Entrevista

por Orson Peter Carrara

Un ejemplo de entusiasmo con el estudio de las obras de Kardec

Danielle Aparecida Queiroz Antunes (foto), natural de Capão Bonito y residente en Bauru, ambos municipios paulistas, tiene formación en Servicio Social y trabaja como Asistenta Social en una unidad de salud. Vinculada al Centro Espírita Vicente de Paulo, es facilitadora en grupos de estudio de las obras El Evangelio Según El Espiritismo y El Cielo y El Infierno y responsable de la juventud espírita. Estudiosa y dedicada investigadora de la obra de Kardec, sus respuestas revelan ese esfuerzo que nuestra entrevistada desea transmitir al lector.

¿De dónde surgió el interés por la investigación en la obra de Kardec?

Comencé en la Doctrina a diez años de edad participando en la evangelización y las conferencias públicas. Mi primer libro espírita fue El Evangelio según el Espiritismo y luego El Libro de los Espíritus.

¿Qué le llama más la atención en todo ese trabajo leyendo, estudiando, reflexionando, investigando a Kardec?

Me gusta la racionalidad y la objetividad de Kardec en sus obras, que están todas relacionadas y me ayudan a reflexionar sobre la vida y principalmente me fortalecen en el camino.

¿Qué más le indican esas investigaciones en el contexto actual del conocimiento espírita?

Que tenemos mucho que aprender y aun conocer de las obras de la codificación de Allan Kardec. Creemos que las conocemos y que necesitamos cosas nuevas, pero no logramos aplicar lo que Jesús, Allan Kardec y los Espíritus Superiores nos han dejado. Distorsionamos los conocimientos de acuerdo a nuestras necesidades e intereses. Preferimos permanecer estacionarios, mientras que el conocimiento exige cambios. La doctrina es un consuelo a través del conocimiento y el fortalecimiento que facilita la evolución del espíritu, pero Dios en su infinita bondad nos respeta a través de nuestro libre albedrío, con lo que depende de nosotros el empeño en el cambio que esperamos en nosotros y en la sintonía de la Tierra que habitamos.

¿Cómo ve el movimiento espírita?

El movimiento espírita, en algunos casos, permite que diversas obras no-doctrinarias circulen en el ambiente espírita y no enfatiza la importancia de las obras de Allan Kardec y su continuo estudio. Las manifestaciones mediúmnicas siempre han existido, pero eso no significa que sean obras que sigan los principios doctrinarios. Kardec siempre enfatizó la observación y la racionalidad, pero pecamos por nuestro orgullo, egoísmo, poco esfuerzo que empleamos para conocer y aplicar la Doctrina en toda su pureza y maestría. Vemos que se dice que hay obras complementarias, pero algo que contradice no sirve para complementar. Queremos colocar varias ciencias, como la psicología y la física, por ejemplo, en los estudios doctrinarios, pero no correlacionamos los estudios de Jesús para nuestros días, no trabajamos con el aspecto moral que Él dejó y fue tan bien trabajado por Kardec. Vemos a personas que adornan frases bíblicas, pero no las interpretan, haciendo que algunas conferencias se vuelvan monótonas. No hablamos sobre la doctrina espírita en las conferencias y con ello le quitamos el valor de los principios espíritas. Parece que el espírita tiene miedo de hablar del Espiritismo o no lo entendió. Necesitamos revisar la responsabilidad de los trabajadores y del movimiento espírita en Brasil, porque conforme los trabajadores los van percibiendo, los propios espíritas no llegan a establecer una concordancia con las obras de la Codificación Espírita escritas por Allan Kardec.

¿Cómo podemos crear motivaciones para que los espíritas descubran estos tesoros de lucidez y conocimiento?

Con el estudio continuo descubriendo nuevas miradas, porque cada día aprendemos una nueva manera de percibir las cosas y las personas que nos rodean. Estamos en un país donde son pocos los que tienen el hábito de leer. Decimos que las obras de Kardec son difíciles de entender, pero él era pedagogo, estructuró la doctrina de una manera lógica; necesitamos tener ojos para ver. Los grupos de estudio ayudan a todos los involucrados, pues crecemos con la interpretación de nuestro prójimo. Necesitamos estudiarla y difundirla dentro de la Doctrina.

En el año en que conmemoramos los 160 años de la Revista Espírita, ¿qué le llama la atención en la tradicional publicación mensual de Kardec?

Lo que llama la atención es el laboratorio con el que Kardec nos permite ver y revisar, evaluar e interpretar. Kardec enfatiza que las ediciones de la revista son el complemento de la Doctrina y que para conocer el Espiritismo debemos leer y estudiar todas las obras de la codificación. Debemos dar valor a lo que Kardec nos dejó con su esfuerzo y legado. Debemos enfatizar que es poco difundida y estudiada por los espíritas. Tenemos tiempo para varias colecciones mediumnicas, pero no tenemos tiempo para lo que es realmente doctrinario. Un químico buscará libros de química, un psicólogo buscará libros específicos de su área de actividad e interés, pero no vemos que los espíritas hagan esto; por eso hay tantas diferencias y especulaciones en el movimiento espírita.

¿Qué método o criterio usa en las investigaciones? ¿Por tema, por gusto, por actualidad? ¿Cómo es el proceso?

Yo utilizo las obras de la codificación de Kardec y sé que me falta mucho para entender, aplicar y guiar de la mejor manera los estudios en los que soy facilitadora; entonces trato siempre de releer las obras y en los estudios leer párrafos o los ítems enumerados, comentarlos y correlacionarlos con nuestros días. Si no existe tal cosa, el objetivo del estudio se pierde porque el conocimiento debe ser utilizado y no sólo ser adorno y ostentación. Especialmente en el estudio con los jóvenes trato de hacerlos reflexionar mucho para que el conocimiento de los principios de la doctrina les ayude en las mejores elecciones para la vida.

De sus recuerdos en estas investigaciones y estudios, ¿qué le gustaría destacar?

Kardec me fortaleció mucho en mi vida, me dio la oportunidad de reflexionar y comprender realmente nuestras diferencias y que todos somos hijos de Dios en evolución. A veces dudo, pero trato de levantarme y continuar la jornada. Estudiar me hace feliz; ver que puedo ayudar en la interpretación de las obras de la doctrina me hace bien. Estoy releyendo La Génesis y cuando percibo qué culto era Kardec, qué erudito e investigador en esos tiempos sin los medios tecnológicos que tenemos hoy en día, veo que tengo que esforzarme por conocer este legado dejado por él y que necesitamos darle un tiempo a estas obras en nuestras vidas. Los espíritas dicen mucho que les gusta leer las comunicaciones, pero no reconocen las comunicaciones dentro de las obras de codificación... Eso es muy contradictorio.

Si algo pudiera decir en términos del contenido de la obra de Kardec, ¿qué le indica su corazón para el lector?

El Evangelio según el Espiritismo, El Cielo y El Infierno y El Espiritismo en su más simple expresión (tan poco conocido).

¿Algo más que quiera añadir?

Me gusta mucho la doctrina y todavía tengo mucho que aprender con Jesús, Kardec y los Espíritus Superiores.

Sus últimas palabras.

Kardec, siempre Kardec.


Traducción:

Ricardo Morante - rmorante3@yahoo.com

 

 

     
     

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