Los animales tienen un principio inteligente que sobrevive al cuerpo

Nuestra entrevistada de hoy es Irvênia Luiza de Santis Prada (foto),Médico Veterinaria de la Universidad de São Paulo; profesora titular de Anatomía Animal con enfoque en Neuroanatomina; docente jubilada de grado y de post grado en la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la Universidad de São Paulo, donde recibió el título de Profesora Emérita; miembro de la AME-Asociación Médico Espírita de São Paulo, de Brasil e Internacional, donde trabaja como conferencista y escritora; miembro del Fórum Nacional de Protección y Defensa de los Animales; idealizadora y coordinadora del MEDVESP (Movimiento Cultual de Medicina Veterinaria y Espiritualidad);  coordenadora del NUVET – AME (Núcleo de Medicina Veterinaria y Espiritualidade de la AME-SP); autora de los libros El Alma de los Animales y La Cuestión Espiritual de los Animales, y es coautora de la obra O Cérebro Triúno - A Serviço do Espírito, escrito en conjunto con Décio Iandoli Júnior y Sérgio Luis da Silva Lopes.

¿Cuándo y cómo empezó su interés en unir la Medicina Veterinaria al Espiritismo?

Desde que era alumna en el curso de Medicina Veterinaria, durante las atenciones ambulatorias, me sorprendía con la diversidad e intensidad de los procesos mórbidos que causan sufrimiento a los animales. Como los seres humanos, ellos tienen infecciones, parasitosis, enfermedades autoinmunes, epilepsia, alergia, cáncer y malformaciones, además de trastornos mentales y alteraciones de comportamiento. Comencé entonces a preguntarme por qué los animales sufrían así, pues ya sabía como espírita, que para ellos no existe la expiación (El Libro de los Espíritus,pregunta 602). Pasé entonces a buscar en las obras básicas de la codificación espírita y en otras obras respetables como las de André Luiz y Emmanuel, respuestas para esta reflexión. Al mismo tiempo, al enterarme de los aspectos anatómicos y funcionales del cuerpo de los animales, enfocándome particularmente en la estructura de su sistema nervioso, pueden entender que las diferencias encontradas en relación al modelo humano son de naturaleza cuantitativa y no cualitativa. En otras palabras, el modelo de construcción orgánica de los diferentes animales y del ser humano es único, con variaciones adaptativas según la especia. Así, a lo largo de los estudios que fui realizando sobre los animales, teniendo como base simultáneamente la literatura espírita y la académica, pude establecer la confrontación de las informaciones entre las dos fuentes, con datos muy interesantes y que constan en mis libros El Alma de los Animales y La Cuestión Espiritual de los Animales.

¿Hubo algún momento en el que usted se sorprendió con algo que el Espiritismo enseña sobre los animales?

Sí, en varias ocasiones. Entre muchos ejemplos, podemos recordar que, en El libro de los Espíritus, la pregunta 597 esclarece que los animales tienen inteligencia y hay en ellos un principio inteligente que sobrevive al cuerpo, o sea, son seres espirituales. En La Génesis de Allan Kardec, en los ítems 15 y 16 del capítulo XI, se considera la hipótesis de que cuerpos de los monos habrían sido adecuados para la encarnación de los primeros espíritus humanos, necesariamente poco avanzados, que llegaron para encarnar en la Tierra, hipótesis que hoy está totalmente avalada por la Antropología1. También en las obras de André Luiz encontramos valiosas informaciones que surgieron de manera pionera en relación con la ciencia académica, como aquella que la inteligencia y la mente actúan en el citoplasma celular (porción gelatinosa de la célula, situada entre el núcleo y la membrana exterior)2, además de referencias importantes sobre la organización morfológica y funcional de la glándula pineal3. También vale la pena recordar, dentro de este enfoque, el concepto anticipado, en relación con la comunidad académica, de la composición triuna4 del cerebro, expresado por el mentor Calderaro, en los capítulos 3 y 4 del libro En el Mundo Mayor, de André Luiz5.

Usted es parte de la Asociación Médico Espírita de São Paulo (AME-SP), del Núcleo de Medicina Veterinaria y Espiritualidad (NUVET) y también del Núcleo de Medicina Veterinaria y Espiritualidad (NUVET). ¿Cómo comenzó su participación en esos grupos? ¿Cuál es el propósito de ellos?

Comencé a frecuentar la AME-SP en la década de 1980, donde tuve la oportunidad excepcional de conocer a personas que ya destacaban en el medio espírita como, entre otras, la Dra. Marlene Nobre – fundadora de la AME-BR y de la AME-Internacional, la Dra. Maria Julia Prieto Peres – idealizadora y fundadora  del Instituto Brasileño de Vivencias Pasadas, Sr. Espartaco Ghilardi – fundador del Grupo Espírita Batuíra, en São Paulo y médium a través del cual el Dr. Bezerra de Menezes ofreció continuas orientaciones a la Dra. Marlene y los colegas para la creación de las AME, Dr. Roberto Broglio, Dr. Antonio Ferreira, Dr. Ary Lex – que fue director-clínico del HC de la USP, y la Profesora Heloisa Pires. Todas las AME estatales y regionales (en Brasil hoy son más de 60), así como la AME-Brasil y la AME-Internacional tienen el propósito de divulgar lo que llaman “Paradigma Médico-Espírita”, que es el de “humanizar” los procedimientos de todos los profesionales del área de la salud en relación con sus pacientes, partiendo del principio de considerarlos como seres espirituales en la vivencia humana de sus necesidades materiales y emocionales.

Estoy muy agradecida por la acogida que tuve en las AME, lo que me proporcionó una amplia oportunidad de tareas en la divulgación doctrinaria, además de la convivencia fraterna con tantos amigos queridos, entre los cuales todos destacamos a figura de la Dra. Marlene Nobre – nuestra eterna y recordads líder.

Con la finalidad de abrir un espacio para las reflexiones, dentro del ambiente académico, sobre la manera en que los médicos veterinarios consideran a los animales, cómo los tratan y los utilizan, lo ideé y creé en el 2010, contando con la participación de algunos alumnos, el Movimiento Cultural de Medicina Veterinaria y Espiritualidad - MEDVESP – junto a la Facultad de Medicina Veterinaria y Zootecnia de la USP, con conferencias mensuales seguidas de debates, con libre participación de docentes , alumnos y empleados y personas de la comunidad lega. En ese contexto, el término espiritualidad siempre fue trabajado sin ninguna connotación religiosa, pero señalando la propuesta de adquisición de niveles éticos cada vez más elevados en el comportamiento humano, correspondiéndoles a ellos la manera (armónica) en que debemos relacionarnos con los animales.

En cuanto al NUVET, nació a inicios del 2014 a partir de la invitación que me hizo el entonces presidente de la AME-SP , el Dr. Mario Peres, para que yo haga dentro de esa institución, con visión espírita, lo que ya venía realizando en el medio académico a través de la MEDVESP. Quedé muy agradecida por esa oportunidad y con otros médicos veterinarios - entre los cuales la Dra. Paula Andrea de Santis Bastos y el Dr. Vinicius Perez, que están a mi lado desde el inicio, realizamos este año el V Encuentro del Nuvet-SP en la sede de la Federación Espírita del Estado de São Paulo - FEESP, con la participación de casi 200 personas que con certeza serán agentes multiplicadores de todo lo que escucharon. El objetivo del NUVET es buscar conocimientos y medios que permitan la vivencia cada vez más armónica entre los seres humanos y los animales.

La respuesta de la pregunta 601 de El Libro de los Espíritus, “¿Los animales están sujetos, como el hombre, a una ley de progreso”? nos dice que los animales evolucionan como los seres humanos. ¿Ha recibido cuestionamientos sobre este tema?

Si, a pesar de que muchas de las obras espíritas están marcadas con el concepto de un progreso evolutivo, como en El Libro de los Espíritus -por ejemplo, las preguntas 540, 599 y de la 601 a la 610, La Genesis, de Kardec - Capítulos X (Génesis Orgánica) y XI (Génesis Espiritual), Evolución en Dos Mundos - de André Luiz, Génesis del Alma – de Cairbar Schutel, Evolución Anímica – de Gabriel Delanne y  A Camino de la Luz  - de Emmanuel. Pienso que la resistencia de algunas personas sobre la cuestión evolutiva de los animales se encuentra sujeta a los residuos que aún persisten en nuestra cultura, de una forma de anacrónica de pensamiento y de conducta – el antropocentrismo (del griego antropós = ser humano), que destaca a nuestra especie como especial y "mejor" que de todas las demás, cabiendo en ese contexto la recomendación de que toda la naturaleza debe ser subyugada y explotada para nuestro beneficio. Por motivos religiosos, destacados científicos y filósofos se mostraron partidarios del antropocentrismo,siendo atribuido a René Descartes (siglo XVII) la consideración que la sensibilidad, siendo un atributo solo del alma (humana), no podía ser admitida en los animales. La humanidad, en general, todavía trata a los animales como "cosas", véase la manera en que son criados y sacrificados industrialmente para el consumo de sus carnes y productos derivados, son subyugados a deprimentes espectáculos de diversión e incluso se utilizan en pruebas e investigaciones de laboratorio.

Usted escribió el libro La Cuestión Espiritual de los Animales. ¿Cuál es el objetivo del libro y de qué forma fue elaborado?

La elaboración de ese libro resultó de la investigación que realicé en obras espíritas, al respecto de las razones por las cuales los animales sufren como sufren, conforme a lo referido en la primera pregunta de esta entrevista. Pero, en esa búsqueda fui encontrando también la alusión a otros aspectos de la vida de los animales como la evolución del principio inteligente, desencarnación, erraticidad y reencarnación, mediumnidad, papel del cerebro, interacción cerebro-mente y figuras animales en el plano espiritual, entre otros. Así, al tener en mis manos una significativa cantidad de informaciones, decidí publicarlas en esta obra, cuya primera edición data de 1998. Por lo tanto, este año 2018 está cumpliendo 20 años y en conmemoración a esta larga jornada, esta ultima edición (12ª) fue revisada y ampliada, conteniendo 3 nuevos capítulos – Las Emociones de los Animales, La “Humanización” de los Animales y Eutanasia en Animales. ¿Sí o no? Desde la primea edición tuve el cuidado de referirme siempre a la fuente de todas las informaciones que transmito, toda vez que existen materias aún en discusión en el tratamiento general de la temática, razón por la cual cabe el término “cuestión” en el título del libro.

¿Le gustaría decir algo más?

Sí, agradezco la oportunidad y me sirvo de ella para motivar a los apreciados lectores para que se interesen por conocer la verdadera naturaleza de los animales. No son “cosas” utilizables y descartables. Por el contrario, son seres espirituales en evolución (como enseña el conocimiento espírita), son seres inteligentes (como reconoce la literatura académica). Con variaciones según la especie, son sensibles, tienen capacidad de sufrimiento físico y mental, actúan por instinto y también por inteligencia (como nosotros los seres humanos), tienen memoria, hacen asociación de ideas, planean acciones futuras y exhiben comportamientos por acción volitiva. Además de conocerlos en profundidad, debemos proponernos revisar todos los actos de nuestra vida en que estén implicados, en el sentido de respetar el derecho que ellos tienen a la propia vida y a condiciones de bienestar. No somos sus “dueños”, ellos pertenecen a la misma creación de la cual formamos parte y la armonía que pretendemos para nuestra vida dependen de la armonía del todo. ¿Vamos a hacer nuestra parte? Casimiro Cunha, en espíritu, nos deja en la última estrofa de su poema “Los Animales”^[7], esta preciosa observación:

La Ley es un conjunto fraterno

De deberes fraternales:

Los angeles cuidan a los hombres

¡Los hombres, a los animales!