Espiritismo para
los niños

por Marcela Prada

 
Tema: Orgullo

 
Orgullo herido

 
Cohete era un carro increíble y se creía el mejor porque nunca perdió una carrera. Llamaba la atención por su belleza, el brillo de su carrocería y su vanidad exagerada.

Un día, apareció en la ciudad un carro igual a él. Cohete se puso furioso y lo desafió a una carrera. El que perdiera, debía irse de la ciudad. Zito, el forastero, se quedó sorprendido con la recepción agresiva, pero decidió aceptar el desafío.

La carrera comenzó a la hora prevista y, para sorpresa general, el desafiante tuvo su primera derrota. Triste y humillado, Cohete se fue para nunca más volver.

Años más tarde, Zito asistía a una carrera en una ciudad vecina y se volvió a encontrar con Cohete. Avergonzado, Cohete pidió disculpas a Zito, por la manera ruda como lo recibió y lo desafió en aquella época.

- Eso ya pasó – dijo Zito.

Zito y Cohete confraternizaron, iniciando a partir de entonces una gran amistad.

Esta fábula muestra cómo la vanidad y el orgullo pueden entorpecer las relaciones. La ceguera provocada por esos sentimientos nos lleva a tomar actitudes desproporcionadas, que generalmente terminan en arrepentimiento y frustración.


Texto de Lucia Noll.



Traducción:
Carmen Morante
carmen.morante9512@gmail.com
 

 


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