.

Texto de Cláudia Schmidt, publicado en el sitio del Grupo Espírita Seara do Mestre.

Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com

marcelapradacontato@gmail.com